Por: Redacción CRITERIO
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De acuerdo a las proyecciones del gobierno, Honduras seguirá dando tumbos en seguridad alimentaria producto de la sequía.
Lo anterior se deduce por el anuncio que hizo la noche del jueves el presidente Juan Hernández, quien en cadena de radio y televisión, adelantó la integración de una “fuerza de tarea”, integrada por funcionarios del gobierno para que se desplacen a los 13 departamentos del país, con mayor impacto en la pérdida de cosechas agrícolas, producto del fenómeno climatológico “El Niño”.
La medida del gobernante es contradictoria, ya que el año pasado al asumir su mandato, anunció beneficiar a 150 mil pequeños productores del campo, mediante la construcción de cosechadoras de agua y de la implementación de sistemas de riego por goteo, lo que en la práctica no se ha visto y prueba de ello es la adopción de la nueva estrategia.
Mediante el sistema de riego por goteo y la construcción de cosechadoras de agua, el gobierno prometió un financiamiento de 1,500 millones de lempiras anuales del Fondo para la Reactivación del Sector Agroalimentario de Honduras (FIRSA), con una tasa del 7.25 por ciento anual, con un período de gracia que oscila entre uno y tres años.
Inmerso en ese mar de promesas, también anunció la creación de un banco que apoyara a los pequeños productores del agro, lo que meses más tarde se tradujo en la puesta en marcha del Banco Rural (Banrural), el polémico banco de capital guatemalteco, que hasta el momento no ha dado los resultados que fueron “vendidos” por el gobernante.
De acuerdo a las proyecciones del gobierno, los 1,500 millones de lempiras ofrecidos en el 2014, se convertirían gradualmente en 2015 en 3,000 millones, que serían colocados en la banca a través del Banco Hondureño para la Producción y Vivienda (Banhprovi).
Las promesas del mandatario se originaron en momentos que Honduras se enfrentaba a una de sus peores crisis alimentarias, que tuvo como resultado la importación de frijol de Etiopía, cuya transacción quedó en la sospecha de otro acto de corrupción.
En resumen se deduce que todo quedó en planes y anuncios, porque al final los resultados han sido otros y se comienzan a palpar en la hambruna que se avecina y que ya está teniendo efectos en 13 departamentos, situación que ya el mismo gobierno ha reconocido.
Según el gobierno, la situación que se prevé es que se observará un déficit de alimentos en alrededor de 146 municipios del territorio nacional.
“En vista de lo anterior y anticipándonos en el manejo adecuado de esta situación, mi gobierno ha atendido a unas 72 mil familias durante los últimos dos meses”, dijo Hernández, durante su comparecencia.
NUEVA ESTRATEGIA
Ante dicha situación, el gobernante anunció “hemos constituido una fuerza especial de tarea integrada por los ministros del gabinete, para que con el apoyo logístico de las instituciones a su cargo, se desplacen inmediatamente a los 13 Departamentos en riesgo para que en 72 horas elaboren un diagnóstico de la situación en cada municipio, cuantificando el número de familias afectadas y las necesidades inmediatas para mitigar la situación de riesgo alimentario”.
Aunque sin precisar los procedimientos a implementar y el tipo de acciones o ayudas que se llevarán a las zonas, el gobierno ha diseñado un cronograma de asignaciones por departamento donde ha nombrado a sus funcionarios, quedando de la siguiente manera:
Comayagua, le corresponde a la secretaria de INSEP; Copan, a Salud; Choluteca, a la secretaria de Coordinación de Gobierno; El Paraíso, al Instituto Nacional de Estadística; Francisco Morazán, a la secretaria de Desarrollo Social; Intibucá, a la secretaria de Agricultura; La Paz, a la secretaria de Recursos Naturales.
En tanto Lempira, se delegó a la secretaria de Defensa; Ocotepeque, a IDECOAS; Olancho, a la secretaria de la Presidencia; Santa Bárbara, a la secretaria de Finanzas; Valle a la secretaria de Educación y Yoro al INFOP.
Como un segundo componente del plan, Hernández, ordenó a los miembros del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, SINAGER, para que de inmediato trabajen en la adecuación del plan de contingencias existente, a las necesidades que demanda la presente situación originada por el cambio climático.
Todas las acciones y anuncios, dan lugar a conclusiones y hacernos la pregunta: ¿Le estará sacando provecho Hernández a la sequía y a la hambruna que vive la mayor parte del pueblo hondureño? Para algunos la respuesta sería que no, porque está asumiendo la situación con el despliegue de funcionarios, quienes llegarán a auxiliar a sus compatriotas con una ración alimentaria y así calmarles el hambre.
Sin embargo, podría existir otro grupo poblacional, que desde ya asume que la intención del gobernante, no es más que una estrategia para ensanchar el clientelismo político de cara al próximo proceso eleccionario, del cual él pudiera ser un actor muy activo, ya que el camino para su reelección ya está allanado.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas