Para poder investigar su caso, el MP le pidió meses después que se abriera las heridas para sacarse las esquirlas de bala y facilitar el trabajo de un peritaje balístico que nunca avanzó porque ni siquiera decomisaron inmediatamente las armas de fuego, ni recogieron las balas de la escena, lamentó la víctima
Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- A dos años que el periodista, Giovanni Sierra, salvó su vida “de milagro”, al recibir sólo una herida en su brazo derecho, tras un disparo con arma de fuego de uso estatal, a manos de agentes policiales el pasado 26 de noviembre de 2018, el caso no solo sigue en impunidad, sino que desde esa fecha su vida ha sido cuesta arriba.
Lidiando con el desempleo, los gastos médicos, el riesgo de perder su brazo a falta de un mejor tratamiento médico y hasta el desinterés o quizás la “burocratización” de su caso en el Ministerio Público (MP), así como la falta de apoyo del Mecanismo de Protección a Periodistas y hasta la estigmatización por ser un comunicador social que ha trabajado para medios no oficialistas y lo ven con recelo ante una vacante, es como Sierra resume dos años del disparo en su brazo.
Así está el brazo derecho del periodista Geovanny Sierra quien urge de apoyo para recuperar el movimiento
“Lo que habido es gasto, el canal me socorrió los primeros meses del incidente con las cirugías, pero después he tenido que pagar de mi bolsa: las terapias, traslados diarios a visitas médicas, materiales y medicamentos para disminuir el dolor, entre otros gastos cotidianos.”
Relató que de momento no cuenta con los recursos ni un empleo y así ha estado también peleando con el Ministerio Público por el avance de su caso, pidiendo ayuda al Mecanismo de Protección, reuniones con defensores de derechos humanos nacionales e internacionales, “en fin he pasado muchas frustraciones”, expresó.
Este lunes, Giovanni Sierra se sometió a otra cita médica de urgencia, después que el 5 de diciembre de 2019 le colocaron 16 clavos y tres placas de platino en el brazo, sumado a terapias que le han permitido tener algún movimiento, pero al mismo tiempo esos movimientos le provocaron que uno de los clavos se saliera del área que sostiene la parte del codo y dañara su tejido muscular, sumado a esto, ha tenido otras heridas debido a movimientos corporales cuando duerme, su situación parece un dolor interminable.
El periodista Geovanni Sierra fue herido cuando laboraba para el canal UNETV y durante la cobertura en directo junto a varios ciudadanos fueron heridos con armas de fuego, durante una protesta realizada en Tegucigalpa, a un año del fraude electoral del 26 de noviembre de 2017.
El repudiable acto se produjo a eso de las 6:15 de la tarde del 26 de noviembre de 2018 cuando elementos de la policía antimotines reprimía salvajemente con bombas lacrimógenas a los manifestantes, que se encontraban en las afueras de donde funciona provisionalmente la Casa Presidencial, en la colonia Miraflores de Tegucigalpa.
Lea la denuncia presentada por Geovanny Sierra
“El disparo fue en el codo, en mi brazo predominante, no lo puedo flexionar y tengo movimientos limitados, inclusive unos meses después de la primera intervención volví a trabajar porque necesitaba cubrir otros gastos ya que solo los primeros meses tuve algún auxilio de parte de la empresa, lamentablemente no pude seguir trabajando porque no me volvieron a reanudar el contrato, me dijeron era una suspensión temporal, pero a la fecha no me han vuelto a llamar”, comentó Sierra
El caso de Sierra es conocido por todas las organizaciones defensoras de derechos humanos en el país, incluyendo la Relatoría para los Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), además de la Secretaría de Derechos Humanos, la Fiscalía Especial para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas y el Mecanismo de Protección a defensores de derechos humanos, periodistas, comunicadores sociales y operadores de justicia.
Testigos relataron que la bala que hirió al comunicador social provino de un autobús que pasó por la zona de la protesta y que trasladaba a unos privados de libertad. En tanto, otras personas relataron que algunos agentes de la policía antimotines también dispararon a los manifestantes.
En los vídeos subidos a redes sociales esa noche, inclusive el vídeo de la víctima, quien transmitía con su celular para las redes sociales del mismo canal, se puede apreciar y escuchar el ambiente y las detonaciones de las armas de fuego en ese momento.
¿LENTITUD DE ACTUACIÓN DEL MP O ACCIONES DELIBERADAS?
El caso de Giovanni Sierra fue registrado por el Ministerio Público (MP) desde hace dos años en la Fiscalía de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, pero para la víctima su denuncia es una más que quedará en el archivo de la impunidad, porque desde el principio notó el desinterés en las actuaciones para acusar a los responsables, extraños comportamientos de retardo o evidente deficiencia en el desarrollo del proceso.
Recordó que cuando fue trasladado al hospital de emergencia el día del disparo, llegó una persona extraña hasta donde estaba su cama hospitalaria, identificándose como miembro del MP y le dijo que era agente, “tomó mi declaración y resulta que días después cuando pregunté esa declaración nunca apareció, solo una segunda que me tomaron en una clínica privada otras personas también identificadas como del MP, pero esa sí quedó registrada”.
El periodista relató que las demoras de su caso comenzaron desde la inspección para dictamen médico legal que le hicieron en Medicina Forense del MP, en donde le harían unas radiografías, “solo para transcribir el resultado de esas radiografías o informe que se había hecho a mano, se tardaron cuatro meses.
“Recuerdo que yo llamaba para preguntar y hasta me ofrecía ir a transcribirlo usando mi mano izquierda en la computadora, porque me decían en la Fiscalía que no avanzaban porque les faltaba ese dictamen forense”, dijo el comunicador.
El comunicador ha aprendido a usar su Brazo izquierdo para hacer algunos
trabajos que le permitan agenciarse algunos fondos ante la falta de empleo
“Cuando al fin lograron en Medicina Forense mandar la trascripción de la evaluación y radiografías que me hicieron, en la Fiscalía me dijeron que ya no valía porque yo entré en todo ese tiempo a terapia y ahí me hicieron un procedimiento y tenía que volver a Medicina Forense a tomarme Rayos X otra vez. El mismo proceso, así que fui en agosto del año pasado me volvieron a hacer las mismas radiografías, doloroso para mi debido a mi incapacidad de movimiento, pero aun así me sometí”, narró.
Cuando en el mes de noviembre de 2019, el periodista volvió a preguntar del avance de su caso al MP, la respuesta fue la misma en la fiscalía, no habían recibido la información de Medicina Forense, “resulta que las autoridades forenses no tenían en Tegucigalpa a un médico que pudiera leer esas placas (rayos X) y había que mandarlas a la sede regional de San Pedro Sula”.
“Luego en diciembre me dijeron que ya las habían llevado, pero el médico de allá (San Pedro Sula), la regional de Medicina Forense, estaba de vacaciones y no podían firmar el dictamen, después que se había enfermado y estaba incapacitado”, añadió con tono de enojo y frustración.
Pasó enero, “la fiscalía me dijo que necesitaba el dictamen de la clínica privada en donde me atendieron, ellos nunca fueron ahí a buscar la información, pero tampoco me habían solicitado la misma antes, así que tuve que ir yo a pedirlo y para mi desgracia, se vinieron los otros atrasos a causa de la pandemia y así está mi caso: parado”, resumió.
Recordó como “anécdota” que en una ocasión, la fiscal que lleva el caso le escribió para pedirle cita, pero no respondió el teléfono, le dejó mensaje. “Pasaron los minutos y recibí comunicación de su asistente diciendo que había salido de la oficina y que no volvería hasta el día siguiente. La sorpresa es que siempre entré con mi abogado acompañándolo por otros trámites, cuando de repente miramos que la fiscal de se llama Fanny estaba en su oficina, y nos miró sorprendidos”.
Giovanni con tono sarcástico dijo estar claro de lo que seguirá pasando con su caso en el MP, “ahora cuando se den cuenta que me operaron nuevamente, la Fiscal me va a mandar otra vez a Medicina Forense a volverme hacer los rayos X y otra evaluación clínica, aquí se van a tardar porque no hay quien lea las radiografías, tendré que esperar porque el dictamen anterior ya no será válido para la Fiscalía, la autoridad forense lo remitirá a San Pedro Sula y allá quedará otro tiempo de espera, meses y así otra vez la misma historia”, rió en tono irónico y molesto.
DICTAMEN BALÍSTICO, LE PIDIERON SACARSE LAS ESQUIRLAS
Un día después de trascender la noticia del disparo al comunicador social, el exsubdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), German McNeil, salió en defensa de los agentes que dispararon desde un autobús color amarillo a los manifestantes, asegurando la inocencia de los funcionarios, sin haber siquiera hecho decomiso de las armas que portaban y ponerlas a disposición del MP, quienes tampoco lo solicitaron de manera inmediata puesto que la denuncia de Giovanni Sierra está registrada varios días después por el supuesto delito de agresión con arma de fuego.
Asimismo, la Secretaría de Seguridad mediante un comunicado emitido la misma noche del suceso, negó en primera instancia que personal de ese ministerio haya disparado contra los manifestantes. Emitieron un comunicado donde negaba la participación de policías en el hecho.
