Tomada de Infovaticana
La viuda del diplomático hondureño Alejandro Valladares, cuyo caso saltó a los medios al denunciar por estafa al Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, habla en exclusiva para Infovaticana sobre su lucha para que se conozca la verdad sobre el prelado.
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“El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga sabe todo lo que hace su mano derecha, el Obispo Auxiliar Juan Pineda, pero siempre lo ha encubierto y protegido”, asegura a Infovaticana Martha Alegría Reichmann, la hondureña viuda de Alejandro Valladares, jefe en su día del Cuerpo Diplomático del Vaticano, cuyo caso saltó hace unos meses a los medios al acusar al Arzobispo de Tegucigalpa y mano derecha del Papa en Latinoamérica de haberles estafado.
“Hace lo que sea para salvarlo”, insiste en entrevista exclusiva concedida a este medio. “Lleva casi 20 años haciéndolo”. Pineda, según sabe el Papa desde hace un año gracias al informe encargado al obispo argentino retirado Alcides Jorge Pedro Casaretto sobre la situación de la Iglesia Hondureña, ha sido acusado de diversas irregularidades que desbordan los tejemanejes financieros que implican a su superior para adentrarse en el terreno de los abusos sexuales. En concteto, dos ex seminaristas aseguran haber sido acosados sexualmente por Pineda cuando este impartía clases en el seminario diocesano. Según otras dos fuentes creíbles que han preferido mantener el anonimato para evitar represalias, lo descrito por los seminaristas casa con un todo un patrón de conducta que Pineda habría seguido con sacerdotes, seminaristas y laicos.
Martha y su marido tenían al Cardenal por un buen amigo, su “mejor amigo”. Un amigo por el que, además, se esforzó por favorecer su marido, asegura Alegría. “Muy diplomáticamente, claro, pero trabajó bastante para que se le nombrara cardenal. No fue fácil, porque tenía muchos enemigos”. De ahí que fuera especialmente dolorso descubrir que habían sido estafados por aquel hombre en el que tanto confiaban. En 2012, según explica Martha, convenció al matrimonio para que invirtiera una fuerte suma en un fondo de inversión de Londres. El fondo estaba administrado por musulmán de la confianza del cardenal, Youssry Henien, que luego desapareció con el dinero.
Lo que preocupa y entristece a la viuda de Valladares no es en absoluto el dinero perdido; es que “esos dos personajes continúen sin pagar sus faltas, muchas y graves”. Y, especialmente, la actitud incomprensible del Papa frente a los desmanes de Maradiaga y su segundo.
“Nadie se explica por qué el Papa le protege”, se lamenta Alegría. “Dice siempre que poder y dinero enlodan a la Iglesia, pero a Rodríguez se lo permite. Ha condenado el amiguismo y el buenísimo, pero con Rodríguez lo practica. Últimamente ha dicho que “es escandaloso tratar el dinero sin transparencia o gestionar los bienes de la Iglesia como si fueran personales”, y esto es precisamente lo que hace Rodríguez. He leído recientemente calificar a Francisco como “un Papa permisivo con sus ovejas favoritas”, y así parece. Todo esto es muy triste, no solo para mí, sino para todos los católicos”.
Martha Alegría, sin embargo, tiene más razones para la perplejidad, porque tuvo ocasión de explicarle todo el caso al Papa, que le recibió el 21 de Noviembre 2017. “Me dijo que estaba bien enterado de mi caso, que podía contar con “toda su buena voluntad” y que ya había dado instrucciones a Secretaria de Estado para que lo resolvieran mi caso”.
Pero, al parecer, todo quedó en amables palabras. “Al día de hoy no ha habido ningún resultado. Creo que la voluntad del Papa debería de prevalecer; es el Papa, y se supone que nadie está por encima de él”.
Si la estafa abrió los ojos de la viuda de Valladares sobre el lado oscuro de quien consideraba un buen amigo, posteriormente ha tenido ocasión de descubrir nuevos aspectos de esta faceta oculta del prelado. Como, por ejemplo, el muro de silencio que ha impuesto en Honduras en torno a las cuestionables actividades de su mano derecha, Pineda.
“Hay sacerdotes que vivieron sus últimos años en extrema pobreza y murieron en el más absoluto abandono por haber informado al Arzobispo sobre las actividades de Pineda”, asegura. Y da nombres: el Padre Francisco Torres y el Padre Francisco Salvador. “La Iglesia hondureña ha perdido muchos sacerdotes por ese mismo motivo, también ha perdido seminaristas, jóvenes que han buscado a Dios y han encontrado al demonio”, se lamenta.
Alegría no es inmune a los ataques de los numerosos y poderosos amigos del cardenal, quienes aseguran que todo son “calumnias” dirigidas, en realidad, contra el propio Francisco, en cuyo consejo privado -el C9- figura Maradiaga de forma prominente. “Eso nadie se lo cree, es solo algo que se han inventado para justificarle”, señala. “Si fuera así, atacarían también a otros cardenales del C9, no solamente a él”.
Lo que anima a Martha Alegría, además de la justicia de su causa, es el apoyo que ha recibido de muchas personas. “Esta lucha la comencé con el apoyo de algunos sacerdotes amigos, ahora puedo decir que me respaldan varias instituciones de Derechos Humanos. Tengo el apoyo moral de muchísimas personas, la bendición de muchos sacerdotes pero, sobre todo, tengo la bendición de Dios; me siento su instrumento y es Él quien me da la fuerza para denunciar lo poco que sé y lo que estoy viviendo porque es absurdo recibir tanta maldad de gente que solamente debe hacer el bien”.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
3 respuestas
Hay que exigirle a este señor devuelva el dinero estafado !
Apestan a corrupción y depravación!?
Es un hijo de puta maradiaga falzo