Foto: Jorge Burgos/Criterio.hn
Los líderes de los países más industrializados del mundo acuerdan implementar medidas inmediatas para asegurar el suministro de energía y reducir la volatilidad de los costes.
El G7 estudiará la posibilidad de introducir límites a los precios de la energía. Reunidos en Alemania, los líderes de los países más industrializados del mundo han acordado implementar medidas para asegurar el suministro de energía y reducir la volatilidad de los costes.
«Tomaremos medidas inmediatas para asegurar el suministro de energía y reducir los aumentos repentinos de precios provocados por condiciones extraordinarias del mercado, incluso mediante la exploración de medidas adicionales, como límites de precios», señala un comunicado del grupo, integrado por EEUU, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón.
El G7 pretende reducir la fuente de ingresos que Rusia recibe de la energía para financiar la guerra en Ucrania. De ese modo, los líderes del grupo han puesto sobre la mesa distintos enfoques, incluida la opción de «una posible prohibición total» de todos los servicios que permitan el transporte de petróleo ruso y productos derivados por vía marítima a nivel mundial, a menos que el petróleo se compre a un precio acordado o por debajo de él.
En este sentido, se considerarán mecanismos de mitigación junto con las restricciones para garantizar que los países más vulnerables conserven el acceso a los mercados energéticos, incluso desde Rusia. En este sentido, los líderes del G7 reafirman su compromiso de eliminar gradualmente la dependencia de sus países de la energía rusa, «sin comprometer los objetivos climáticos y ambientales».
En coordinación con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el G7 afirma que explorará medidas adicionales para reducir la volatilidad de precios y su impacto sobre la economía, incluyendo la prestación de apoyo fiscal a corto plazo a los grupos más vulnerables, así como asistencia a los países en desarrollo. Asimismo, han acordado intensificar sus esfuerzos en apoyo de la estabilidad del mercado mundial de la energía, a través del aumento a corto plazo de su producción colectiva, el uso apropiado de las reservas y la colaboración con socios internacionales, para lo que han instado a los países productores a aumentar su oferta para disminuir la tensión en los mercados, informa Europa Press.
También han anunciado que destinarán unos 4.200 millones de euros a la protección de «los más vulnerables» ante el hambre y la malnutrición en el marco de la guerra de Ucrania. Asimismo, también han reclamado a Rusia desbloquear «urgentemente» los puertos del mar Negro para facilitar las exportaciones de grano. Según el G7, las ayudas ascienden ya a 13.200 millones para garantizar la seguridad alimentaria a nivel global en pleno conflicto armado.
«Pedimos a todos los países evitar almacenar de forma excesiva alimentos, lo que puede llevar a un aumento de los precios», ha enfatizado el G7 en su comunicado. Antes, ha reafirmado su compromiso con la «apertura de los mercados» y ha subrayado la importancia de «evitar medidas restrictivas injustificadas que puedan aumentar la volatilidad del mercado y, por ende, la inseguridad alimentaria».
Tras la cumbre del G7, la ONG Plan International ha hecho un llamamiento al grupo para que cumpla sus compromisos en el marco de la actual crisis alimentaria y ha pedido un aumento de la financiación para atajar el problema. Según datos de 2021, unos 26 millones de niños menores de cinco años sufren malnutrición, de los cuales cinco millones corren el riesgo de morir debido a esta situación. La organización ha recordado que los países miembros del G7 ya adoptaron el año pasado un pacto para la prevención de la hambruna y la crisis humanitaria. (Tomado de Publico.es)
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