Por: Redacción CRITERIO
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Fotos: Fernando Destephen
Desde aproximadamente las 8:30 de la mañana, varios taxistas organizados, en su mayoría de punto y algunos ruleteros cruzaron sus unidades en las calles principales del Distrito Central impidiendo el paso, creando un caos mayor al que se dá a diario en las calles de la capital hondureña.
El reclamo es por la no legalización de los taxis VIP y otros pedían seguros de vida para los operadores del transporte terrestre que están siendo asesinados cuando se niegan a pagar el denominado «impuesto de guerra».
En los últimos años el servicio de transporte VIP ha florecido en las principales ciudades del país, debido a las altas tasas de inseguridad en el transporte colectivo. Sin embargo, este servicio está siendo rechazado por los transportistas que ven amenazado su negocio.
Por tal razón, los taxistas argumentaron este lunes, en el marco de su protesta, que las demandas se deben a que los VIP no pagan los mismos impuestos que los otros taxis, como los de punto, e incluso, señalaron que no están sometidos a la extorsión de los grupos criminales como les ocurre cotidianamente a ellos.
“Ellos no pagan nada, nosotros pagamos los impuestos, a la alcaldía, además de la extorsión y esa gente nos ha venido a quitar la clientela”, dijo un taxista quien pidió el anonimato, y fue el primero en cruzar su carro en la avenida Cervantes del centro de la ciudad.
En esta oportunidad los taxistas recibieron la espalda por parte de la población hondureña que los ha acompañado en otras ocasiones.
La razón es que el año anterior los ruleteros se fueron al paro exigiendo una rebaja al impuesto aplicado a los combustibles, medida que sin duda beneficiaría a la población en general, pero al final su pretensión era conseguir un aumento a las tarifas, logrando pactar con el gobierno y burlándose de la colectividad.
Una joven profesional con sus mejillas sonrojadas y abundante sudor en su frente por el largo caminar para llegar a su trabajo, manifestó que el paro no tiene razón de ser porque ellos no prestan un buen servicio, las unidades son viejas y sucias y además la lucha es en su beneficio y nunca buscan el bienestar de los usuarios.
Una reunión de más de cinco personas, en las calles de Honduras levanta alarma y los citadinos al observar los vehículos cruzados en las calles reaccionaron en primer lugar con asombro y luego molestos.
Esta joven madre tuvo que caminar un largo tramo con su su bebé en brazos
El tráfico vehicular en Tegucigalpa se paralizó. Muchos no sabían por qué, otros, pues solo caminaron, movían sus labios para expresar alguna queja, luego se perdían en el bulto de cabezas que caminaban sin entender nada.
Cerca del edificio Rojo inclinado, en la intersección de la colonia Palmira hacia el centro de Tegucigalpa, (CICSA) un grupo de personas entre ellos un taxista -que acababa de tener una discusión con una persona que le pidió mover su carro; una vendedora y tres transeúntes, en medio de la paralización del tráfico, compartían experiencias y anécdotas: el precio de los refrescos tres litros, las protestas anteriores, las “gaseadas” y la indiferencia de la población que a pesar de los aumentos a todo no protestan, solo aceptan, normalizan y continúan consumiendo, al final, el culpable -otra vez- fue el pueblo, esa masa autómata que trabaja, se desplaza, consume, se queja y pocas veces acompaña.
Arquímedes Durón, dirigente de la Asociación Interdepartamental de Puntos de Taxis (Aiter) coincide con el taxista anónimo: Los taxis VIP son una competencia desleal.
Durón aseguró que las medidas de presión continuarán si no tienen respuestas pronto.
Aparte de la lucha contra la legalización de los taxis VIP, algunas de las pancartas pegadas en los taxis exigían un seguro de vida para los conductores y mayor seguridad.
El pasado jueves 27 de febrero en el Barrio Buenos Aires de Tegucigalpa, asesinaron a Rony Figueroa, dirigente del rubro. Figueroa ya había sobrevivido a un atentado el 2 de febrero y había asegurado que lo querían asesinar. Su muerte se da en un contexto complejo, en donde un sector quiere la legalización de los taxis VIP y otro no lo quiere.
Ataxis no participó en el paro, desde temprano, su presidente, Víctor Aguilar, aclaró que su asociación no participaría de las acciones de protesta.
A las 12 del mediodía el tráfico volvió a su normalidad, otro caos, pero este más tolerado.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas