Por: Carlos Zelaya*
Consternación, indignación, dolor, pesar, nostalgia; tantos sentimientos agolpados en la memoria por el «logro» del régimen que hoy obliga al cierre del mejor periódico de las décadas de 1970, 1980, 1990. 2000 hasta el arribo de esta desgracia que desgobierna Honduras hoy. Diario Tiempo fue el primer medio que me abrió las puertas a esta profesión de escribir con la verdad que tanto me gusta.
Diario Tiempo constituía el paradigma del buen periodismo, responsable, serio, comprometido valiente y digno. Me siento triste y como cualquier ser humano derramé lágrimas de tristeza y nostalgia al ver esa portada que nos transmite la infausta noticia del cierre de lo que fue un baluarte del libre pensamiento, del mejor periodismo de opinión y de la defensa de los derechos humanos en este país y Centroamérica.
Escuchaba a David Romero evocar los nombres de los mejores libre pensadores y directores que surcaron las páginas de Diario Tiempo, el primero en denunciar la presencia de la contrarrevolución nicaragüense en nuestro país, allá en la década de 1980, una de tantas anomalías cometidas por gobiernos antipatrióticas y antinacionales, como el actual, que han desgobernado nuestro país.
Partido Nacional, frase de oprobio cuya onomatopeya suena a desgracia, traición, trampa, puñalada trapera, agresión por la espalda, mentira, falsedad, crimen, asesinato u homicidio y arbitrariedad; tantas actitudes y sentimientos que solo hablan de miseria, represión, exclusión, despojo y odio social.
Tuve el orgullo en 1991 de trabajar nueve meses en Diario Tiempo a mi salida como redactor de monitoreo y resúmenes de violaciones de derechos humanos para el CODEH, entre 1989 y 1991, saliendo apenas de la década obscura de los desaparecidos en este país.
Entrar a trabajar en Diario Tiempo para mi fue un orgullo, un enorme privilegio de pertenecer al periódico que decía la verdad, valiente y pura, la misma de la que grandes pensadores, como George Orwell, mi autor favorito de la realidad y futuro de la sociedad, practicaban con mensajes tales como: «Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que se publique, todo lo demás son relaciones públicas».
Para lograr el empleo me entrevistó su director, el licenciado Manuel Gamero, ante la antipatía natural de su jefa de redacción, Vilma Gloria Rosales, trabajé siete meses bajo contrato temporal y nunca olvidaré la técnica de la plática, con preguntas contradictorias para auscultar mis intenciones de laborar ahí, ese momento se convirtió para mi en un recuerdo de anécdota, por el respeto y admiración que sentía por el licenciado Gamero.
Vilma Gloria Rosales no me dio la oportunidad para quedarme y me puso como opción que me fuera a trabajar a la redacción de San Pedro Sula, al mando del licenciado Puerto, estuve dos meses, viví en condiciones incómodas y eso más la ausencia de mi primera pareja e hija hicieron insostenible mi estadía en aquella ciudad y renuncié para retornar a la capital.
Pese a esto nada ni nadie me hicieron desistir en mi afecto a Diario Tiempo, recuerdo a colegas, a quienes siembre admiré, hasta la época del golpe de Estado del 28 de junio de 2009, como Noe Leiva, Gustavo Palencia, Francisco Rodríguez Enamorado y Roberto Corea, entre otros, que hacían un excelente periodismo de investigación. Los magníficos editoriales del maestro de la ética Ventura Ramos, de su director Manuel Gamero, las excelentes columnas del padre jesuita José María Tojeira, Víctor Ramos y Víctor Meza, entre otros.
El golpe de Estado marcó un parte aguas en el periodismo nacional y marcó distancias con periodistas que se negaron a denunciar la asonada golpista o simplemente se prestaron a las maldades del innombrable de El Progreso.
Hoy el régimen asesinó a Diario Tiempo…y lo mismo pretende hacer con Canal 11, al que busca ahogar financieramente presionando a la banca para que esta no maneje sus cuentas empresariales y las cuentas de ahorro de sus empleados, quienes en el transcurso de esta semana han querido abrir ese espacio en bancos locales para lo que se han tenido que someter a vergonzosos y draconianas entrevistas.
Busque un anuncio del gobierno en Canal 11 y no encontrará ni uno tan solo, esa es una evidencia de que el gobierno está empeñado en su cierre; solo la creatividad y esfuerzos de sus ejecutivos permitirán que este medio de comunicación, por más que se le critique su política editorial, siga operando al servicio de sus propietarios y del pueblo hondureño.
Hoy trastocando el genio del gran poeta peruano, Cesar Vallejo, diría ante este pesar:»Honduras, aparta de mi este cáliz».
Con más indignación que nunca hoy les digo compañeros y compañeras …hasta pronto Diario Tiempo, hasta pronto colegas del diario que se lee primero.
*Periodista.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas