Por: Redacción CRITERIO
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Perder una mano hace difícil la vida y si bien existen prótesis bastante avanzadas, no logran emular al dedo pulgar, que justamente es el más importante. Un equipo científico utilizó la tecnología para solucionar el problema.
Un grupo de investigadores compuestos por ingenieros y expertos en tecnología computacional, lograron crear un dedo pulgar que, además de ser robótico, tiene la misma precisión que uno real y, más importante, es capaz de sentir.
El dedo robótico del futuro ya llegó
La robótica y avances en las ciencias tecnológicas hoy juegan un rol importantísimo en el desarrollo de las ciencias, especialmente las biológicas, contribuyendo a la cura de enfermedades y mejoras en la calidad de vida de quienes sufren algún problema.
Un equipo multidisciplinario de la Universidad Florida Atlantic (FAU) en los Estados Unidos, creó una nueva tecnología que permitiría el uso de prótesis que funcionen mediante el uso de calor y frío además de la memoria sensorial, por más que esa parte del cuerpo ya no esté.
Su primer gran desafío es crear un dedo robótico impreso 100 % en 3D y, cuyo exterior está basado en un escáner completo de un pulgar humano, lo que incluye piel y zonas donde se pueden sentir sensaciones como calor o frío.
Justamente esa cualidad que le permite sentir la temperatura, es la que se usa para dar un movimiento natural al dedo, el cual en vez de circuitos complicados utilizaría conductores térmicos para dar ordenes.
Si bien la tecnología ya demostró ser exitosa, falta el trabajo con biotecnólogos y otros especialistas del área para crear las primeras prótesis funcionales que la utilicen.
Prótesis funcionales y naturales
Gracias a la robotica, las prótesis de manos, pies, brazos, piernas, rodillas y casi cualquier parte del cuerpo dejaron de ser un mero adorno con escasa utilidad, y hoy podemos ver cómo reemplazan casi en un 100 % las funciones de una parte del cuerpo humano real.
El sistema creado por los especialistas de la FAU, quiere ir un poco más allá y utilizar un sistema simple que permita realizar los movimientos del pulgar humano en base a algo tan simple como el calor o el frío, doblándose y estirándose en la misma forma que lo haría un dedo normal.
El dedo prostético no solo utiliza temperatura, sino que también sensores que le guían para realizar movimientos más precisos. La energía que este pulgar necesita, se obtiene de una batería en la base del dedo.
El hecho que los movimientos se controlen mediante calor o frío, aumenta la velocidad de funcionamiento, además de adaptar las partes internas para que trabajen según necesidad.
Los científicos de la FAU quieren más lejos de la ciencia biológica con su descubrimiento, ya que también buscan utilizar el sistema térmico en robots que deben funcionar en ambientes adversos como, por ejemplo, bajo el agua.
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