Ex primera dama de Honduras

Gobierno hondureño sacrifica aliados para legitimarse en el poder: InSightCrime

Por: Ronna Rísquez

La captura de la ex primera dama de Honduras es otro clavo en el ataúd de la familia Lobo. El chivo expiatorio de la élite hondureña con el que Juan Hernández pretende legitimar su gobierno, congraciarse con Trump y demostrar que apoya la lucha anticorrupción de la Maccih.

Esta semana fue detenida en su residencia en Tegucigalpa, la ex primera dama de Honduras, Rosa Elena Bonilla de Lobo, esposa del ex presidente Porfirio Lobo, quien gobernó el país, entre 2010 y 2014, después del golpe de Estado a Manuel Zelaya.

La captura de Bonilla de Lobo se produjo por orden del tribunal anticorrupción hondureño, luego de ser acusada de delitos de malversación de fondos, lavado de activos y asociación para delinquir. Posterior a la detención la representante de la Misión de Apoyo a la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), Ana María Calderón, en su condición de vocera interina de la organización, explicó que este procedimiento era resultado de cuatro meses de investigación en el caso que fue denominado: Caja chica de la Primera Dama.

MACCIH
La ex primera dama, Rosa Elena Bonilla de Lobo, compareció esta mañana en las oficinas de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC)

“Se formuló acusación contra Rosa Elena Bonilla de Lobo, quien junto a otros ex funcionarios públicos habría cometido los delitos de malversación de fondos públicos, lavado de activo y asociación ilícita por haberse apoderado de por más de 16 millones de lempiras (aproximadamente US$600.000) y haber creado una red de blanqueo de capitales para ocultar el dinero proveniente del Estado y que estaba destinado a obras sociales”, dijo Calderón en una rueda de prensa convocada por la MACCIH.

La investigación arrojó que Bonilla de Lobo había “conformado una agrupación para apropiarse de fondos públicos entre 2011 y 2014, a través de 70 cheques girados a favor de 9 personas simulando relaciones contractuales para dar apariencia de legalidad”, detalló la representante de la MACCIH.

Mediante este mecanismo retiraban de la cuenta del Estado -en la habían donaciones de algunos gobiernos- el dinero, que luego era depositado en efectivo en una cuenta personal que fue abierta por la primera dama en el mismo banco. En ambos casos las transacciones fueron hechas por una misma red de nueve personas.

Por otra parte, la captura de la ex primera dama coincide con la visita a Honduras de la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, quien se reunión con el presidente Juan Orlando Hernández para tratar temas de seguridad, lucha contra el narcotráfico, migración y pandillas.

Haley agradeció a Hernández en nombre del presidente Trump por el trabajo que ha venido haciendo en la lucha antinarcóticos y contra las pandillas, mientras que el mandatario hondureño se comprometió a apoyar el trabajo de la MACCIH y así demostrar su disposición a combatir la corrupción.

Esta voluntad para luchar contra la corrupción se vio debilitada debido a un impasse con la MACCIH por la aprobación de la Ley de Presupuesto en el Congreso -con importante representación de miembros del partidos de Hernández- , que prácticamente inhabilitaba a la representación de la OEA.

Además, la detención de Rosa Elena de Lobo coloca a toda familia Lobo en posición de conflicto con la justicia por su participación en actividades criminales. Hace menos de un mes, el ex presidente Porfirio Lobo fue señalado de ser socio y colaborador del grupo de narcotraficantes Los Cachiros. Un informe publicado por El País de España revela que el mandatario y su partido habrían ayudado a la organización criminal a conseguir contratos con el Estado.  

Esto se suma al escándalo que significó la condena a 24 años de prisión que recibió su hijo Fabio Lobo en septiembre de 2017, luego de declararse culpable de conspiración para introducir cocaína a Estados Unidos. Todos estos delitos habrían sido cometidos durante los años en que la familia gobernó Honduras.

Análisis de InSight Crime

Con la captura de Bonilla de Lobo, el gobierno de Juan Orlando Hernández mató tres pájaros de un tiro.

En primer lugar, podría ser una forma de retribuir el apoyo que le ha venido dando la administración de Donald Trump, principalmente en materia de seguridad y en la lucha contra el delito organizado, pues los lazos de la familia Lobo con el crimen transnacional parecen ir más allá de Fabio Lobo y su nexo con Los Cachiros.

Por otra parte, también queda muy bien con la OEA y Luis Almagro, quien incluso se vio obligado a reunirse con Hernández luego del inconveniente con la MACCIH. La captura de Bonilla de Lobo podría ayuda a borrar ese mal recuerdo y sería una demostración de buena voluntad y de disposición, y de disposición a trabajar en conjunto para combatir la corrupción.     

Así lo hizo ver la vocera de la MACCIH en su declaración. “Esta acción conjunta solamente nos permite asegurarles que la MACCIH-OEA tiene el firme compromiso de seguir trabajando en la lucha contra la corrupción a través de las instituciones del Estado”, dijo en la rueda de prensa.

“El caso denominado “Caja chica de la Dama” supuso la puesta en marcha del Modelo Anticorrupción hondureño diseñado por la MACCIH-OEA. En cumplimiento del convenio celebrado entre el Estado de Honduras y la OEA”, remarca el comunicado difundido por la OEA.

Al mismo tiempo, Juan Orlando Hernández continúa buscando mecanismos que le permitan legitimar su segundo mandato, marcado por la sombra del fraude, interna y externamente. La detención de la exprimera dama, se suma a recientes anuncios en su política de seguridad, con un endurecimiento en la lucha contra las drogas y el crimen organizado y la persecución a las pandilla.

Esto podría significar, que Hernández estaría retomando la bandera de la seguridad y la lucha contra el crimen transnacional -que le dio buenos resultados en anterior gestión- para ganar el respeto y la estabilidad que su gobierno necesita. Aunque esto implique usar a la familia Lobo, antiguos colaboradores suyos y de Estados Unidos, como chivo expiatorio.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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8 comentarios

    1. El «troll» ignorante esta de regreso. Cuanto te pagan? Muy poco por que sos pesimo en ese trabajo.