Aplicación de nuevos impuestos, intención del gobierno que se retracta por cálculos políticos
Exoneraciones fiscales provocan una disminución de ingresos de al menos 39 mil millones de lempiras
Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa. -La crisis financiera que vive Honduras ha llevado a las autoridades gubernamentales a considerar la posibilidad de implementar más impuestos a partir del 2021. La atención se ha centrado en la intensión del Servicio de Administración de Rentas (SAR), de obligar al comercio digital a pagar un nuevo cobro.
Según el SAR, el comercio digital se ha convertido en una dinámica de generación de ingresos que no rinde cuentas al fisco. Miriam Guzmán, directora de esta entidad, dijo que no descartan implementar un nuevo cobro el próximo año.
En ese contexto, el Poder Ejecutivo manifestó que en sus planes no valoran aplicar nuevos impuestos, generando contradicciones entre el discurso y los hechos a lo interno del gabinete que dirige Juan Hernández.
LA FRASE: En declaraciones a Radio América, el ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, comentó: “es un esfuerzo que hará el Gobierno, pero no se crearán impuestos nuevos, y tendremos que buscar dónde haremos recortes para ahorrar para que los empresarios no paguen ese impuesto. No habrá impuestos nuevos, eso lo puedo garantizar, pero en el diálogo con el sector privado iremos viendo el sacrificio fiscal con responsabilidad”.
Las declaraciones de Díaz son engañosas porque fue del mismo Poder Ejecutivo (SAR), que se hizo el anuncio de crear un nuevo impuesto y porque desde el Poder Legislativo ya se adelantó que, dada a las precarias condiciones económicaS del país, el próximo gobierno deberá ajustar las medidas fiscales vigentes.
En pocas palabras desde el Poder Ejecutivo hay dos discursos: la Secretaría de la Presidencia afirma que no se aprobarán nuevos impuestos, y desde la SAR se anuncia un nuevo gravamen, por lo que esta contradicción deja dudas ante la opinión pública de cara a las medidas del próximo año fiscal.
HONDURAS RECAUDA MÁS DE L.105 MIL MILLONES EN TRIBUTOS
De acuerdo con datos de la Secretaría de Finanzas (Sefin), en el último periodo fiscal correspondiente al 2019, Honduras recaudó por concepto de ingreso tributario más de 105 mil millones de lempiras.
El total de recaudación que recibió el Gobierno en 2019 supera los 143 mil millones de lempiras, siendo el ingreso tributario el que más dinero dejó a las finanzas públicas.
La recaudación de 2019 fue la base para la estructuración del presupuesto vigente (2020), que supera los 155 mil millones de lempiras, siendo 3 mil millones mayor al del 2019. Cada presupuesto tiene como principal financista a la recaudación tributaria, crédito interno y de préstamos provenientes de los organismos financieros internacionales.
Descargue aquí el presupuesto de ingresos de 2020.
Bajo el mismo discurso del ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, el secretario de Finanzas, Marco Midence, aseguró que no aprobarán nuevos impuestos. Aunque Midence fue más allá al señalar que hay dos caminos para financiar el presupuesto y dar sostenibilidad monetaria al Estado: endeudarse o cobrar más impuestos.
Midence recalcó que la alternativa viable por ahora es endeudarse y no crear nuevos impuestos, por eso solicitó al Congreso Nacional, la aprobación de venta de bonos soberanos por arriba de los 600 millones de dólares, los que serán utilizados para financiar el presupuesto de 2021 y dar atención económica a la pandemia.
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Por otra parte, la directora del SAR, Miriam Guzmán, contradijo la postura del ministro de la Presidencia y de la Sefin, al dar a conocer que están analizando la posibilidad de crear y aplicar un nuevo impuesto orientado a regular la actividad comercial digital.
El cobro que estaría vigente en 2021 tiene por objetivo que las personas que utilizan las redes sociales para distribuir productos deban pagar impuestos al SAR. De la misma forma pretenden aplicar un pago extra por el consumo de plataformas de streaming (Netflix y Amazon Prime Video).
La segunda semana de octubre, El SAR publicó a través de su página web, que la recaudación fiscal ha caído en al menos un 23 % de lo esperado, las proyecciones para el 2020 sobre la meta de recaudación era de 109 mil millones de lempiras, pero a raíz de la pandemia se estima que se cierre el año con 85 mil millones recaudados.
Ante la situación fiscal del país, Guzmán ha sugerido al Poder Ejecutivo revisar las exoneraciones fiscales, las que según Sefin en su informe de Gasto Tributario 2018-2020, indica que Honduras deja de percibir más de 39 mil millones de lempiras anuales por dicho concepto. Las exoneraciones fiscales favorecen exclusivamente a algunos rubros de la empresa privada, por lo que al final esta medida es una carga fiscal para el Estado y una traba para cumplir con obras y demandas sociales en beneficio de los más pobres.
El economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Alejandro Kafati, se refirió a la intensión del SAR de aplicar el nuevo impuesto al comercio digital. Dijo que si el Gobierno lo aprueba sin reformar el Código Tributario vigente incurrirá en ilegalidad.
Para el economista aplicar un impuesto al comercio digital con el fin de regular el funcionamiento de las plataformas de streaming, no es nada fácil, porque las empresas que brindan estos servicios de entretenimiento ni siquiera tienen oficinas en Honduras.
Además, recalcó que para dar un paso a cobrar por la actividad digital se debe consultar a todos los sectores sociales y económicos del país, porque la medida requiere forzosamente de modificaciones al marco regulatorio fiscal.
PERSPECTIVAS TRIBUTARIAS Y ECONÓMICAS PARA 2021
En manos del Poder Legislativo se encuentra el anteproyecto de Presupuesto General de la República para el 2021 el que, según estimaciones, será superior al de 2020 en unos 5 mil millones de lempiras.
El anteproyecto deberá ser discutido y aprobado por el Congreso Nacional antes que finalice el año y mientras se afinan los detalles de la propuesta, las proyecciones muestran que el total del Presupuesto ascenderá a 288 mil millones de lempiras.
“El Proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República del Ejercicio Fiscal 2021 asciende a L.288,145.1 millones, monto superior en 2.1 % (L. 5,809.6 millones) con respecto al presupuesto aprobado de 2020, variación reflejada en la Administración Central con un 4.5 % (L.6.952.5 millones) debido a un mayor endeudamiento externo; en la Administración Descentralizada se estima una reducción de 0.9 % (L. 1,142.9 millones) debido a la proyección de fondos del tesoro nacional los cuales se reducen en un 9.4 %, y el crédito interno”, explica el borrador presentado al Congreso.
El documento también expone que para el 2021 se estiman ingresos corrientes por 102 mil millones de lempiras, representados principalmente por ingresos tributarios (96 mil millones, equivalente al 59 % del presupuesto total) inferior a 13 mil millones, con respecto al presupuesto del 2020.
La situación financiera que vive Honduras a consecuencia de la COVID-19, dan estimaciones de reducción en la recaudación fiscal: “previendo que la reactivación económica será en forma gradual; dentro de este tipo de ingresos los más representativos son los impuestos sobre la producción, consumo y ventas, sobre importaciones y otros no tributarios. En los Ingresos no Tributarios se estima un monto de L. 3,545.1 millones, monto inferior en 9.9 % (L.389.9 millones) con respecto al presupuesto aprobado de 2020, variación reflejada principalmente en cánones y regalías al no contemplar el canon aeroportuario (L.300.0 millones) por el vencimiento en 2020 del contrato de concesión”, cita el documento.
El economista del Fosdeh, Ismael Zepeda, asegura que, a pesar de las contradicciones del Gobierno---en torno a un posible nuevo impuesto---es poco probable que se concrete el próximo año, porque es un periodo meramente político electoral.
Desde este enfoque, Zepeda dice que si el Gobierno crea un nuevo impuesto, tendría consecuencias en las urnas, con los votos que pueden ser clave para ganar elecciones o puestos de elección popular.
“No creo que exista un nuevo impuesto para el próximo año, porque es un año político electoral y el descontento aflorará en las urnas si se aplican nuevos impuestos”, estimó Zepeda.
Desde el punto de vista de recaudación, el economista considera que la mejor decisión que puede y debe tomar el Gobierno es reducir el gasto fiscal (exoneraciones a grupos empresariales). “La política más efectiva para la recaudación tributaria es reducir el gasto, por eso debe ajustarse y no estarse preocupando por crear nuevos impuestos”.
Por otra parte, sugiere que el Gobierno sea austero, ahorrador, con un gasto más focalizado y también que se reduzcan los extraordinarios salarios de los altos funcionarios.
“Sin duda que para el 2021 es necesario nuevos impuestos, pero no es adecuado para una economía que está en detrimento, mencionar nuevos impuestos desestimula cualquier iniciativa y eso genera un impacto en las empresas que necesitan sobrevivir”, puntualizó Zepeda.
El Poder Legislativo también ha instado a crear ajustes fiscales debido a la crisis generada por la pandemia. El presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, comentó en un encuentro internacional que el próximo Gobierno deberá considerar la posibilidad de ajustar las medidas fiscales vigentes.
Con lo expresado por Oliva se confirma una vez más la estrategia del Partido Nacional de evitar tomar medidas de carácter fiscal en años electorales ya que, en diciembre de 2013, una vez que el entonces Tribunal Supremo Electoral declaró ganador de las elecciones a Juan Hernández, el Congreso Nacional, que casualmente era presidido por el mismo Hernández, procedió a aprobar un nuevo paquete de medidas fiscales entre las que destaca el incremento del 12 al 15 % del Impuesto Sobre Ventas.
En 2017 la historia fue distinta por la crisis político-social generada por el fraude electoral. Este desgaste político que ha continuado en los últimos tres años ha evitado que Hernández determine crear nuevos impuestos, sin embargo, economistas consideran que la situación actual del país, debido a los efectos de la pandemia más el alto costo de corrupción, hace que la aprobación de una nueva carga impositiva sea un hecho en un futuro cercano.
A pesar del debate que originan las contradicciones del Gobierno en torno a nuevos impuestos, los economistas creen que de cara al 2021, no habrá nuevos cobros porque los intereses electorales superarán la ambición fiscal de la administración actual.