Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa, Honduras. De cara al modelo de despojo territorial, criminalización y militarización de los pueblos indígenas, organizaciones nacionales e internacionales, que participan en el Encuentro de los Pueblos “Berta Cáceres Vive”, discutieron estrategias de articulación y solidaridad.
La discusión, desarrollada durante la segunda jornada del primer día del Encuentro, se dio a través de la metodología de mesas de trabajo temáticas: militarización, derechos humanos, derechos de las mujeres, criminalización e impunidad, defensa territorial, educación y comunicación popular.
En la mesa de educación y comunicación popular se evaluó como las radios comunitarias aportan para articular a las regiones que le hacen frente a los procesos de militarización y represión que se dan en los territorios.
Durante el debate en torno a los derechos humanos y derechos de las mujeres analizaron que el asesinato de Berta Cáceres no solo es un femicidio, sino que es una evidencia de como el sistema patriarcal no tolera lideresas en las organizaciones que defienden los bienes naturales y comunes.
Tomás Gómez, coordinador del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), dijo que el legado de Berta Cáceres invita a los pueblos de Latinoamérica a apostarle a los procesos de lucha y resistencia al sistema patriarcal y neoliberal que están contra la vida de las poblaciones. “Nos proponemos como COPINH a ser un pueblo y un país descolonizado, pero también que el territorio no sea militarizado”.
La delegación mexicana –Amigos de la Tierra, Otros Mundos y Movimiento Afectados Por Represas- manifestó que el asesinato de Berta Cáceres y el atentado contra Gustavo Castro Soto “nos une para que no se construya la hidroeléctrica Agua Zarca” y a seguir luchando por una Latinoamérica libre en la que corran los ríos.
En el segundo día del Encuentro Internacional de los Pueblos “Berta Cáceres Vive” se definirán estrategias de solidaridad y articulación para hacer frente al modelo extractivista y la no aplicación de justicia en el asesinato de la lideresa indígena lenca, Berta Cáceres.