Por: Guillermo Serrano
Hace varios años, los países del llamado tercer mundo procuraron poner un precio justo a los productos básicos que se encontraba en sus territorios. Sucedió con el caucho brasileño, el salitre chileno (nitrato potásico, combinado con nitrato de sodio), y podríamos seguir con la azúcar de caña, el café, etc.
Pero no pudieron. Porque las grandes potencias económicas, se pusieron de acuerdo para hacer quebrar empresas o apoderarse de aquellas que trabajan la materia prima.
Hoy se trata del petróleo ruso. Ya que Estados Unidos y la comunidad europea quieren limitar su precio y su cantidad, de manera que los rusos “sientan” el bloqueo económico que se les quiere imponer, por aquello de su conflicto con Ucrania.
Así las cosas, el Grupo de los 7 países (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos), acordó el viernes limitar el precio del crudo ruso a 60 dólares el barril, poniendo en marcha un complejo plan respaldado por Estados Unidos para limitar lo que Rusia, el segundo mayor exportador de petróleo del mundo, puede cobrar por sus exportaciones de petróleo. Los partidarios del plan dicen que es probable que haga mella en las finanzas del Kremlin, al mismo tiempo que se mantiene suficiente crudo ruso en el mercado para evitar un impacto global en el precio del petróleo.
El domingo, el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, dijo que el tope de precios tendría un impacto negativo en el mercado global y contradiría las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Dijo que Rusia estaba “trabajando en mecanismos” para socavar la aplicación del tope, sin dar más detalles.
“Venderemos petróleo y productos derivados del petróleo solo a países que trabajarán con nosotros en las condiciones del mercado, incluso si tuviéramos que reducir la producción”, dijo en Rossiya-24, una red de noticias estatal rusa.
El precio tope entrará en vigencia el mismo día que el embargo de la Unión Europea sobre las importaciones de crudo ruso” (New York Times).
Y ahí tenemos nuevamente el dilema al que se enfrentan los países que quieren imponer sanciones duras contra Rusia. Porque, incluso con el precio a 60 dólares por barril, Rusia puede generar hasta ¡cien billones de dólares en ganancias en un año!
Polonia y otros países (los países bálticos) querían un precio tope de 30 dólares por barril. Pero el secretario de comercio de los Estados unidos, declaró estar conforme con el precio acordado, “porque así no se desequilibraba el balance de los precios del petróleo a nivel global”.
Tendríamos que decir, aquí, que, la historia demuestra que los embargos y sanciones económicas fracasan muchas veces, porque el resto del mundo necesita de productos esenciales y saldrá a buscarlos y comprarlos donde los haya y al precio que sea.
Hay una parábola moderna que me gusta mucho y que podría aplicarse aquí: “Había un campesino que vivía, él y su familia, de la venta de huevos que sus gallinas ponían todos los días. La gente del pueblo iba a su casa y compraba cada huevo a 10 pesos. Pero cuando él iba casa por casa, con una canasta llena de huevos para vender, cada huevo costaba solo 5 pesos… y no faltaron las personas que le preguntaron a aquél por qué había esa diferencia de precio. El campesino, simplemente respondió[gs1] que cuando las personas del pueblo iban a comprar huevos a su casa, era porque ellos los necesitaban y debían pagar el precio justo. Pero cuando él salía a vender, casa por casa, era porque él necesitaba del dinero…”
Desde que el mundo es mundo (¡vaya frase! como para ponerla en una placa de bronce) los productos “naturales” o que se fabrican tienen un costo que hay que pagar, si uno los quiere o los necesita. Y esto no tiene nada que ver con teorías económicas o políticas. Es simplemente un descubrimiento que hacemos todos los días, cuando vamos a la feria agrícola o al supermercado ¡porque, como el campesino de la parábola, aquélla, necesitamos de algo!
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas