Por: Redacción CRITERIO
Aunque los políticos nacionalistas hondureños han manifestado que la CICIG no da resultados, esta instancia intrenacional ya metió presos al presidente y la vicepresidenta de ese país y ahora va contra los actos de corrupción del Congreso Nacional guatemalteco. ¿Será este el temor?
El Ministerio Público por medio de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, -FECI- y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, -CICIG-, coordinaron esta mañana la aprehensión de tres personas derivado de la investigación que se realiza por el caso de plazas fantasmas autorizadas por el diputado Pedro Muadi.
Las personas detenidas son: Rony David Ruano López, por el delito de asociación ilícita; Ana Lucía Reyes Bolaños, por el delito de asociación ilícita; y Héctor Augusto Reyes Gómez, por el delito de lavado de dinero u otros activos.
De acuerdo al seguimiento que se le ha dado a la investigación, esta revela que además de las plazas de los guardias parlamentarios, conocida al inicio del proceso, existieron otras contrataciones -alrededor de 25 personas.
El modo de operar consistió en la suscripción de contratos laborales en diferentes plazas a solicitud y con asignación al Diputado Muadi; así como la apertura de cuentas en un banco del sistema donde figuraba la señora Claudia María Bolaños Morales con firma registrada -ya ligada a proceso por los delitos de Asociación Ilícita y Peculado por Sustracción.
Mediante las pesquisas se pudo establecer que en los estados de cuenta de las personas que recibieron fondos por concepto de pago de planilla del Congreso, los mismos fueron retirados a través de cheque por la señora Bolaños Morales y posteriormente endosados para depositar a una cuenta del mismo banco, a nombre de la empresa Productos Servicios y Equipos, S. A., entidad donde figuran como socios Muadi y Bolaños.
De acuerdo con el expediente, Rony David Ruano Gil y José Estuardo Blanco Aguilar (ligado a proceso y en prisión preventiva) intervinieron para que terceros firmaran un contrato laboral en el Congreso, además de contactar con algunos familiares y otras personas para el mismo fin y de esta forma recibir un beneficio económico.
Mientras que Ana Lucía Reyes Bolaños, asistente del despacho Muadi; e hija de la procesada -Bolaños Morales-, realizó acciones consistentes en simular la asistencia a labores de los supuestos empleados contratados, al llenar las tarjetas de marcación de asistencia diaria.
Asimismo la señora Claudia María Bolaños, de las cuentas a nombre de los supuestos contratados, giró cheques a favor de ella misma, los cuales depositó y giró cheques provenientes de las cuentas de los supuestos contratados a favor de su esposo, el señor Héctor Augusto Reyes Gómez.