oposición se viste de azul

Hechor y consentidor pecan por igual

Cuando la vida es un martirio

Por: Oscar Miguel Marroquín

Por todo el territorio nacional se dice que Juan Orlando Hernández violó la constitución al haberse postulado para un segundo mandato presidencial; la carta magna prohíbe básicamente la reelección; haciendo uso indebido de los recursos del Estado JOH compró voluntades fuera y dentro del Congreso Nacional, los obstáculos fueron anulados. La “oposición política” no pasó de hacer más de algún berrinche, aduciendo la inconstitucionalidad de la candidatura en mención y, finalmente estos terminaron por aceptar las reglas del juego.

¿Hay o no delito en la reelección de JOH?

Naturalmente que hay un delito y, por cierto, un delito muy grave. Violar los preceptos constitucionales lleva irremediablemente al rompimiento de mutuo acuerdo entre el Estado y la sociedad, en otras palabras, el contrato que fundamentalmente tiene como principio, evitar el rompimiento de la convivencia pacífica, sufre un golpe de muerte, y deja abierta las puertas para que el caos y la violencia se apoderen de la nación.

Muy sagazmente, JOH hace una jugada al más alto nivel para evitar que su candidatura sea inconstitucional, y, por lo tanto, para evitar el rompimiento entre el Estado y la sociedad; la Corte Suprema de Justicia mediante todo un trabalenguas jurídico anuncia que no existe tal violación constitucional en la reelección, y muy campantemente opositores y oficialistas participan del tradicional circo electoral.

Aunque la reelección presidencial es inconstitucional, nadie quiso quedar por fuera.

Nuevamente pregunto ¿Es inconstitucional la reelección en Honduras?

Por qué tanta obstinación de mi parte con la pregunta ¿Es inconstitucional la reelección en Honduras? Mi terquedad con esta pregunta tiene un punto de partida que se fundamenta en el refrán que reza: “HECHOR Y CONSENTIDOR PECAN POR IGUAL”.

 Los que se hacen llamar opositores políticos consintieron tácitamente o no, la reelección presidencial, pues aceptaron y compitieron del “proceso electoral” hasta el último momento, aún y cuando sabiendo que había un delito supremo que implícitamente invalidaba cualquier forma de competición electoral.

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¿Pero por qué acompaña la oposición política semejante delito?

En una ocasión la periodista hondureña Lidieth Díaz preguntó ¿por qué Manuel Zelaya y los otros dirigentes políticos de oposición no quisieron quedarse por fuera del proceso electoral en el que ilegalmente participó Juan Orlando Hernández? Mejor planteada no podía estar la pregunta, posteriormente la misma periodista respondió a su propia pregunta: “seguramente porque Manuel Zelaya y el resto de la oposición no querían quedar sin una tajada del pastel”.

Salvador Nasralla se fue a Washington en plena efervescencia de las manifestaciones antifraude y allá le dieron atol con el dedo que se iban a repetir las elecciones o que las iban a invalidar para colocarlo en el poder y fue así que se desmovilizó al pueblo.

Luis Zelaya junto a Nasralla se fueron a zampar al diálogo inventado por JOH y las Naciones Unidas (ONU), y ahí pasaron seis meses oyéndole las pajas a Igor Garafulic y al final lo único que hicieron fue a hacerle tiempo al titular del régimen para que se afianzara en el poder.

No hay que olvidar que los liberales hicieron pacto con JOH en su primer mandato alegando que por la gobernabilidad no aceptaron el Congreso Nacional que Manuel Zelaya y Libre les ofreció.

Al final se ha descubierto que fueron más de 60 millones los que pagó JOH por controlar el Congreso Nacional y eso fue como el punto de partida para que los nacionalistas se aferraran en el poder y que ahora no quieren soltar.

En conclusión, la oposición política tiene mucha responsabilidad en todos los delitos y crímenes cometidos por el dictador Juan Hernández, responsabilidad que naturalmente no han querido aceptar, seguramente porque no quieren que el refrán que dice “HECHOR Y CONSENTIDOR PECAN POR IGUAL”, los salpique.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

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14 comentarios

  1. En ese momento era necesario , qué tonto criterio y qué se supone qué el pueblo hiciese? La dictadura es un plan a largo plazo de la USA, ayer, hoy o mañana