Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- Un video que se volvió viral con los “call centers” del Partido Nacional dándole me gusta y compartiéndolo para, según ellos demostrar que Honduras es un lecho de rosas y que el país ha cambiado con la militarización realizada por el actual gobierno de Juan Hernández.
La Historia relata el periplo de un joven originario de la isla de Taiwán, llamado Oswin Wang, que decidió venir “al país más violento del mundo” y al final de su viaje relata su experiencia en Honduras.
No obstante en las últimas horas se ha descubierto que detrás de esta campaña para promocionar al gobierno de Juan Hernández hay una estrategia muy bien montada, ya que han salido a la luz fotografías que muestran al joven taiwanés en compañía del embajador de Honduras en Taiwán y ex asistente de Hernández cuando fue presidente del Congreso Nacional, Rafael Sierra.
La verdad Honduras es bello, tiene bellas playas ubicadas en todo el litoral atlántico y en las paradisiácas islas de la Bahía, las majestuosas Ruinas de Copán, las cataratas de Pulapanzak, pueblos turísticos como Valle de Ángeles, Santa Ana, Ojojona, santa Rosa de Copán, Trujillo, Tela, La Ceiba, en fin bellos lugares donde pasarla bien.
Los “catrachos” como se denomina a los hondureños son gente amable, servicial, amistosa y querendona, eso es muy cierto, pero es un país donde las masacres (asesinatos múltiples), están a la orden del día, recién el pasado jueves asesinaron tres mujeres y casi a diario aparecen “encostalados” y “ensabanados” asesinados y tan solo ayer han asesinado a un profesional del derecho frente a su hija.
La tasa de homicidios, según el gobierno nacionalista ha bajado de 86 muertos por cada cien mil habitantes a 65 muertes lo que aún es muy alto y mantiene a Honduras entre las naciones más peligrosas del mundo.
En los últimos años y en reiteradas ocasiones el gobierno de los Estados Unidos ha pedido a sus ciudadanos que no visiten Honduras por el alto riesgo que corren, debido a la alta ola de criminalidad imperante en el país y esa alerta se mantiene vigente.
Entendemos la intención del gobierno hondureño de querer promover a Honduras como un país atractivo para los turistas internacionales porque si lo es debido a sus bellezas naturales y al don de sus ciudadanos, pero cuando se hace bajo parámetros de mentiras, lo que se logra es que quedemos mal parados frente al mundo.
Tal como ha sucedido con la historia del taiwanés, Oswin Wang, que ahora han salido en las redes sociales las fotografías del joven posando con el embajador de hondureño en Taiwán, Rafael Fernando Sierra, demostrando que todo este viaje y este reportaje no es más que un montaje en su desesperación por crear una imagen satisfactoria de Honduras, tras la vergüenza pasada en Dinamarca donde la propia princesa Mary se preguntó: ¿Y a este quién lo invitó?
La historia que en principio se veía bonita, se ha venido abajo al descubrir que el viaje podría ser una estrategia publicitaria del actual gobierno hondureño en su desesperada búsqueda por atraer turismo al país.
Recordemos además, que el gobierno de Taiwán es cuestionado por la hondureñidad por supuestamente haberse prestado a la “donación” del avión presidencial que se dice habría costado un poco más de 300 millones de lempiras.