Por: Tono Rendón
La historia de siempre, al menos en nuestros países se repite constantemente, cuando crees que por el bien de tu familia y de tu país, algunas cosas se pueden arreglar en el campo político. Llenas tu cabeza de esperanzas, te involucras en cuerpo y alma en causas y luchas al grado de poner en precario tu economía y hasta tu vida.
Cuando crees ver una luz al final del túnel viene un político; (en algunos casos personas en las que tú has creído y confiado) y hace lo que siempre hacen los políticos, abandonan luchas y causas por intereses mezquinos que no estaban incluidos en tus sueños de «país», y tu castillo se viene abajo, se derrumba ante tus propios ojos.!!
A estas alturas, somos decenas–que podrían ser miles –e ilusos soñadores los que consideramos replantear nuestras luchas, y otros miles que se dan por vencidos y dicen patéticas frases que se convierten en «clichés» y que hasta repetirlas me daría vergüenza, aquí viene la encrucijada: como dice la canción, … ¿seguimos o paramos?
En este punto, quienes creíamos saber cosas provenientes de la cultura general y otras cosas de la academia, es cuando nos damos cuenta, que en realidad el sistema ha desarrollado procedimientos y técnicas que permiten que en el afán de tener formas de gobierno justas para todos,–sin importar si son de derecha o de izquierda–, fuerzas ocultas tras el verdadero poder, (actúan CASI SIEMPRE A SU FAVOR), los desencantos proliferan más aún cuando tus sueños van más allá del interés público y trasciende los límites de la moral y la decencia, y además, como es el caso de Honduras y muchos otros países del mundo, donde ya no sabemos si estamos «a favor de los que están en contra, o en contra de los que están a favor»; me explico: la inmadurez política o la decadencia moral nos lleva a aceptar, por interés personal a veces, que los de arriba roben, mientras no afecten tus intereses personales o a veces tu empleo, en otros caso, vemos como la madeja de hilos políticos, se desata como por inercia, y decimos con estúpida resignación: «así es la política» y que le vamos a hacer.
En mi caso particular, algunos compas hasta se atreven a decir con arrogante solvencia “que nos falta capacitación política», lo cual no descarto, pero hay algo en mi interior que es casi como un instinto que me dicta patrones de conducta o razonamientos sobre «la cosa política» que chocan directamente con mi intelecto sin saber explicarlo: “algo te dice en tu interior, que tienes que seguir luchando aún contra la corriente, porque las fuerzas que dan el poder detrás del trono en el mundo entero,–el Deep State—(networks of power) no lo han ganado todo, mientras en tu interior brille esa luz de esperanza, por un futuro mejor.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas