Tegucigalpa. –Tras once meses de privación de libertad y la criminalización de todo profesional del derecho que se atreviera a actuar como abogado defensor, los tribunales guatemaltecos sentenciaron a José Rubén Zamora Marroquín, de 66 años, a seis años de prisión no conmutable y una multa de 300 mil quetzales, casi un millón de lempiras.
Su captura en julio de 2022 fue el inicio de un caso con múltiples matices que tienen en su centro la venta de una pintura y que debían ser investigados, pero cuyo evidente ensañamiento por parte del Estado hace difícil de examinar de forma objetiva.
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Desde elPeríodico se publicaron una serie de artículos investigativos y hasta sátiras que tocaban sin tapujos casos de corrupción al interior del círculo íntimo del presidente guatemalteco Alejandro Giammattei.
A través de elPeriódico, José Rubén Zamora y su equipo periodístico denunciaron actos de corrupción en las administraciones de Otto Pérez Molina, Jimmy Morales, y se encaminaba en el mismo sentido con Alejandro Giammattei.
La captura de Zamora, la apertura de procesos contra sus abogados y hasta editores y periodistas de elPeríodico reveló sin disimulo que el objetivo estaba claro y es así como se llega al cierre definitivo de la versión digital el 15 de mayo de 2023. Previamente, ya se había cancelado la versión impresa el 1 de diciembre de 2022.
La saña de Giammattei contra elPeriodico recuerda y hasta compite con los peores momentos que ha vivido la libertad de prensa y expresión en los diferentes países de Centroamérica.
Previo a la lectura de su condena, Zamora solicitó leer un discurso de defensa, que el Tribunal a petición de la fiscalía no permitió finalizar. En el mismo, Zamora estableció que su derecho a un tribunal imparcial, presunción de inocencia, garantía para su defensa y el derecho a ser escuchado fue violentado a lo largo del proceso.
Zamora Marroquín sostuvo como falsas las acusaciones en su contra por lavado de dinero, chantaje, y tráfico de influencias. A la vez que la Fiscalía Especial en Contra de la Impunidad, a cargo de Rafael Curruchiche, pedía una sentencia por estos cargos de hasta 40 años de prisión.
Al final y pese al intento de establecer en la etapa de conclusiones un agravante mas por “menosprecio de la autoridad”, Rubén Zamora Marroquín fue condenado únicamente por lavado de dinero y sentenciado a la pena mínima de seis años.
Pese a su condena y lectura de sentencias, el calvario está lejos de finalizar. El fiscal Rafael Curruchiche afirmó que apelaría la sentencia. Sumado a esto Zamora Marroquín enfrenta dos procesos penales más, uno de los cuales se desprende de este mismo caso por conspiración para la obstrucción de justicia y un segundo por supuestas irregularidades en documentos aduaneros.
Redactado a partir de información de Agencia Ocote y Plaza Pública
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