Pero, minutos después al conocerse las fotos del bus del INP, la Secretaría de Seguridad en el párrafo segundo de su aclaración pública señala que los disparos se efectuaron desde un bus que pasaba por el lugar y que fue atacado por los manifestantes que querían liberar unos privados de libertad.
“Nuestros agentes penitenciarios actuaron en el marco de la ley, creando un disuasivo al disparar sus armas de fuego, no a la población en general sino de manera disuasiva para que no lograran poder liberar a estas personas”, expresó McNeil en medios de comunicación televisivos.
“Ya nos encontramos en un proceso de investigación para poder determinar si el proyectil que hirió a esta persona pertenece a un arma de fuego de reglamento del Instituto Nacional Penitenciario o a otra arma de otra persona particular”.
Pero lo más increíble, es que según las informaciones del caso las balas disparadas provinieron de rifle beretta, pero el arma o el calibre nunca fue determinado por el MP.
Según las pesquisas que la víctima ha hecho con los fiscales que investigan su caso, las armas y balas de la escena del crimen, no están decomisadas en Balística Forense.
“Hasta el momento el MP ni las ha requisado, y si lo hace, ya están limpias de toda clase de evidencia, por eso lo que quería la abogada Francis (no recuerda el apellido) era que me abrieran las heridas para sacar esquirlas.
Yo estaba dispuesto, pero mi esposa consultó con médicos en España y todos dijeron que corría el riesgo de dañarme el hueso y tejido que la bala no había dañado ya que las esquirlas eran demasiado diminutas, pero tampoco el MP dijo me pagaría esa operación, sino que era yo quien la tenía que pagar para sacarme las esquirlas que ellos ocupaban para poder investigar”.
SECRETARÍA DE SEGURIDAD: “LOS AGENTES SE ASUSTARON”
Giovanni Sierra recordó que la única acción aportada por la secretaria de Derechos Humanos, Karla Cueva, fue contactarle un encuentro con el ex viceministro de seguridad, Luis Lagos, posteriormente ha brillado por su ausencia.
“En esa cita, el viceministro de seguridad Luis Lagos me dijo que los policías se habían puesto nerviosos y que por eso habían disparado, o sea que él sabe quién fue el que disparó y solo justificó así el hecho, mire ellos dispararon, pero es que se pusieron nerviosos decía y que los policías tenían miedo porque en la colonia que vivían había bastante gente que miraba el canal donde yo trabajaba y que los iban a linchar”, comentó.
En ese momento, Sierra recordó que le dijo al viceministro que la víctima era él y no los policías y fue ahí cuando el exfuncionario le prometió que le iban a reembolsar los gastos a los que ha incurrido en todo este tiempo, y tomándole la palabra le envió las facturas y recibos de todos los gastos médicos con reportes de fechas, registro de visitas a doctores, información de procedimientos médicos a fin de transparentar todo, pero nunca se hizo el prometido reembolso. Después el viceministro fue sustituido de su cargo.
EL MECANISMO DE PROTECCIÓN Y SU ESCASA ACTUACIÓN
“Cada vez que voy al Ministerio Público a conocer sobre la denuncia, hay carros que me dan persecución, de eso me he percatado, hasta el momento no han intentado hacerme daño, creo yo que es como intimidación”, ante esta situación decidió pedir ayuda al Mecanismo.
El Mecanismo de Protección a Periodistas y Comunicadores Sociales, defensores de derechos humanos, funcionarios y ex funcionarios de Seguridad y Justicia, es una instancia donde la población afectada de este sector puede acudir a solicitar protección cuando sienta que su vida, su integridad, libertad y seguridad está en una situación de riesgo, según las autoridades del Sistema Nacional de Protección.
En ese entendido, el periodista Sierra se avocó en búsqueda de protección y atención a su caso en donde la valoración del riesgo es considerable, de una escala de diez, tiene siete, en vista que Sierra ha registrado seguimientos de vehículos.
“Dos años de esto y me pregunto al final ¿qué queda?, ¿qué queda? cubrir una nota que en televisión solo dura dos minutos y medio y yo pude haber perdido mi vida. Hasta estigmatizado queda uno en la carrera, porque en entrevistas de trabajo cuando miran que he trabajado en medios no oficialistas, la camaradería termina y ya no me llaman”, son pensamientos que Giovanni Sierra tiene en momentos de frustración al haber sido herido en el cumplimiento de su deber periodístico.
Si usted quiere apoyar al periodista Geovanny Sierra puede depositar a su cuenta en banco de Occidente 21-410 122 1102 o llámelo al celular 32911072
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas