Tegucigalpa, Honduras. — La falta de constancia y permanencia en los operativos de la Policía Nacional y la Policía Militar del Orden Público en puntos clave de Tegucigalpa y Comayagüela, las ciudades gemelas que conforman el Distrito Central, ha permitido que la criminalidad gane terreno e intensifique sus fechorías durante los 19 días que han transcurrido de diciembre, mes en el que se registra un alto flujo económico.
Durante estos 19 días, la población se ha volcado masivamente a diferentes tipos de comercio para realizar las compras de las fiestas decembrinas. Los criminales, por su parte, también se han desplegado en puntos clave de la capital para cometer diversas fechorías, como el robo de partes de autos estacionados, asaltos en plena vía pública y en unidades de transporte urbano. Esto, debido a la violencia y criminalidad que han azotado al país, se está normalizando de una forma que hasta está pasando desapercibida.
Por ejemplo, el dirigente del transporte urbano Jorge Lanza mencionó que, en las rutas de transporte urbano que llegan al centro de la capital, como la primera y segunda avenida en Comayagüela, se están registrando hasta 15 robos diarios en el total de las unidades que circulan, algo que meses atrás no ocurría con esta frecuencia.
“Rutas como La Nueva Capital, El Divino Paraíso, El Carrizal, La Peña y Tiloarque son algunas de las que tienen estación en el mercado y que más han sido asaltadas. Como hemos denunciado, hay presencia policial y militar, pero no es permanente. Llegan y se van. Ese abandono deja a la población a merced de los criminales”, mencionó el empresario en pláticas con Criterio.hn.
Lo peculiar del caso es que algunos de los malhechores capturados por la Policía Nacional ya habían sido arrestados años o meses atrás por el mismo delito, e incluso algunos por extorsión. Sin embargo, por alguna razón —como la falta de evidencias en las investigaciones— quedaron en libertad, a pesar de mantener en zozobra a la población comerciante y a los consumidores.
De hecho, lo expuesto por el empresario del transporte urbano refleja una práctica habitual de los cuerpos de seguridad. Por ejemplo, hace un par de meses, en agosto de 2024, intervinieron una de las estaciones de transporte urbano de la populosa colonia Cerro Grande, en la capital, debido al cobro de extorsión. Sin embargo, según denuncias recogidas por Criterio.hn, la intervención duró pocos días, permitiendo que los criminales continuaran amedrentando a la población.
Esa misma dinámica se observó en las colonias Los Pinos y Villanueva, también en la capital, que supuestamente habían sido intervenidas. No obstante, este medio de comunicación corroboró que, un día después de anunciar el despliegue, no había elementos prestando seguridad en esos sectores.
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PARTE DE LA INEFICIENCIA
Para Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), las denuncias expuestas son una muestra de las falencias en las estrategias policiales que, con más de dos años de estado de excepción parcial, esta problemática ya no debería existir, lo que evidencia la ineficiencia de una medida que ha sido prolongada hasta el próximo 5 de enero de 2025.
“Estos picos de criminalidad ya no deberían ser un problema a estas alturas; tenemos dos años bajo un estado de excepción que es inconstitucional. Únicamente esta, como otras situaciones, pone en evidencia que no hay avances en temas de seguridad y provoca cuestionamientos como, por ejemplo, sobre el destino del dinero de la institución, considerando que ha sido repotenciada”, valoró Castañeda.
El estado de excepción fue una medida que el gobierno de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, implementó el 6 de diciembre de 2022 para enfrentar la escalada de violencia y criminalidad en el país. Sin embargo, tras más de dos años de vigencia de forma inconstitucional, el ambiente de criminalidad —extorsión y delitos conexos— persiste de manera evidente, impulsado por el crimen organizado y el narcotráfico.
A pesar de esto, las autoridades gubernamentales sostienen que esta medida ha sido eficaz, argumentando una reducción en los homicidios en comparación con años anteriores. Además, destacan un incremento en las capturas y allanamientos de viviendas, acciones posibles gracias a la suspensión de seis garantías ciudadanas establecidas en la Constitución de la República.
En ese sentido, como parte de las estrategias que comprende el estado de excepción, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, a través de la Policía Militar del Orden Público, implementaron una estrategia navideña enfocada en brindar seguridad. Sin embargo, este escenario de criminalidad evidencia la limitada efectividad de dichas acciones.
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