Claves de la declinación de la narcodictadura

Con un gancho al hígado, hieren de muerte al dictador

Jaime Flores

Por: Jaime Flores

El golpe que los norteamericanos le propinaron a Juan Hernández se conoce en el mundo del boxeo como un «gancho al hígado». Si bien dicho golpe ha sido fuerte, no significa que esté fuera del ring; por lo que la clase política debe plantearse  un juicio político para defenestrar al dictador, mientras a los operadores de justicia les corresponde realizar una profunda investigación.

Lo que era un secreto a voces quedó al descubierto con la captura de Antonio Hernández, hermano del dictador, en los Estados Unidos. Juan Hernández y su familia conformaron una red criminal desde la posición privilegiada que les dio el poder y utilizaron la institucionalidad del gobierno para traficar con drogas, armas y lavado de dinero.

Es  imposible que el dictador no supiera de las correrías de su hermano, a otro perro con ese hueso, tomando en cuenta que los organismos de inteligencia del Estado están a su servicio, principalmente los del Ejército, que tiene como mandato garantizar la seguridad nacional.

Una de las instituciones más enlodadas con el caso Tony, es el Ejército. Esto, porque lo deja al descubierto, de al menos, dos maneras: o como partícipe de estos negocios turbios, o porque mantiene una sumisión canina no sólo con el dictador sino con los miembros su familia, a quienes les permiten hacer todo tipo de “travesuras”, con la intención no perder sus privilegios.

El golpe dado por los norteamericanos no se circunscribe solo al dictador y al Ejército sino que, como una expansiva, alcanza a los principales funcionarios y colaboradores del fraudulento gobernante; entre ellos, a los integrantes del famoso y temido Consejo Nacional de Seguridad. Ninguno de estos funcionarios puede venir ahora y rasgarse las vestiduras, y decir que Tony era una inofensiva paloma.

Nota raelacionada Tony Hernández señalado como narcotraficante a gran escala por Departamento de Justicia

El inoperante Ministerio Público debe iniciar una investigación; extensiva a los otros operadores de justicia. De lo contrario, sus titulares deben ser acusados por autoría, negligencia o encubrimiento. El único árbitro que puede sacar del ring al dictador es la oposición a través de un juicio político; si no juega el papel histórico que de harto le corresponde, se convierte en cómplice y enemiga de este pueblo digno de mejor suerte.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

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18 comentarios

    1. Q quieres? 50 pesitos. Mitad de la bolsa soliidaria o la nueva bolsita solidaria de la «TH»….por Dios por gente como tu q apoya la corrupcion es q Honduras es parte de los paises SHIETHOLE…..

  1. La oposición o lo que diga cualquier medio en contra del gobernante nos tiene sin cuidado a los cachurecos. VIVA JOH.