Laura Zúniga Cáceres —hija de la lideresa lenca del Copinh, Berta Cáceres, asesinada el 2 de marzo de 2016, en cuyo crimen participaron militares— refirió que: “Los militares no han protegido el medio ambiente, han participado en asesinatos de personas que lo hacían”
Tegucigalpa.- En mayo de 2022, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció la creación de tres batallones verdes “para la protección de las áreas protegidas y reservas forestales, combate a la narcoactividad, frenar la tala, pesca y minería ilegal. Así mismo brindar seguridad a los pobladores”.
MILITARIZAR PARQUES NACIONALES Y RESERVAS BIOLÓGICAS ¿QUÉ PODRÍA IR MAL?
Sí bien es necesario atender urgentemente los conflictos socioambientales cuyo origen radica en la concesión indiscriminada de proyectos extractivistas —por parte de instituciones estatales— en zonas de riqueza biológica, también es cierto que los militares han sido brazo armado de los intereses extractivos.
De esto pueden dar fe el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), junto a la comunidad de Río Blanco, quienes se opusieron a la instalación inconsulta del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca. En la misma línea, los defensores de Guapinol y el Comité Municipal en Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa contra el proyecto de minería a cielo abierto en el Parque Nacional Montaña de Botaderos, Carlos Escaleras.
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Ambas organizaciones, junto a sus defensores y defensoras pueden dar cuenta sobre cómo la presencia de miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras, fue en menoscabo de sus derechos y no para su salvaguarda como ciudadanía, sino más en ventaja para quienes impulsan los proyectos extractivos.
Tras el anuncio la semana pasada de la instalación del Tercer Batallón Verde de Protección Ambiental en Pinalejo, Santa Bárbara, defensores de los bienes comunes desde la cuenta en Twitter Libertad para el río Guapinol respondieron: “¡Basta de militarizar nuestras comunidades! Proteger y apoyar a comunidades defendiendo sus territorios y agua para el bien común. Por la recuperación y protección de los recursos naturales, cancela los proyectos mineros en el Parque Nacional Carlos Escaleras”.
Por su parte, Laura Zúniga Cáceres —hija de la lideresa lenca del Copinh, Berta Cáceres, asesinada el 2 de marzo de 2016, en cuyo crimen hubo participación directa de militares— refirió: “Los militares no han protegido el medio ambiente, han participado en asesinatos de personas que lo hacían. Esta institución es la misma que dio el golpe de Estado, es importante no olvidar su rol en todas las violencias que hemos sufrido. En democracia no se les debe fortalecer”.
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CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE REQUIERE MÄS QUE REFORESTACIÓN
La analista e investigadora del Centro de Estudios para la Democracia (Cespad), Lucía Vijil, señaló a Criterio.hn que es importante conocer si estos Batallones Verdes van acompañados de una estrategia integral, puesto que los militares siguen ocupando el mismo papel de autoridad represora que han jugado en el marco de la conflictividad socioambiental en el país.
“Habría que ver si es parte de una estrategia un poco más integral, si realmente hay otros componentes que vayan disminuyendo la conflictividad porque sabemos que son de origen administrativo en su mayoría y por temas de corrupción extractiva”, apuntó Vijil, quien cuestionó que se vea a la reforestación como un único eje en el cuidado de los bosques.
“Creo que es alarmante, a veces, no conocer muy bien el plan de defensa. Definitivamente los militares y todos los cuerpos y fuerzas militares, siguen siendo exactamente lo mismo. Aunque ya tengan otra mandataria al frente, siguen estando los mismos cuerpos y las mismas estructuras del narcotráfico, del crimen organizado en estas estructuras”, señaló.
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La investigadora y analista manifestó que es complicado generar confianza ciudadana, seguridad o buena impresión en comunidades que ya han sido violentadas por los mismos agentes en otro marco o contexto.
LA FALSA NARRATIVA DE MILITARIZAR PARA DEFENDER AMBIENTE Y TERRITORIO
Para el defensor de derechos humanos y ambiente, Pedro Landa, la militarización de los territorios no es una situación nueva, sobre todo cuando se prevé la realización de explotación de los recursos naturales o la neutralización de conflictos sobre tenencia de la tierra, como ha ocurrido históricamente en la zona del Bajo Aguán.
Landa recordó lo que ocurrió en la zona del Bajo Aguán entre el periodo 2009 al 2013, “fue una situación extremadamente sangrienta y allí el comando Xatruch estuvo permanentemente y fue parte activa de estos procesos de derramamiento de sangre que se dieron en toda la zona del Bajo Aguán”.
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Posteriormente, cuenta el defensor ambiental, “bajo el régimen de la narco dictadura se aprobó la creación de una fuerza de tarea para la resolución de conflictos ambientales, esto no era otra cosa más que la militarización de los territorios para brindar esa famosa seguridad jurídica de las inversiones y […] una seguridad territorial que fue la práctica que se incrementó sobre todo en las zonas donde habían concesionamientos para proyectos hidroeléctricos y proyectos de extracción de recursos minerales”.
Landa ejemplificó este extremo con las zonas de El Porvenir en Atlántida y Tocoa en Colón, ambas en el Caribe hondureño, donde previo a la instalación de los proyectos, se fortalecieron los comandos policiales o militares en la región, militarizando los territorios.
En cuanto a los departamentos de Gracias a Dios y Olancho, especialmente en la zona de La Mosquitia, el defensor apuntó que “históricamente esta ha sido una zona de tráfico de maderas preciosas que pasan sin ningún tipo de control, y bajo la vista y paciencia de autoridades policiales y militares que en la zona aducen estar allí para la protección del territorio en la lucha contra la droga, pero al final lo que se busca es garantizar seguridad a ciertas empresas que están explotando la región”.
Desde mayo de 2022, la presidenta Xiomara Castro ha creado tres Batallones Verdes de protección ambiental. El lanzamiento del primero fue en Catacamas, Olancho, en compañía del presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo. Este contingente militar estaría resguardando tanto Olancho como La Mosquitia, específicamente las áreas del Río Platano, Reserva Ruru, Reserva Warunta y Reserva Tawahka.
El segundo Batallón Verde de Protección Ambiental fue instalado el 13 de diciembre en San Francisco, Atlántida, cubriendo las zonas de Pico Bonito, Reserva Biológica de Guaymoreto, el Parque Nacional Montaña de Botaderos Carlos Escaleras, Reserva Cuero y Salado, Parque Nacional Janeth Kawas, Parque Punta Izopo, Parque Nacional Texiguat, Montaña Mico Quemado y Pico Pijol. Mientras que el tercer Batallón Verde fue inaugurado el 14 de diciembre y está ubicado en Pinalejo, Santa Bárbara, y dentro de su área de influencia estará el Lago de Yojoa
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Amante de la historia y la lectura, en permanente búsqueda del ritmo en las narrativas. Soy una periodista incisiva, las contradicciones son una invitación a investigar y la normalidad está sobrevalorada. Me rehúso a sobrevivir dentro de los pensamientos erróneos de una sociedad asfixiante. Investigo y construyo reportajes sobre el modelo extractivista y su impacto en los derechos humanos de los pueblos ancestrales, grupos vulnerabilizados y sociedad en general. Ver todas las entradas