Por: Arturo Rendón Pineda
Recientes informaciones oficiales informan que el gobierno está destinando gran parte de nuestros impuestos en crear batallones y para equipar las Fuerzas Armadas
Se dice, y con sobrada razón, “que los que están arriba no se dignan mirar a los que están abajo”; ignorando que buena parte del pueblo actualmente tiene que sobrevivir comiendo a duras penas frijoles o solamente tortilla con sal–cuando se puede—, mientras se gasta la buena parte del presupuesto en comprar armas, barcos de guerra, aviones y todo tipo de incrementos para equipamiento militar. Parece un contra sentido anunciar por parte del Gobernante, que “Invertir en armas, es invertir en el desarrollo del país”, cuando lo lógico y sensato sería invertir en lo necesario e imprescindible para mejorar el nivel de vida de una población que se debate entre la ignorancia y la precariedad.
Hasta para menos desapercibido ciudadano es incomprensible asimilar actitudes incongruentes de un Gobierno cuya prioridad consiste no solo sostener, sino que también aumentar todo el aparato militar en detrimento de la educación y la salud. Todo parece indicar que al sector gobernante no le importa el desarrollo integral de la nación. Parecen ignorar que el desarrollo es posible mediante la EDUCACIÓN que solo lo puede lograr con un pueblo nutrido y saludable. Digno de admirar lo alcanzado por Cuba conforme a la UNESCO que lo pondera al certificar que “Cuba es un ejemplo para el mundo con respecto a varios países más desarrollados”, pese al criminal como inhumano bloqueo impuesto a la isla por más de cincuenta años decimos nosotros.
Cuando Carias gobernó Honduras durante 16 años de férrea dictadura Nacionalista que nos toco sobrevivir, se comentaba que el dictador aconsejaba a sus correligionarios ganar centavos extras con una fórmula infalible:…“Hagan obras hijos….hagan obras”–alentando en esa forma a los servidores públicos a usar sus cargos para sobrevalorar las obras a base de “coimas”, cobros adicionales y jugosas comisiones que constituyen un lucrativo negocio adicional al salario mensual.
Es lamentable que no exista una verdadera oposición estructurada, que emprenda de manera vigilante una crítica bien intencionada y documentada, ante el anuncio de la compra de armamento por valores millonarios que debieran usarse para equipar escuelas derruidas, abastecer hospitales y compra de medicinas que se necesitan con urgencia, no hacerlo, significa condenar al pobre pueblo pobre, a mayores padecimientos.
Se vuelve incomprensible gastar en “preparativos para un imaginario conflicto armado”, tal pareciera, que estamos preparándonos para una guerra virtual…. o acaso siguen al pie de la letra las recomendaciones de Carias, no solo para enriquecerse, sino que también para defender inocultables pretensiones para mantenerse en el poder y perpetuar el estatus quo.
Para los corruptos, es imperativo que no venga otro gobierno a poner en evidencia sus actos de corrupción, que mañosamente han pretendido mantener ocultos ante la opinión nacional e internacional que obligadamente se pregunta:¿en que se han gastado presupuestos?, en que los onerosos prestamos?, ¿Las donaciones de países aportantes a donde fueron a parar?
La crisis que padecemos los hondureños es fruto de la ausencia de principios, falta de ética y honestidad, y de un modelo económico y financiero que sustituyó los principios democráticos de justicia, igualdad y solidaridad por simples leyes que nadie respeta cuyas consecuencias saltan a la vista.
Miles de personas pasan hambre, y otros tantos mueren diariamente en un genocidio de desamparo y olvido, una auténtica vergüenza colectiva, mientras que el neoliberalismo sigue dilapidando fondos públicos y produciendo nuevos ricos, de tal forma, que se está debilitando gravemente el poder político, y lo que es peor, acrecentando nuestra precaria economía con una deuda nacional catastrófica e imposible de ser honrada por las generaciones futuras.
Es urgente ignorar de una vez y para siempre, el perverso adagio supuestamente adoptado por el gobierno: “Si quieres la paz prepárate para la guerra” que debiéramos sustituirlo por…“Si quieres la paz, prepárate a hacer la guerra al analfabetismo, al hambre y a la indiferencia cómplice conque pareciera haberse revestido cómodamente nuestro pueblo”.
Santa Rosa, Copan Diciembre 2016
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
2 respuestas
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Esa es la triste realidad que vive nuestro pueblo y para más indignación, están violando lo más elemental del ser humano que es la propia conciencia y dignidad. la extrema pobreza y el analfabetismo práctico que nos atonta es el terreno fértil de esta gente perversa. UNÁMONOS COMO PUEBLO. COMO HIJOS DE DIOS Y DE ESTA TIERRA MERECEMOS UNA VIDA MÁS DIGNA.