Tegucigalpa. – Históricamente se ha utilizado a la mujer como parte de campañas políticas, pero no más que eso, pues finalmente sus derechos siguen dependiendo de las decisiones e imposiciones de pequeños grupos, es decir, élites ultraconservadoras y religiosas, compuestas en su mayoría por hombres.
Ana Ruth García Cárcamo, coordinadora de Ecuménicas por el Derecho a Decidir, dijo a Criterio.hn que, en las campañas políticas de los partidos se dice que las mujeres son prioridad, pero, aunque se haga promesa garantizar el goce de sus derechos plenos, a la hora de entrar a ese amplio campo y tocar temas como los derechos sexuales y reproductivos, solo existen obstáculos y se dejan rezagadas como si fueran menos importantes que otras temáticas de país.
Históricamente la imagen de la mujer es utilizada en diversos mensajes, sobre todo en las publicidades y como parte de las formas de “llamar la atención”, pero además en las campañas políticas, aunque finalmente la importancia de sus derechos y cómo potenciarlos jamás es un tema que se tome como toral por quienes tienen la tarea de dirigir el país en beneficio de las mayorías.
Es así como quedan convertidas en promesas falsas y simples campañas políticas vacías. Los grupos fácticos del país utilizan su fuerza y poderío, entre otros privilegios, para impedir que las mujeres disfruten de plenamente de sus derechos.
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“A la hora de la verdad la mujer sigue siendo históricamente utilizada, instrumentalizada por toda esa sociedad patriarcal, por la iglesia y en la participación política. Muchas mujeres pueden acceder a puestos de poder, pero finalmente algunos cargos hasta son negociados para sustituirlas por hombres, siguiendo la línea de sus partidos”, destacó García.
La feminista Ana Lucía Armijo, dijo a Criterio.hn que, primeramente, se necesita cambiar los roles de género tradicionales, por ejemplo, nadie busca un “empleado doméstico”, sino que sea obligatoriamente una mujer quien haga esas labores.
En la sociedad prevalece que, en algún momento, los trabajos se dividieron y las mujeres se le impusieron las labores del hogar, del cuidado de los demás y de servir más que de tomar decisiones.
“Debería haberse tomado en cuenta que (esas labores) eran algo circunstancial, no permanente, la tecnología ha avanzado y hay muchas labores que tanto hombres como mujeres pueden hacer, por lo cual, muchos aspectos de los roles de género han ido cambiando”, apuntó Armijo.
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NO ES UN MUNDO SOLO DE HOMBRES
La actual presidenta de Honduras, Iris Xiomara Castro Sarmiento (2022-20126) dijo durante su campaña política de 2021 que erradicaría el patriarcado –recordó García-, quien agregó que los grupos de poder y ella han tenido acercamientos, aunque debería actuarse con laicidad.
Las personas que ejercen poder u ostentan cargos políticos o de gobernanza, deberían actuar conforme a la laicidad que menciona la Constitución de la República. Por tanto, las políticas públicas no deben estar sometidas a los poderes fácticos como es el poder religioso de las jerarquías eclesiales, es decir, las cúpulas donde están los jerarcas, quienes siempre han puesto sus reglas y han dominado a la clase política.
En conclusión, las mujeres siguen siendo instrumentalizadas en todas las áreas, en la vida privada, pública y, políticamente, no es la excepción, profundizando la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, reforzando la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas.
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El único motivo por el cual no se eliminan de una sola vez los roles de género, es porque siguen latentes en la psicología de muchas personas, pues hay quienes creen todavía equivocadamente que las empresas y la política son cuestiones solo de “un mundo para hombres”.
