El desarrollo de la estructura económica y social deben ir concatenados para que haya transformaciones profundas en la sociedad, asimismo, se deben de eliminar brechas estructurales y rurales que impiden que las economías puedan superar las consecuencias de crisis originadas por factores como pandemia, concluyen expertos al abordar el tema de desigualdad en América Latina.
Por: Kelly Ortez
Tegucigalpa. – La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), desarrolló esta mañana el seminario internacional “Brechas de desigualdad en México, Centroamérica y el Caribe”, durante el encuentro – realizado en la ciudad de San José, Costa Rica-, se analizaron los desafíos que enfrenta la región en temas de desigualdades económicas y sociales con el fin de proponer estrategias y soluciones.
El acto contó con la participación de representantes de distintos entes entre ellos: el Fondo Monetario Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio (JUPEMA).
Sobre la situación de desigualdad que enfrenta Centroamérica, México y el Caribe, el jefe de la unidad de desarrollo social de la sub regional en México de la Cepal, Miguel del Castillo, explicó que la crisis económica en la región se agravó producto de la pandemia del covid-19, que produjo una fuerte contracción en las economías de los países.
“El efecto de la pandemia fue generalizado en toda la región tuvo un efecto rebote y hasta ahora se puede ver mejoras en algunos países, pero también fue la ocasión para salir a flote las carencias en educación y empleo”, expresó del Castillo.
Destaca que otro de los factores que provoca una fuerte desigualdad es la brecha estructural, que generan divisiones en áreas sociales, económicas y territoriales que se transforman en obstáculos que impiden que los países logren su pleno desarrollo, factor que solo serán superados por la innovación de políticas nacionales e internacionales adecuadas.
“A los países de Centroamérica les corresponde entender el fenómeno económico, caracterizado por la industrialización con la variante de modelo económico neoliberal, economía de mercado, mismo que ha reducido el papel de gobierno”, dijo durante su intervención.
BRECHAS RURALES
En tanto el director de la sede Subregional en México de la Cepal, Hugo Beteta, analizó que la exclusión en áreas rurales de América latina han provocado profundos cambios que incluso han llevado a la contracción del Producto Interno Bruto (PIB).
Expresó que han sido notables los cambios tecnológicos, la creciente en cadenas de valor, exposición a creciente flujos de movilidad urbana, migrantes, refugiados, desplazados y remesas que involucra directamente al área rural, sin embargo este sector se ha excluido.
“Se miran con visiones limitadas que no reflejan la realidad de territorio, y las políticas que permanecen amarradas a visiones anteriores que no afrontan los crecientes desafíos de la globalización”, expresó.
Países de renta media, (países con un ingreso nacional bruto per cápita (INB) comprendido entre 1.005 y 12.235 dólares), deben graduarse de la asistencia y el desarrollo, con la idea que al aumentar el ingreso e ingreso per cápita.
El 72 por ciento de los países están en renta media, los países de renta media enfrentan brechas de desigualdad persistentes por largos periodos.
En cuanto al abordaje de las brechas estructurales, la Cepal ha argumentado que el desarrollo de la estructura económica y estructura social deben de ir concatenados para que haya transformaciones profundas en la sociedad.
“Si no atendemos el problema de la desigualdad requerimos tasas de interés extraordinarias por mucho tiempo para alcanzar los objetivos de desarrollo del 2030, con grandes brechas de desigualdad no se podrán alcanzar las metas de desarrollo sostenible”, sentenció.
La pobreza sigue siendo uno de los principales problemas en la región, por tanto el diálogo social, integración regional, factores claves para terminar brechas de desigualdad que se viven en la región.
La tasa de pobreza de las mujeres de 20 a 59 años de edad es más alta que la de los hombres de los países de la región. Las niñas, niños y adolescentes enfrentan una mayor incidencia de la pobreza en el resto de grupos estriados, la pobreza es considerablemente más alta para la población indígena y afrodescendientes.
PLAN DE COMBATE
Por su parte la presidenta de la Mesa Directiva de la Junta de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional y Política Económica de Costa Rica, Seidy Álvarez, dijo que la agenda 2030 establece temas de acción, tales como erradicación de pobreza extrema, erradicación de desigualdad en todas sus dimensiones, crecimiento económico inclusivo y cambio climático.
Ejemplifica que en el caso de Costa Rica ha logrado un avance económico en comparación con otros países de la región, incluso catalogado como país de clase media, sin embargo, se sigue teniendo las brechas de desigualdad, según datos de la organización para la operación del desarrollo económico.
“Monitorear, reducir el índice de Gini durante el periodo, incrementar políticas públicas, brechas territoriales fuera del área territorial del país, fortalecer la infraestructura, los servicios básicos, la educación y la atención de la salud en zonas rurales y áreas marginadas” destaca como las medidas que han analizado para reducir la desigualdad.
Y agrega que: “el plan cuenta con el abordaje regional estratégico incluidas, donde se pueda identificar porcentajes de cumplimiento”.
Áreas metropolitanas y áreas periféricas no reflejan el verdadero rostro a las problemáticas, que sí se pueden ver más en la mujer rural y la jefa de hogar, especialmente en brechas, políticas y programas que promuevan la igualdad de género, la eliminación de estereotipos que eliminan el empoderamiento de las mujeres, aseveró.
