Tegucigalpa, Honduras. En un lapso de cinco años, la Secretaría de Salud reportó 244 diagnósticos de trastorno del espectro autista en Honduras, con un repunte marcado entre 2022 y 2024, según datos obtenidos por Criterio.hn mediante una solicitud de información.
Según las cifras proporcionadas a este medio digital, la mayor parte de los casos diagnosticados son por autismo en la niñez, que fueron identificados en menores de edad en un rango de 1 a 10 años.
Especialistas consultados por Criterio.hn coincidieron en que los espacios de atención para personas con autismo en Honduras son muy limitados, lo que evidencia una necesidad ignorada por el Estado.
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AUMENTO EN LOS DIAGNÓSTICOS
Según datos obtenidos por Criterio.hn, entre 2020 y 2025 el sistema de salud público registró 244 diagnósticos de trastorno del espectro autista. De ese total, 161 corresponden a hombres y el resto a mujeres, mismos que en su mayoría se concentran en edades debajo de los 20.
Las cifras reflejan que la mayor parte de los diagnósticos son por autismo en la niñez que representa el 77.5% de los casos documentados por la Secretaría de Salud, mientras que el 22.5% restante se contempla en casos de autismo atípico.
Con base en la información proporcionada por la Sesal, Criterio.hn identificó que a partir de 2021 los centros de atención comenzaron a reportar un aumento en los diagnósticos de autismo, tendencia que se duplicó en 2022 con 46 casos, continuó en 2023 con 67 y alcanzó 101 en 2024.
A nivel departamental, Francisco Morazán, Cortés y Atlántida son los que reportaron el mayor número de niños, niñas, adolescentes y adultos con autismo, contabilizando 53, 45 y 23 casos cada uno.
Por otro lado, Islas de la Bahía se posiciona como el único departamento de origen que no reporta diagnósticos por autismo en los últimos años, según detallan los propios registros.
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Nohemi Moreno, especialista en psicología clínica y en autismo, explicó que dicho trastorno es una condición del neurodesarrollo que afecta áreas específicas como la comunicación, la interacción social, el procesamiento de la información y el cómo se percibe el mundo y el ambiente de quienes poseen el diagnóstico.
¿QUÉ ES EL AUTISMO?
Moreno señaló que algunas de las características más comunes de dicho espectro se da en la comunicación y lenguaje, así como los movimientos estereotipados que pueden ir desde aleteo de manos, balanceos y el caso omiso a los llamados, asimismo la sensibilidad a los sonidos, luces brillantes y sabores.
La especialista afirmó que aunque no es una enfermedad, el autismo es una condición que acompaña a la persona durante todas las etapas de su vida y que necesita de acompañamientos para que la o el diagnosticado puedan ser funcionales, y apuntó a que es algo que se logra mediante estrategias educativas terapéuticas, neurológicas y que puede llegar a variar según la necesidad de cada paciente.
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UN DESAFIÓ NO ATENDIDO
Sobre la estigmatización y el tabú que hay alrededor de los temas de salud mental, la psicóloga Martha Julissa Herrera, explicó que la negación suele ser el peor enemigo del pensamiento, pues cuando se habla de la necesidad de una ayuda especial, se suelen negar las herramientas de desarrollo y se adapta a reglas de la cultura en la que se excluye y aísla aquellos que las necesitan.
Herrera señaló que la estigmatización de la salud mental y la negación de los padres provoca un aislamiento social que se ve evidencia en casos de personas que abandonaron la secundaria, que no lograron conseguir un trabajo, y que se ven obligados a depender únicamente de sus padres porque carecen de las habilidades sociales necesarias para integrarse adecuadamente a la sociedad.
La profesional de la salud mental afirmó que uno de los principales problemas es la falta de instituciones para atender a las personas diagnosticadas con autismo, ya que en todo el país existen apenas cinco centros disponibles.
Herrera detalló que de los cinco centros existentes, solo uno brinda atención exclusiva para adultos y remarcó que eso evidencia la situación de precariedad en la que se encuentra la salud mental para las personas diagnosticadas con autismo.
Con el objetivo de visibilizar los retos a los que se enfrentan los padres de familia con hijos diagnosticados con el espectro autista, Criterio.hn contactó a Waleska Laínez, madre de Diego Alejandro Laínez, un niño de 10 años de edad que recibió el diagnóstico a los dos años.
LOS RETOS DEL DIAGNÓSTICO
Laínez relató que identificaron algunas señales, pero que al carecer de información desconocían que se estuviese tratando de dicha condición. Entre las alertas, describió que su hijo caminaba de puntas, no se comunicaba, presentaba balanceos y que ignoraba los llamados de atención.
Con el paso del tiempo, relató que llegó a Apoautis, institución donde confirmaron el diagnóstico y, desde entonces, gracias a las terapias y el acompañamiento recibido, su hijo ha mostrado una notable evolución.
Sobre los retos, Waleska señaló que está el desconocimiento y la incertidumbre del que pasará, asimismo remarcó también la falta de empatía de la sociedad que desconocen la situación de las personas con estos diagnósticos y que suelen juzgar o ver con malos ojos cuando las y los menores sufren crisis en espacios públicos.
Desde su experiencia, Laínez subrayó la importancia de llevar a niñas y niños a controles pediátricos, ya que estos pueden ser el primer paso para identificar un posible caso de autismo. Explicó que, a partir de esas consultas, los profesionales de la salud remiten a especialistas que permiten confirmar o descartar el diagnóstico.
“El autismo a uno le saca las fibras que usted no cree que tiene, le saca resiliencia, paciencia y hace valorar cada cosa chiquita que su hijo hace o deja de hacer”, dijo Waleska Laínez.
