Por: Lorenzo García Santos
Oligarquía maldita y desnacionalizada:
Con vosotros habla la conciencia nacional para dejar en claro que las razones que aducisteis para burlar con fuerza la voluntad del pueblo manifestada en las urnas aquel fatídico 28 de junio de hace diez años carecen de toda validez y solo fueron excusa y justificación para ahorcar las ilusiones de un pueblo esperanzado.
Alegasteis que deponías en «sucesión constitucional» (figura jurídica inexistente) la presidencia de Mel Zelaya en virtud de prevenir sus intentos de reelección manifestados en una simple encuesta in vinculante, con lo que hicisteis trizas la legalidad de la República utilizando el asta de la misma bandera liberal para arrollar el corazón de la Constitución burguesa que prohibía expresamente la reelección por cualquier medio utilizando la marioneta desgarbada y demostrando que en el bipartidismo no hay diferencia ni distancia: los dos son uno.
Falsificasteis la firma presidencial con el descaro del ladrón descubierto pretendiendo revestir de validez el abandono e hicisteis que el remedo de Corte Suprema de Justicia dispusiera prohibiciones y ordenara actos sin fundamento jurídico, después ordenasteis que esa misma Corte perdonase a los delincuentes políticos y a los militares asesinos que destrozaron el fundamento republicano rebelándose contra el Presidente. Secuestrasteis la Administración Pública y la saqueasteis en menos de seis meses con los peores actos de corruptela conducidos por el sátrapa, sus acólitos de ambos partidos y los traidores que se entregaron a la sobrevivencia al lado de los golpistas. Reprimisteis la respuesta de este noble pueblo inconforme y rebelde con el odio mas feroz desde la gaseada, paliza, asesinato y exilio esperando amainar con el miedo la virilidad de gente desarmada pero segura en su inconformidad y resuelta en la esperanza.
Instaurasteis como institución el fraude electoral (tan célebre en Honduras que desde antes de que naciéramos ya eran nuestros comicios conocidos en el mundo como «Elecciones estilo Honduras») y sin empacho declara su órgano especializado que los conteos son al revés para que gane el que pierde. Dejasteis indefenso al pueblo y sin capote legal para exigir los derechos que como la plebe romana se ganó en el pasado a fuerza de lucha y sin agachar la cabeza. Obreros, campesinos, mujeres, profesionales, jóvenes quedaron indemnes ante los excesos e injusticias de la canalla que responde a todo con gases y macana para centralizar los hilos del poder institucional en las manos de un tirano que hace bailar como el flautista a legisladores, operadores de justicia e instituciones en función de su dictadura nefasta y manejada con puño de hierro, que no admite disensión y cobra con la vida el desacuerdo.
Nota relacionada A 10 años del golpe de Estado. Parte I “La conspiración”
La razón que invocasteis para vuestro golpe artero la violasteis satisfecho para reelegir al sátrapa de hoy mediante una Sala Constitucional obediente y dócil al pedido del tirano. Advertidos estabais de lo que resultaría y lo afrontasteis sin temor usando de botana el principio de legalidad.
Los diez años de ignominia ya tienen su resultado y con creces cosecháis lo que con odio sembrasteis. Este pueblo con ánimo resuelto ya no va de reculada, escoge ya su colina como la plebe romana y se apodera de ella para estacionarse sin prisa y aguantar en la lucha. Podéis inventar mil razones y mil «diálogos» y nadie cederá en su forma. Los gases que matan obstruyendo bronquios y atormentando ancianos, las balas que destrozan los pechos de los jóvenes ya sea en Municipios o en la Universidad, los toletes que fracturan cráneos y los falsos infiltrados que provocan la represión en operaciones especiales no serán olvidados, la plebe tiene cronistas.
Fundasteis vuestro poder en la fuerza de las armas y te sostenéis con la muerte y el miedo; no hay empiezo sin final ni mal que dure cien años. La ignominia os bese mientras tomáis vuestro chocolate y pagas lo que debes.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas