Por: Edgar Soriano Ortiz
La ciudad del Distrito Central es el reflejo de su historia, un gran espejo enterrado, como diría el escritor mexicano Carlos Fuentes, dinámica y sin control de planificación, y con un METROPLAN (plan de desarrollo metropolitano de 1974) superado cuantiosamente por el movimiento de la histórica pobreza. La ciudad no es fácil de comprender y mucho menos de gobernar, es un llano en el fondo de una especie de gran cráter volcánico, hundido por el peso de su historia.
El 25 de enero del presente año el licenciado Jorge Aldana asumió el reto de gobernar este complejo municipio luego de un contundente y legitimo triunfo electoral, donde la gente de la capital castigo al partido Nacional y su decadente candidato. Al asumir Jorge, quien en su primer día en la silla del alcalde de la ciudad expresó en las redes: “esta es mi nueva oficina, pero me verán poco aquí ya que voy estar trabajando en la calle”, eso espera la ciudadanía cansada de tantos malos gobiernos, elitistas y corruptos.
Antecedentes históricos:
La ciudad ha despertado en la mente de los estudiosos y ciudadanos en general grades preguntas sobre su historia, ni fecha ni significado claro de ese magnífico nombre indígena, Tegucigalpa, pero se acerca a “en la casa del gran señor”. Mientras la “gemela” ciudad de Comayagüela, otrora pueblo de indios, también tiene sus vacíos históricos.
Con el pasar de los siglos, mucha memoria ha sido aplastada inclementemente por el tiempo y la inercia de quienes vivieron en ella. Es claro que hay muchos en textos publicados y documentos institucionales – tarea ardua para historiadores – donde se registra los grandes rasgos de su evolución histórica, villa de elites novohispanas en 1862, ciudad de elites autonomistas en 1821 y capital en 1880; luego adentrándose por el sendero de una ciudad liberal arrullada por el caos la marginalidad.
La ciudad del caos y la furia:
La pluma pintada de tinta de rojo sangre diluida en lágrimas tiene responsables, sus elites que se fueron apolillando con los tiempos cambiantes y una profunda inercia provocada por la desigualdad desbordada. Los Alcaldes “nacionalistas”, como movidos por el espirito de su máximo líder el gobernante Tiburcio Carías Andino, han gobernado bajo un manto de moralidad hipócrita, pensado en sus negocios de cemento y sus aislados espacios dejaron a la ciudad a su suerte. Vuelva centro dicen, refiriéndose al abandonado centro histórico, sin planificación ni propuestas integrales, más que el raquítico motivo de la plusvalía de los viejos edificios que décadas atrás habían enterrado a la ciudad entejada.
La “ciudad de la furia” comenzaron a decir algunos luego de aquella canción de Soda Stereo (1988), pobreza y violencia, conjugada por una marginalidad caótica en el terreno y el surgimiento de estéticas culturales propias de esos espacios de pistola y hambre. Menudo trabajo tiene el nuevo alcalde Aldana al encontrar una ciudad desgarrada, quebrantada por las estocadas de elites indoloras y saqueadoras.
Los retos de Jorgito:
El nuevo alcalde Aldana llega cargado de legitimidad, quizás como nunca en medio siglo, sin comprar votos ni inflando urnas, pero claro está que levantado al mandato de la vara por el castigo que la ciudadanía capitalina decidió ese último domingo de noviembre de 2021 contra los sobornadores perpetuados. Los retos es trabajar en los distritos con gobierno cercano e incluyendo a la gente en cada uno de ellos al beneficio laboral y social con el agua como la principal prioridad para su administración. Además, Planificar en la mayor medida para volver la ciudad un espacio público para la ciudadanía, generando condiciones de respeto, expresiones culturales, limpieza, seguridad y acceso de garantías institucionales para combatir la pobreza los márgenes.
Entre muchos otros retos que se puedan mencionar está el de solventar el rostro de la ciudad, su centro histórico. El centro debe ser una prioridad bajo estrategia de políticas públicas vinculando a empresarios, comerciantes, entes estatales y el vecindario, con el fin de generar un atractivo turístico-cultural que generaría nuevos empleos e identidad para ciudad. La ciudad del llano de los potreros ya no aguanta con la miopía y los remiendos. Señor alcalde son sendos los retos.
Real de Minas de San Miguel de Tegucigalpa, 26 de enero de 2022.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Veremos la capacidad de accion del sr aldana , agua es algo que dependera de condiciones naturales de la nina y el nino si hablamos de las cuencas naturales de capital las casi desaparecidas o que existiero cien anos atras ahora ya destruidas por la mano del hombre ,la reforestacion toma de 30 anos para que un arbol adquiera su tamano maduro por asi desirlo, y poder renovar estas cuencas de agua , ya si poder suplir la demanda de tan vital liquido. lucha contra el tiempo .