Tegucigalpa, Honduras.- Aunque los homicidios durante 2024 están experimentando una baja en comparación con años anteriores, el ambiente de criminalidad que genera incertidumbre y temor entre la población continúa en aumento. Esto ocurre a pesar de que las autoridades de la Secretaría de Seguridad siguen implementando medidas para reducir estos índices.
De acuerdo con datos de la Policía Nacional, expuestos por el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, a través de las redes sociales, en los primeros cinco meses de 2024 los homicidios registraron una baja del 23% en comparación con el mismo período de 2023, cuando ya estaba vigente el estado de excepción y la Policía Militar de Orden Público (PMOP) había intervenido en varios departamentos del país.
En concreto, hasta mayo de 2023 se registraron 1,386 asesinatos, mientras que en 2024, durante el mismo período, la cifra descendió a 1,069. Esto significa que se cometieron 317 homicidios menos, lo que representa una reducción del 23%. La tendencia es similar al comparar con 2022, cuando se reportaron 1,612 asesinatos. En 2024, se han registrado 543 homicidios menos en comparación con 2022.
“El indicador de homicidios en los primeros cinco meses del año muestra preliminarmente una tendencia a la baja”, escribió el ministro de Seguridad en su cuenta de X (antes Twitter), quien proyecta que al final del año el país estará seis puntos porcentuales menos en comparación con 2023.
Gustavo Sánchez, exdirector de la Policía Nacional, alardeó sobre la reducción de muertes, afirmando que nunca antes en la historia la incidencia había sido tan baja, al menos en los últimos 30 años. Sin embargo, reconoció que existen intereses contrarios a reconocer esta disminución. “Aun así, sabemos que debemos darle sostenibilidad a la planificación”, añadió.
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“LA POBLACIÓN ESTÁ PREDISPUESTA”
Para Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), aunque los índices de violencia estén disminuyendo, la criminalidad está aumentando debido a la falta de persecución efectiva del delito. Esto provoca que la población tenga la percepción de vivir en un país más violento.
“Sí, sabemos que hay menos homicidios, pero la percepción de inseguridad por parte de la población está aumentando debido al incremento de la criminalidad y la falta de persecución efectiva del delito, lo que mantiene en zozobra a la población”, valoró Ayestas en conversaciones con Criterio.hn.
Migdonia Ayestas, al analizar cómo la población percibe la seguridad en diversas áreas de Honduras, resalta que incluso en lugares como Guanaja, donde la delincuencia reciente ha sido impactante, con el asesinato de tres personas esta misma mañana, la sensación de inseguridad es evidente. Ayestas enfatiza que si se realizara una encuesta en Guanaja en este momento, la comunidad expresaría su incapacidad para tolerar la creciente criminalidad en la zona.
Además, Ayestas observa que en las ciudades principales como la capital y San Pedro Sula, donde los índices de homicidios son más elevados, la percepción general es de un incremento en la criminalidad, a pesar de las estadísticas que indican una disminución en los números reales de delitos. Este fenómeno resalta la brecha entre las cifras objetivas de seguridad y la percepción subjetiva de seguridad entre los ciudadanos hondureños.
Según información proporcionada por la Secretaría de Seguridad, Tegucigalpa, San Pedro Sula, Olancho, Comayagua y Colón son los puntos focales de la capital donde se están registrando la mayoría de los incidentes violentos y delictivos. Además, se observa que la criminalidad está desplazándose hacia otros sectores donde anteriormente no se reportaban ni denuncias por extorsión.
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FALTA DE PERSECUCIÓN EFECTIVA CONTRA EL DELITO
Javier Acevedo, director ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH), ha señalado que la falta de persecución efectiva contra el delito está exacerbando la criminalidad en Honduras. “La población tiene más información sobre los homicidios y eso genera temor”, explicó Acevedo, aludiendo al ambiente de inseguridad que prevalece en el país.
Acevedo también destacó un problema cultural, afirmando que “en el país todavía estamos con una actitud favorable hacia la violencia. Todos pretendemos resolver nuestras diferencias con actos violentos en lugar de optar por el diálogo y la negociación”. Según el director de CIPRODEH, este comportamiento se manifiesta en diversos ámbitos, desde la ocupación de edificios hasta altercados en la calle por asuntos triviales.
La falta de una investigación adecuada y efectiva en contra del delito es otro factor crítico que promueve la impunidad. “La mala investigación en contra del delito promueve la impunidad, por eso es que la extorsión, el robo y otros delitos conexos están incrementando”, afirmó Acevedo. La mayoría de los crímenes quedan sin resolver, lo que permite a los perpetradores continuar cometiéndolos con la tranquilidad de que, incluso si son capturados, probablemente recuperarán su libertad debido a la deficiente investigación.
Esta impunidad no sólo perpetúa el ciclo de violencia, sino que también incrementa la sensación de inseguridad entre los ciudadanos hondureños, quienes perciben un aumento en la criminalidad a pesar de las estadísticas oficiales que indican una disminución en algunos tipos de delitos.
