Por: Redacción CRITERIO
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El recién sentado presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despidió a la fiscal general en funciones, Sally Yates, después de que ella cuestionara la legalidad de la prohibición de inmigración impuesta este fin de semana por la nueva administración.
El mandatario estadounidense firmó el pasado viernes una orden ejecutiva en la que prohíbe temporalmente la entrada a EE.UU. de ciudadanos provenientes de Irán, Irak, Siria, Sudán, Somalia, Libia y Yemen.
Sally Yates, quien había sido nombrada bajo la presidencia de Barack Obama, ordenó anteriormente a los abogados del Departamento de Justicia que no hicieran cumplir la orden ejecutiva del presidente.
En un comunicado, la Casa Blanca dijo que Yates había «traicionado» al Departamento.
El abogado Dana Boente ha sido nombrado fiscal general interino.
Dana Boente, abogado de EE.UU. para el distrito del este de Virginia, la sustituye como procurador general.
En una carta, Yates había dicho que no estaba «convencida» de que la orden del presidente fuera lícita.
«Mientras yo sea la Fiscal General en funciones, el Departamento de Justicia no presentará argumentos en defensa de la Orden Ejecutiva», escribió.
Pero horas más tarde, la Casa Blanca dijo que Yates había «traicionado al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden legal diseñada para proteger a los ciudadanos de los Estados Unidos».
«El Presidente Trump relevó a Yates de sus deberes», dijo una declaración del secretario de prensa.
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