Por: Agencias
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Ciudad de Guatemala. Jimmy Morales, del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), y Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), se disputarán hoy la segunda vuelta electoral y uno será electo quincuagésimo presidente del país.
Varias razones han hecho que esta elección, y en particular de la segunda vuelta, sea inédita. Desde los candidatos hasta las condiciones en que llegaron a disputar la primera magistratura del país tienen características sin precedentes.
Este año, Guatemala vivió la más grande crisis de Gobierno de la era democrática, la cual comenzó el 16 de abril último, cuando el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) señalaron a Juan Carlos Monzón, en ese momento secretario privado de la Vicepresidencia, como supuesto cabecilla de una estructura criminal dedicada a la defraudación aduanera, denominada La Línea.
Ese fue el detonante de un malestar social que desencadenó una serie de protestas ciudadanas pacíficas que exigían un alto a la corrupción, lo que, aunado al trabajo del MP y la Cicig —que recibió gran respaldo de los sectores de la sociedad—, provocó la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti y, posteriormente, la del presidente Otto Pérez Molina, ambos señalados de encabezar la mencionada estructura que defraudó al fisco.
Pérez Molina y Baldetti, junto a otros exfuncionarios también señalados de pertenecer a esa banda criminal, se encuentran en prisión preventiva y a la espera de que el MP presente las pruebas que los jueces evaluarán para decidir si se abre juicio en su contra para probar su culpabilidad o inocencia.
La politóloga de la Universidad de San Carlos, Geidy de Mata, considera que se rompieron paradigmas en esta elección.
“La formación de esta estructura para generar una defraudación al Estado despierta una indignación por parte de la ciudadanía en rechazo a la corrupción y cuestionando el ejercicio del poder político por los gobernantes y la política tradicional”, afirmó De Mata.
La experta precisó que ese rechazo a la política tradicional se materializó con el castigo al partido que en ese momento estaba a la cabeza de las encuestas y su candidato presidencial.
“Otro paradigma que se rompió en estas elecciones es que no ganó el que más invirtió en la campaña, como había sucedido anteriormente”, destacó la politóloga, y agregó que “la ciudadanía castigó ese vínculo y negociación que existió desde tiempo atrás entre el Partido Patriota y Libertad Democrática Renovada (Líder)”.
Desde las elecciones de 1995, se volvió una constante que el candidato que quedaba en segundo lugar en los comicios se convertía en presidente en el próximo evento electoral, como sucedió con Alfonso Portillo, Óscar Berger, Álvaro Colom y Otto Pérez Molina.
Sin embargo, esta vez, quien quedó en segundo lugar en las elecciones del 2011, Manuel Baldizón, ni siquiera logró disputar la segunda vuelta, pese a que dominó la intención de voto en distintas encuestas por más de dos años. Por lo que esa constante se rompió en esta ocasión.
Otro punto que se debe tener en cuenta es que desde los comicios de 1989, cuando fue electo Jorge Serrano Elías, todos los mandatarios habían buscado el puesto, como mínimo, en una elección anterior, lo cual de nuevo no ocurrió ahora, pues es la primera vez que Morales y Torres participan como candidatos a la Presidencia. A la candidata de la UNE le fue negada la participación en las elecciones pasadas.
Torres es la primera mujer que logra llegar a una segunda vuelta electoral, y si ganara, sería la primera presidenta en la historia de Guatemala.
Morales es el primer candidato que llega a segunda vuelta sin haber buscado antes la Presidencia, e intenta explotar su inexperiencia en la política.
Entre los partidos políticos también hay singularidades. En el caso de FCN-Nación, en el 2011 solo postuló diputados y alcaldes, pero no consiguió ningún cargo público.
Si ganara en esta ocasión pasaría de ser una organización casi desconocida a convertirse en el partido oficial, mientras que la UNE lucha por ser el primer partido político de la era democrática en repetir en el Gobierno, ya que en los comicios del 2007 fue electo Álvaro Colom, pero desde 1984 ninguna organización ha logrado repetir. Al contrario, la constante ha sido que pierdan fuerza y desaparezcan.
Para el politólogo Luis Fernando Chávez, estos comicios dejaron en claro que la población votó cruzado y se interesó en repartir el poder político en quienes creen podrán manejarlo.
“Esto demuestra que ahora existe mayor cultura política y mayor conciencia”, afirmó Chávez. (Con información de agencias y Prensa Libre).
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