De acuerdo a cifras analizadas por Criterio.hn, el número de beneficiarios también se incrementó más del doble, especialmente en los departamentos de Cortés y Francisco Morazán, donde la cobertura se multiplicó por tres y por siete, respectivamente.
Analistas señalan que las políticas sociales en Honduras siguen careciendo de un sistema de evaluación de impacto, lo que impide medir si realmente reducen la pobreza o simplemente son alivios temporales para mitigar crisis ambientales y socioeconómicas.
Tegucigalpa, Honduras. – A 45 días de las elecciones generales, el Gobierno de Honduras aceleró la entrega del Bono de Alivio Climático, creado mediante el PCM 103-2021, con el fin de asistir a familias vulnerables afectadas por fenómenos naturales. Sin embargo, el momento en que se realiza la distribución de estos fondos ha levantado fuertes sospechas sobre su uso con fines políticos.
El bono, creado mediante el PCM 103-2021 durante el gobierno de Juan Orlando Hernández, sentenciado a 45 años de prisión por delitos relacionados a la narcoactividad en Estados Unidos, fue diseñado para apoyar a familias vulnerables afectadas por fenómenos naturales producto del cambio climático.
El Bono de Alivio Climático, es un programa financiado con un préstamo de 70 millones de dólares del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que sería ejecutado por la extinta Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis), hoy Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Con este financiamiento se establece una transferencia única de 7,000 lempiras para 47,521 beneficiados, seleccionados según criterios de pobreza extrema y riesgo climático, con base en el Registro Único de Participantes (RUP) y la Ficha Socioeconómica Única (FSU).
Durante 2021, el bono fue entregado a 45,998 beneficiarios en seis departamentos, con una inversión total de 321.9 millones de lempiras. Cuatro años después, el monto se duplicó, alcanzando 661.1 millones de lempiras, distribuidos en más de 94,000 familias, según los datos publicados por Sedesol.
La coincidencia entre la entrega del bono y la cercanía de las elecciones ha generado un intenso debate público. En ese sentido, la titular de Sedesol, Mirtha Gutiérrez, defiende la ejecución asegurando que el proceso “se realizó con todos los criterios de transparencia y bajo auditoría internacional”.
“Lo que quiero que el pueblo entienda es que esto no tiene nada que ver con política electoral. Este bono es una intervención integral para reducir la pobreza y mitigar el impacto del cambio climático”, sostuvo Gutiérrez durante su participación en un foro televisivo.
Sin embargo, la línea del tiempo deja dudas. El préstamo fue aprobado en 2021, parcialmente ejecutado ese mismo año —también en días antes y después de los comicios de noviembre de 2021—, pausado durante tres años y reactivado meses antes de las elecciones del 30 de noviembre de 2025.
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Por su parte, el economista y analista Julio Raudales, considera que este patrón se repite cada ciclo electoral, ya que históricamente el gasto público en Honduras aumenta en los años de elecciones.
“Es casi una costumbre política usar los recursos sociales como herramienta de simpatía electoral”, enfatizó el analista en su intervención en un foro televisivo.
A juicio del analista la entrega de bonos no son una solución estructural, ya que no hay evidencia de que las transferencias monetarias saquen a las personas de la pobreza, no obstante, señaló que estos beneficios “sirven de alivio inmediato, pero no generan resiliencia ante los riesgos climáticos”.
En ese sentido, explicó que estos programas deberían estar condicionados a mejoras en educación o prácticas de protección ambiental, “no solo a recibir dinero por estar en pobreza extrema”.
De acuerdo con Sedesol, los criterios de selección incluyen hogares que no hayan recibido otros bonos del Estado, que presenten un índice de pobreza multidimensional severa y que residan en zonas de alta vulnerabilidad climática.
Los seis departamentos focalizados son Colón, Yoro, Cortés, Santa Bárbara, Francisco Morazán y El Paraíso, donde históricamente los desastres naturales han golpeado con mayor fuerza.
El recién nombrado director del programa Red Solidaria, Juan Carlos Coello, rechazó que el bono tenga fines políticos. “En Tegucigalpa no hemos podido pagar por respeto a la veda electoral. El último pago fue el 15 de octubre, tal como estableció el BCIE”, aseveró.
Coello insistió en que los pagos fueron acompañados por una auditoría internacional y que las listas de beneficiarios están validadas por el CENISS y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
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BONO CLIMÁTICO SE ENTREGÓ PREVIO A LAS ELECCIONES DE 2021: EL PATRÓN SE REPITE EN 2025
Pero las dudas persisten. Durante el gobierno anterior, también se pagaron bonos semanas antes y después de las elecciones. Criterio.hn solicitó a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) el número de beneficiarios del Bono de Alivio Climático para corroborar las fechas en las que se entregó este alivio económico.
La respuesta de Sedesol –en enero de 2025— indica que este la entrega del bono se inició el 18 de noviembre, 10 días antes de las elecciones generales de 2021, hasta el 7 de diciembre de ese año.
Según datos de Sedesol, la programación era para 47,521 hogares, pero sólo 45,998 recibieron el beneficio.
Desde su primera entrega, el Bono de Alivio Climático casi duplicó su monto total, pasando de L 321.9 millones en 2021 a L 661.1 millones en 2025.
Retomando las declaraciones de Gutiérrez, indicó que la administración de Juan Orlando Hernández usó 22 millones de dólares de ese mismo préstamo para beneficiar a 39,000 familias antes de las elecciones de 2021, dato que no concuerda con la respuesta a la solicitud de información.
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PROMESAS, BONOS Y VOTOS: LA VIEJA ESTRATEGIA QUE VUELVE EN CADA ELECCIÓN
Aun así, el momento político de la entrega genera inquietud. El analista político Luis León advierte que, sin controles efectivos en las instituciones, cualquier ayuda estatal puede percibirse como un mecanismo para captar votos.
“Debe haber supervisión del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), el Ministerio Público y la Secretaría de Transparencia. Es urgente garantizar que los fondos lleguen a quienes realmente los necesitan y no se utilicen con fines electorales”, dijo en una entrevista brindada a Criterio.hn.
A juicio del entrevistado la verdadera garantía de que esto no se repita está en la ética de los funcionarios y en la madurez del votante, a su vez manifestó que, en un país donde la pobreza y la vulnerabilidad climática son profundas, “manipular la necesidad de la gente sería un acto inmoral”.
“Cada elección es una oportunidad para castigar las prácticas clientelistas”, concluyó. “Si la gente sigue vendiendo su voto por un bono, el ciclo de manipulación y pobreza nunca terminará”.
Según datos oficiales, la entrega del bono se concentró en municipios con altos índices de pobreza, pero también en zonas clave para el voto del partido Libre, lo que aumenta la percepción de uso político.
Mientras tanto, la entrega del Bono Climático se entregó durante la campaña electoral. Aunque las autoridades de Sedesol y Red Solidaria aseguran que la veda está siendo respetada, la coincidencia temporal refuerza el escepticismo ciudadano.
A menos de mes y medio de los comicios del 30 de noviembre, la entrega del Bono de Alivio Climático se ha convertido en un símbolo de la vieja pregunta que persigue a cada proceso electoral en Honduras, ¿asistencia social o herramienta política para captar votos?
