Organizaciones de mujeres y la Secretaría de Asuntos de la Mujer denuncian al precandidato presidencial por comentarios misóginos, mientras él alega que es un montaje político
Tegucigalpa, Honduras. – Salvador Nasralla ha vuelto a ser polémica, en esta ocasión siendo el perpetrador de violencia política en contra de mujeres. Sus afirmaciones han generado el repudio generalizado de las mujeres.
En un medio de comunicación en días anteriores, el precandidato presidencial aseguró que existe una relación sentimental entre Manuel Zelaya Rosales, –esposo de la presidenta Xiomara Castro— y Rixi Moncada, precandidata presidencial por el partido Libertad y Refundación (Libre).
A criterio de las mujeres organizadas, esto ultimo es la gota que derramó el vaso, pues han hecho un recuento de las múltiples agresiones que Nasralla ha hecho en contra de las mujeres que están en cargos de elección popular y que están participando en la política.
Jessica Sánchez, directora del Grupo Sociedad Civil (GSC), calificó la conducta de Nasralla un «exabrupto» y enfatizó que los candidatos deberían referirse a las cualidades o defectos de sus oponentes, no a sus relaciones personales. “Esa es la práctica caudillista que hay en Honduras, pero, esperemos que con el tiempo vaya desapareciendo”, remarcó la defensora de los derechos de la mujer.
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CONDUCTA DE NASRALLA RESTARÁ VOTOS
Las agresiones políticas contra las mujeres en Honduras están en un alarmante aumento, evidenciando un patrón preocupante de violencia y hostigamiento en el contexto electoral. Este incremento se manifiesta principalmente a través de ataques verbales y descalificaciones como a los que ha recurrido Salvador Nasralla.
Ana Lucía Pérez Armijo, feminista y defensora de derechos humanos de la mujer, lamentó el nivel al que ha descendido la campaña política en Honduras, señalando específicamente las recientes controversias que rodean a Salvador Nasralla. La situación actual refleja un deterioro en el discurso político y las tácticas empleadas por los candidatos, lo que podría tener consecuencias significativas en la percepción pública y el apoyo electoral.
El caso de Nasralla es particularmente llamativo, ya que ha experimentado un cambio notable en su trayectoria política. Pasó de ser el presidente del Partido Salvador de Honduras (PSH) y por ende único candidato presidencial a convertirse en precandidato presidencial por el Partido Liberal. Este giro inesperado, junto con sus conductas machistas y misóginas, podría resultar en una disminución del apoyo electoral hacia Nasralla. Pérez Armijo subrayó que ese comportamiento le restaría votos.
Por otro lado, la Secretaría de Asuntos de la Mujer (Semujer) de Honduras presentó una denuncia formal contra el precandidato presidencial Salvador Nasralla, acusándolo de ejercer violencia política y psicológica contra la presidenta Xiomara Castro y la también la ministra Defensa, Rixi Moncada.
En un comunicado oficial, Semujer calificó a Nasralla como «uno de los principales instigadores de la violencia política y psicológica en contra de las mujeres hondureñas», señalando específicamente sus «reiterados discursos de odio y sed desmedida de poder» como evidencia de su intención de «anular y socavar los derechos políticos» de la presidenta Castro.
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NASRALLA ARGUMENTA QUE ACUSACIONES SON UN MONTAJE DE “MEL”
En medio de la controversia política por las declaraciones de Salvador Nasralla. El precandidato presidencial descalificó las denuncias, calificándolas de «montaje» orquestado por Manuel Zelaya para “confundir al pueblo hondureño”.
Nasralla, consciente de la presentación de la denuncia en su contra, afirmó en un programa televisivo: «No tengo ningún problema con que me hagan demandas; lo que van a hacer es aumentarme el caudal político«. Esta declaración refleja su percepción de que las acusaciones en su contra son parte de una estrategia política para “desacreditarlo”.
Además, enfatizó que no promueve la violencia política ni psicológica, argumentando que su deber como ciudadano es criticar el desempeño de los funcionarios públicos, especialmente cuando considera que no cumplen con las expectativas del pueblo. Sin embargo, sus argumentos o interpelación se han inclinado por hacer cuestionamientos a la vida personal y privada.
Al ser cuestionado sobre sus afirmaciones de la existencia de una relación sentimental entre Rixi Moncada y Manuel Zelaya, Nasralla se limitó a responder: «Antes veía novelas, ahora no veo novelas; de los montajes de Mel no hablo». Esta respuesta ha generado aún más controversia y ha sido interpretada como un intento de evadir el tema.
En su defensa, Nasralla también se presentó como un “aliado” de las mujeres, destacando que es conocido por «enaltecer la figura de las mujeres empoderadas».
Sin embargo, sus comentarios han sido criticados no solo por la Secretaría de Asuntos de la Mujer (Semujer), sino por las organizaciones de mujeres quienes han calificado sus discursos como misóginos y han instado a la sociedad hondureña a rechazar este tipo de conductas.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas