Tegucigalpa, Honduras. – La violencia en contra de la mujer en los últimos años se ha normalizado, según analistas por la falta de atención estatal y por el papel que juegan los medios de comunicación en el país. Sin embargo, este flagelo se ha trasladado a las niñas y adolescentes, que además de ser víctimas son expuestas como responsables de sus muertes.
Durante el fin de semana pasado, trascendió la muerte de una niña de 13 años, cuyos titulares de medios de comunicación indicaban “enamorado despechado la mató”, de acuerdo con feministas “romantizando el femicidio” y además justificando el asesinato.
“Estamos en una cultura de normalización de las muertes violentas de mujeres y femicidios, creo que asusta más la muerte y tortura de un animal –no estoy a favor de la tortura de ningún ser— pero genera más reacciones que la muerte de mujeres y niñas” expresó a Criterio.hn, Jessica Sánchez, directora ejecutiva del Grupo Sociedad Civil (GSC).
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¿QUÉ ES EL FEMICIDIO?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una definición amplia, señala que el femicidio abarca todo asesinato de una niña o una mujer, además menciona que el femicidio es el extremo del espectro de la violencia contra las mujeres.
Históricamente las mujeres han sido víctimas de todo tipo de violencia, gestada en una sociedad machista y patriarcal; violencia normalizada a través de una diversidad de actos, como el acoso verbal, abuso emocional, abuso físico o sexual. Todas estas, violencias de género.
De acuerdo con la Pastora y coordinadora de Ecuménicas por el Derecho a Decidir, Ana Ruth García, “la violencia basada en género cada día se profundiza en el país, principalmente con el repunte de los fundamentalismo y conservadurismo, que se oponen a derechos elementales como la educación y salud”.
Violencia que, además, de acuerdo con las organizaciones de mujeres es normalizada y reproducida por los medios de comunicación que no tienen un enfoque de género o que forman parte de grupos fundamentalistas religiosos.
“Los medios de comunicación han normalizado la muerte violenta de niñas, de tal manera que ponen “relación” de una niña de 14 o 15 años con un hombre de 25, 30 años y más”, señaló Jessica Sánchez.
El femicidio en Honduras está tipificado como delito en el Decreto 23-2013, además señala que el perpetrador recibirá de 30 a 40 años de cárcel, sin embargo, las organizaciones de mujeres y los familiares siguen a la espera de procesos investigativos.
Para la defensora de derechos humanos, Ana Lucía Pérez, debido a que el patriarcado en Honduras es histórico, es necesario que a través de estudios se “vaya develando el sistema patriarcal”, y además desarrollar investigaciones en torno a los femicidas y violadores. “Lastimosamente se investiga más a las víctimas que a los agresores, entonces por eso no tenemos respuestas”.
El lunes 19 de junio, ante la noticia que habían encontrado una fosa clandestina y que podría tratarse del hallazgo de dos adolescentes y una joven que estaban desaparecidas desde el 15 de junio en la aldea Agalteca del municipio de Cedros, Francisco Morazán, medios de comunicación abrieron sus espacios para llamadas telefónicas, esto generó que personas llamaran para cuestionar la conducta de las víctimas.
Luego del levantamiento cadavérico, las víctimas fueron identificadas como Naomi Moncada de 16 años, Marian Juárez de 18 años y Nayeli Bonilla de 22 años.
Honduras, hasta el 19 de junio contabilizaba 170 femicidios de acuerdo al observatorio de muertes violentas de Ecuménicas por el Derechos a Decidir. Cifra que cambió de manera drástica tras la muerte violenta de al menos 46 mujeres al interior de la Penitenciaria Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).
MUJER: SINÓNIMO DE VIOLENCIA Y FEMICIDIOS EN HONDURAS
Antes estos hechos violentos y desgarradores, las organizaciones de mujeres se han pronunciado para que, desde la institucionalidad del Estado se tomen acciones congruentes para contrarrestar los altos índices de femicidios en el país.
“Honduras país que está en guerra con sus mujeres”, asi catalogó la defensora de derechos humanos, Jessica Sánchez ante los constantes hechos de violencia en contra de las mujeres y niñas que se han suscitado en el país centroamericano en los últimos días.
En ese sentido, Sánchez expresó a Criterio.hn “demandamos a la presidenta su expresión en torno a los femicidios y muerte violenta de mujeres”.
Pese a que reconoció que hasta el momento se está trabajando en una estrategia contra femicidios desde la Secretaría de la Mujer con organizaciones feministas, para la defensora de derechos humanos esto «no es suficiente».
Además, a través de su cuenta de Twitter denunció que desde hace meses han insistido en hablar con la presidenta Xiomara Castro, para abordar la violencia contra las mujeres, pero no han obtenido respuesta.
En ese mismo orden de ideas, Cristina Alvarado, del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, indicó a Criterio.hn “es lamentable que en este país no se dé respuesta a la violencia en la vida de las mujeres y su expresión más extrema: los femicidios”.
Por su parte, Ana Ruth García, advirtió que la violencia contra niñas y adolescentes “se está profundizando con más saña, con más odio y con tratos crueles e inhumanos”.
Además, la pastora enfatizó que los discursos de apología de odio contra las niñas y mujeres “manifiestan que no tenemos derechos a una vida digna, donde se nos eduque para la prevención y es nadar contra la corriente en un país donde grupos conservadores se oponen a todo lo que es derechos humanos de las mujeres y niñas”.
Según el Observatorio Nacional de la Violencia (ONV) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), desde 2005 al 2022 las muertes violentas de mujeres sumaron 7,089, de las cuales el 70 % son femicidios.
El banco Mundial, en su ultimo estudio ubica a Honduras con la tasa más alta de femicidios en América Latina, 4.7 femicidios por cada 100 mil mujeres.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas