Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.-“El gobierno del Estado de Honduras tiene esquizofrenia o bipolaridad porque por un lado tienen un discurso formal de defensa de los derechos humanos y aprueban tratados de manera impresionante, pero por otro lado su discurso no es compatible con su práctica porque su práctica es violatoria de los derechos humanos”, expresó Joaquín Mejía Rivera, experto en derechos humanos.
Esa contradicción entre el discurso y la práctica genera una grieta y las grietas tienen vacíos y esos tienen que ser llenados por la sociedad con el discurso y practica de los derechos humanos, señalando cuales son las deficiencias del Estado e impulsando las medidas que son necesarias para garantizar los derechos humanos en Honduras.
Buscando además la existencia de instituciones independientes, imparciales y competentes que puedan garantizar que puedan cumplir con su obligación constitucional de garantizar la dignidad humana, apuntó Mejía.
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Un comentario
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