Por: Akito Kamei/BID*
Según estimaciones, alrededor de 218 millones de niños de entre 5 y 17 años de edad realizan algún tipo de trabajo. De ellos, 10,7 millones, o 1 de cada 19, viven en América Latina y el Caribe.
Pero antes de hablar del número, pensemos acerca de “cómo definimos el trabajo infantil”. ¿Se considera trabajo infantil el que realizan los niños para ayudar en el negocio de la familia? Si los niños cultivan productos para la agricultura de subsistencia, ¿se llamaría a eso trabajo infantil? Si bien las imágenes más comunes ese trabajo son las de niños que trabajan en fábricas o en la calle, muchos estudios cuantitativos han definido el trabajo infantil como el que los niños desempeñan por lo menos una hora por semana en cualquier circunstancia.
La pregunta que prevalece en la materia ha cambiado de “si los niños trabajan o no” a “si los niños trabajan en un ambiente que es dañino para su desarrollo físico y mental”. Respondiendo a este cambio en la atención pública, la encuesta Multiple Indicator Cluster Survey (MICS) (Encuesta de indicadores múltiples por conglomerados), implementada en más de 20 países de América Latina y el Caribe con el apoyo de UNICEF, ahora incorpora un módulo para determinar si el ambiente laboral de los niños es peligroso. En su último informe oficial incluye estadísticas sobre “las formas peores/peligrosas de trabajo infantil” y se refiere a los niños que trabajan en ambientes que son nocivos para su desarrollo. El informe final de la encuesta MICS 2015 en México, por ejemplo, reveló que el porcentaje de niños de 5 a 17 años de edad que trabajan en ambientes peligrosos es 8,2% (11,1% para los niños y 5,2% para las niñas).
Aunque son todavía pocos los estudios cuantitativos sobre “las peores formas o la más peligrosas de trabajo infantil” que utilizan datos a gran escala, estudios de Brasil y Nepal muestran nuevos patrones sobre las características del hogar de niños que trabajan en ocupaciones peligrosas.
Hogares objetivo: características de los niños que trabajan en industrias peligrosas
A fin de entregar de manera eficaz los beneficios de protección social, es importante dirigir las intervenciones a los hogares correctos. La investigación sugiere que varios factores deberían ser considerados como posibles causas del trabajo infantil peligroso y tomados en cuenta cuando se asignan programas sociales para ayudar a reducirlas, incluyendo:
Entre los niños que trabajan, aquellos que lo hacen en ambientes peligrosos provienen de las familias más pobres.
Los niños cuyo padre ha fallecido, está ausente o físicamente discapacitado tienen más probabilidades de trabajar en ocupaciones peligrosas.
Muchos niños que trabajan en ambientes inseguros provienen de hogares que carecen de protección parental (sus padres biológicos están ausentes del hogar).
Si bien algunas características del hogar, tales como menor riqueza o discapacidad, ya se usan como criterios de análisis en programas de protección social no necesariamente dirigidos a reducir el trabajo infantil, los hallazgos más recientes revelan que esos programas también son beneficiosos para reducir la incidencia del trabajo laboral peligroso.
Sin embargo, el estudio de las formas peligrosas de trabajo infantil está todavía en sus comienzos. Es necesario discutir más a fondo preguntas que surgen en torno a cómo llegar a los niños que viven sin protección parental o qué tipos de programas eliminan efectivamente el trabajo infantil peligroso. Por ejemplo, un estudio de evaluación de impacto ya investiga el efecto de las becas escolares en Nepal. El estipendio condicionado a la asistencia resultó efectivo en la reducción de las instancias de trabajo infantil en las fábricas, especialmente para las niñas. Sin embargo, al final del programa de incentivos no se registró ningún impacto sostenible en el incremento de la escolaridad y la reducción del trabajo infantil. Una reducción más significativa de las formas peligrosas de trabajo infantil requiere de investigación basada en evidencia.
Es hora que la comunidad internacional se reúna y discuta abiertamente el ambiente laboral de los niños.
¿Hay algunas ideas innovadoras en tu país sobre intervenciones para reducir la incidencia de los niños que trabajan en ambientes peligrosos? Cuéntalas en la sección de comentarios o sigue la conversación @BIDgente en Twitter.
*Akito Kamei se encuentra realizando una pasantía de investigación en la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas