Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.-A medida que pasan las horas y avanza la primera caravana de migrantes desde la ciudad de San Pedro Sula el 6 de octubre pasado, hoy a casi dos mil 500 kilómetros de la frontera con Estados Unidos se han sumado una más desde El Salvador, aumentando tensiones en el Triángulo Norte de Centroamérica con México y Estados Unidos, que tienden a complicarse.
El fin de semana anterior una turba de desesperados migrantes de la segunda caravana intentó pasar de Guatemala a México sin cumplir procedimientos migratorios dando lugar a una reyerta de más de cuatro horas en la que la Policía Federal de México usó gases lacrimógenos y balas de goma, ocasionando la primera víctima mortal hondureña de este viacrucis.
Situación que llevó a las autoridades de la ciudad de Tecún Umán, Guatemala, a decretar alerta naranja el domingo anterior a partir de las 8:30 en que deben cerrar negocios y prohibir la venta de bebidas alcohólicas, gasolina y productos inflamables a migrantes hondureños.
Las autoridades chapinas exhortaron a los migrantes pasar de forma ordenada por la aduana y no exponer a niños como si fueran escudos humanos, por lo que deben cumplir requisitos legales para no estar de manera irregular en aquel país.
De igual forma, este lunes Washington confirmó el despliegue de cinco mil 200 soldados en su frontera sur en respuesta a las caravanas migrantes centroamericanas que han estado saliendo de Honduras, El Salvador y Guatemala, pasando por México con destino a Estados Unidos.
El general Terrence J. O’Shaughnessy, comandante del Mando Norte de EE. UU, anunció este lunes que Washington enviará un contingente inicial de 800 militares al que el fin de semana se sumarán otros cinco mil efectivos, provistos con radares y otros ingenios tecnológicos militares, para taponar el acceso de la frontera de México a Estados Unidos.
Meses atrás la migración a Estados Unidos se hacía en pequeños grupos y de forma clandestina, hoy nadie esconde sus intenciones y se marcha bordeando una carretera y a plena luz del día, como estrategia de seguridad.
Ante la marea humana el presidente Trump azuza el miedo a la migración al afirmar, sin pruebas, que hay maras y desconocidos de Oriente Medio en la caravana, por lo que se afecta la seguridad nacional y se hace necesario militarizar la frontera y suspender las solicitudes de asilo.
Del lado azteca se registran a la fecha unas mil 740 solicitudes de asilo, otros cientos han retornado a Honduras, pero el fenómeno continúa pues la esperanza por una vida mejor es testaruda.
Según el Banco Mundial el nivel de desigualdad económica de Honduras es el más alto de Latinoamérica, y el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, estima que persiste un alto nivel de crimen y violencia, con una tasa de 43.6 asesinatos por 100 cada mil habitantes, una de las más altas del mundo.
Hasta la fecha tres compatriotas han perdido la vida en el intento de llegar a Estados Unidos. Dos al caer de vehículos en Guatemala y México; mientras, el domingo falleció un joven que recibió el impacto de una bala de goma en la frontera de ambos países.
El gobierno de Honduras, por su parte, ha destacado los riesgos y peligros inminentes a la población que se expone a tomar esa ruta; además, anuncia inversiones millonarias para generar empleos en micro, medianas y pequeñas empresas del país, entro otras ofertas con las que busca poner alto al efecto cascada que el fenómeno provoca en la subregión.
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Muy bien