Por: Carlos Zelaya Herrera
Serán las reformas políticas, caldo que entremezcla la situación crítica del país, o la prometedora deuda política que cada 4 años deja una incursión electoral, o será el sincero afán de dirigir la nave del Estado, lo cierto es que las precandidaturas presidenciales se muestran hoy en Honduras tan atractivas como “El Olor de la Guayaba”, la genial obra de Gabriel García Márquez.
Ni un año del segundo mandato de la dictadura del Partido Nacional a la cabeza del Poder Ejecutivo, cuando como hongos después de la lluvia comenzaron a proliferar precandidaturas presidenciales en las principales fuerzas partidistas de Honduras.
La prensa recoge esta abundante cosecha como la expresión del nuevo tripartidismo, el dominio de los partidos Nacional, Liberal y Libre en la vida criolla por lo que desde ya agitan la bandera de las campañas prematuras ante los comicios generales de noviembre de 2021.
Para el sociólogo Julio Navarro tanta precandidatura muestra que nacionalismo se acerca a un relevo tras 12 años en el poder y pedidos de que el mandatario no se postule a una nueva elección, y la aceptación de éste de no hacerlo, por las secuelas político-jurídicas por el juicio al hermano del dictador Juan Hernández, el exdiputado Antonio “Tony” Hernández, en Nueva York.
Con apenas ocho meses de haber usurpado la presidencia del país surgió en el nacionalismo las aspiraciones del designado presidencial y cuestionado ex alcalde de la capital Ricardo Álvarez y su movimiento Solidaridad; luego hicieron lo propio Reynaldo Sánchez, Roberto Ramón Castillo y más cercanamente Jesús Mejía, Mauricio Oliva y Nasry “Tito” Asfura.
Un calentamiento donde Oliva y Asfura, se muestran como posibles favoritos a disputarse la guayaba presidencial en elecciones primarias de 2021, por la ingrata enseña de la solitaria, digo, de la estrella solitaria.
En el partido Libertad y Refundación aparecen las postulaciones de los diputados Jorge Cálix y Jari Dixon, la del defensor de derechos humanos Wilfredo Méndez; además la de la doctora Julieth Handal de Castillo y hace unas horas la de Xiomara Castro de Zelaya, que en las redes sociales circuló que la apoyan cuatro corrientes internas.
Este domingo entre los internautas circulaba el mensaje “Última Hora oficial Xiomara Castro es la virtual candidata de las corrientes a lo interno de LIBRE, FRP, Somos Más, POR y M28. Comienza gran gira nacional para derrocar la Dictadura y unificar a las bases de LIBRE.
Mientras tanto en el liberalismo persisten las aspiraciones de los diputados Elvin Santos y Juan Carlos Elvir; las de Luis Zelaya, Carolina Echeverría Haylock y José Luis Moncada, presidente, secretaria de asuntos femeninos y secretario de asuntos internacionales del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, respectivamente.
Mismo interés muestra el empresario Oscar Melara y por el clamor de muchos liberales la posible postulación del empresario Yani Rosenthal, tras su esperado retorno al país anunciado para el mes de junio venidero.
Todo un escenario movido por expectativas nacionales por la serie de reformas electorales que marquen el antes y un después en la vida política del país en particular por el voto electrónico, la segunda vuelta electoral, la depuración del censo electoral y la nueva cédula de identidad.
El Congreso Nacional tiene previsto al mes de diciembre aprobar dichas enmiendas, logrando avanzar al instituir al Consejo Nacional Electoral, Tribunal Justicia Electoral y al Registro Nacional de las Personas y que deben concluir a finales de la presente legislatura y ratificadas en la próxima.
Panorama que los partidos políticos minoritarios ven como una amenazada para su existencia por los pobres resultados obtenidos en las elecciones de 2017, como admite la dirigencia de Unificación Democrática, el otrora partido de izquierda surgido de los acuerdos de paz de Esquipulas II, a finales de los años 90’s en una metamorfosis que lo llevó a ser cómplice de las normas jurídicas más dañinas y paupérrimas impuestas por la dictadura bipartidista y la bota militar.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas