La alianza entre PSH y Libre se encuentra en un punto crítico. Estos serían los escenarios ante una eventual ruptura
Tegucigalpa.- La alianza político-partidaria entre Libertad y Refundación (Libre) y Partido Salvador de Honduras (PSH) parece haber llegado a su fin. Aunque ninguno de los dos institutos políticos lo oficializa, los encontronazos verbales entre sus dos principales líderes, Manuel Zelaya Rosales y Salvador Nasralla, parecen confirmarlo.
Zelaya Rosales, coordinador general de Libre, expresó días atrás que, desde su perspectiva, las declaraciones del designado presidencial, en desvirtúo de la presidenta Xiomara Castro, indican que él (Salvador Nasralla) «ya rompió la alianza».
«Él la ha roto desde el momento en que insultan a la presidenta, que nos insulta a nosotros mismos, que insulta al partido Libre, que menosprecia todo lo que se está haciendo en favor del pueblo hondureño, y que nos compara con la dictadura (…) desde ese momento {el está rompiendo con los acuerdos que se le cumplieron», dijo Zelaya Rosales a medios locales el 14 de octubre.
En reiteradas ocasiones, Salvador Nasralla, electo designado presidencial, ha desvirtuado a la presidenta hondureña, asegurando en algunas ocasiones que ella no cuenta con la formación «académica» y «técnica» requerida para resolver las problemáticas del país, algo que, dice él, sí posee, dejando entrever que no se le toma en cuenta para «tomar decisiones», ello a pesar de que la Constitución de la República establece cuáles son las funciones de los tres designados a la presidencia.
Los otros dos designados presidenciales, Doris Gutiérrez (Partido Innovación y Unidad) y Renato Florentino (Libre), en ningún momento han solicitado ser tomados en cuenta para gobernar al lado de Xiomara Castro, como pretende Salvador Nasralla. En las últimas horas, el designado presidencial incluso aseguró que Manuel Zelaya Rosales le prometió que él sería quien tomaría las decisiones, desde Casa Presidencial, si la alianza resultaba victoriosa en las elecciones generales del 28 de noviembre.
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EL ACUERDO
El 13 de octubre de 2021, los partidos Libre y PSH firmaron un acuerdo que daba vida a una alianza político-electoral de cara a las elecciones generales del 28 de noviembre de 2021, mediante el cual se pretendía sacar del poder al Partido Nacional, que había gobernado ininterrumpidamente a partir de 2010. Tras los comicios, Xiomara Castro resultó victoriosa con más de 1.7 millones de votos, ello por encima del candidato nacionalista, Nasry Asfura, quien perdió con poco más de 1.4 millones de voluntades.
El acuerdo indicaba, sobre todo, que al PSH se le otorgaría cuotas de poder dentro de la junta directiva del Congreso Nacional, principalmente la presidencia de ese poder del Estado. «El PSH, sin considerarse el número de sus diputados que resulten electos, designará quien ocupe la presidencia del Congreso, designado por Salvado Nasralla», dice el documento. Así ocurrió. El 23 de diciembre de 2021, Luis Redondo, del PSH, fue ungido como candidato a ocupar la presidencia del Legislativo.
Sin embargo, el propósito se complicó semanas antes de la elección de la junta directiva provisional del Congreso el 21 de enero de 2022, después de que una facción disidente de Libre candidateó a Jorge Cálix, de ese partido, con el apoyo de las bancadas del Partido Nacional, Partido Liberal, Partido Anticorrupción y Democracia Cristiana. Al final, Cálix fue juramentado como presidente provisional, en medio de señalamientos de «traición al acuerdo».
Dos días después, el 23 de enero, se juramentaron dos juntas directivas en propiedad. Una, tras una convocatoria a sesión en el complejo turístico Bosques de Zambrano, a 40 kilómetros al norte de la capital Tegucigalpa, ratificó a Jorge Cálix como presidente en propiedad del Congreso Nacional.
Al mismo tiempo, en las instalaciones del Palacio Legislativo, a Luis Redondo se le nombró en el mismo, con votos de diputados propietarios y suplentes, y ese día se encontró con la presidenta electa, Xiomara Castro, quien el 27 de enero asumiría la presidencia de la República.
Finalmente, la crisis legislativa concluyó el 7 de febrero de 2022, cuando Jorge Cálix reconoció a Luis Redondo como único presidente. Además de Redondo, dos vicepresidencias del Legislativo las ocupan personas muy cercanas a los más íntimos círculos personales de Salvador Nasralla, Fátima Mena e Iroshka Elvir, su esposa. Sin embargo, el presidente del PSH insiste en señalar que los acuerdos no se le han cumplido.
¿ACUERDO NO CUMPLIDO?
El acuerdo del 13 de octubre de 2021, en uno de sus incisos, además establecía que las designaciones de las secretarías de Estado y de los órganos descentralizados se realizarían en conjunto entre Xiomara Castro y Salvador Nasralla, pero que Libre no cumplió con ello. Sin embargo, el acuerdo no habla acerca de una proporcionalidad, por lo que su argumento carece de validez.
El 19 de septiembre de 2022, Salvador Nasralla confió a Criterio.hn que solamente el nombramiento de José Manuel Matheu, como ministro de Salud, le había sido consultado, y añadió que la designación como titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de Pedro Barquero, quien fue el coordinador de su campaña y el segundo firmante por parte del PSH en el acuerdo, la realizaron sin consultarle a él.
Además de Matheu y Barquero, la secretaria ejecutiva de la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas (CICESCT), Sua Martínez, pertenece al PSH.
RIESGOS DE UNA RUPTURA
Una potencial ruptura entre PSH y Libre alentaría que estas personas pudieran ser destituidas de sus cargos, pero, más allá de ello, podría empeorar las crispaciones cada vez más evidentes dentro del Poder Legislativo.
La bancada de Libre continuaría requiriendo los votos del PSH para acercarse a la mayoría simple, mientras que el partido de Salvador Nasralla podría quedarse solo y verse obligado a establecer nuevas alianzas legislativas con otros institutos políticos, como los tradicionales Partido Liberal y Partido Nacional, algo que contravendría sus propios principios porque, al menos en teoría, el PSH ha estado en contra del tradicionalismo político.
«Creo que todavía hay un margen para que las partes traten de dirimir esas diferencias que tienen y salvar la alianza, porque a los dos les conviene. En primer lugar, porque Libre requiere en el Congreso de esos 10 votos del PSH, y más aún con el problema que se tuvo y que persiste con los disidentes», consideró el analista político y exdiputado del Partido Liberal, Rodil Rivera Rodil, en entrevista con Criterio.hn.
Añadió que el PSH, al finalizarse la alianza, podría perder sus puestos en el Ejecutivo, al igual que los cargos directivos que ostenta en el Congreso. A inicios de 2024, las diputadas y los diputados elegirán a las nuevas autoridades del Legislativo, algo que podría complicarse si se toma como antecedente los acontecimientos que han rodeado a la controvertida presidencia de Luis Redondo.
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Según el también analista político y exdiputado de la Democracia Cristiana, Efraín Díaz Arrivillaga, la situación entre Libre y PSH era previsible, porque nunca fue una alianza consolidada en cimientos de una plataforma básica, con puntos de coincidencia entre ambos partidos, sobre la base del plan de gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
«Eso no sucedió y, por supuesto, ocasiona fricciones como las actitudes asumidas por Salvador Nasralla. La alianza nunca tuvo como base una plataforma ideológica o doctrinaria, ni tampoco las características de una alianza de gobierno. Si la voluntad es mantenerla viva, se debe consolidar en una verdadera alianza, porque solo ha sido una alianza coyuntural, que sirvió con fines electorales», dijo a Criterio.hn.
El diputado del PSH, Carlos Umaña, aseguró que están ante un «potencial» quebrantamiento de la alianza, pero que esperarán reunirse con la presidenta, Xiomara Castro, y el ministro de Desarrollo Económico, Pedro Barquero. Ambos se encuentran en Europa, donde Castro y otros altos funcionarios se encuentran representando a Honduras en el Foro Mundial de la Alimentación de Naciones Unidas.
¿LIBRE Y PARTIDO LIBERAL EN ALIANZA LEGISLATIVA?
Por su lado, ante una eventual ruptura de la alianza con el PSH, el diputado de Libre, Rasel Tomé, aseguró que desde el Partido Liberal han mostrado anuencia a establecer vínculos legislativos, en cumplimiento de la agenda de la presidenta del Legislativo.
Libre deriva de la disidencia de varios miembros del Partido Liberal que, decepcionados por el golpe de Estado de 2009 contra Manuel Zelaya Rosales, abandonaron la militancia liberal, formando el Frente Nacional de Resistencia Popular, que posteriormente dio paso a la creación de Libre.
El Partido Liberal, en tanto, dejó de ser la principal fuerza política y se plegó al avasallamiento ejercido por el Partido Nacional durante los últimos doce años, algo muy evidenciado en las posturas asumidas por los liberales en el Congreso tras el golpe de Estado, dando incondicional apoyo a la creación de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), al golpe técnico a la Sala de lo Constitucional, a la controvertida elección de algunos magistrados actuales de la Corte Suprema de Justicia, a la aprobación del Código Penal vigente y a la aprobación de pactos de impunidad, entre otros ejemplos de condenables atentados al Estado democrático de derecho.
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Me gusta esculcar en los portales de transparencia y, con base en información pública, realizar periodismo de datos. Siempre releo mis textos y me pregunto qué opinan los lectores acerca de mi trabajo. Si me preguntasen cómo definir nuestra labor, respondería que los periodistas tenemos la obligación de visibilizar lo que otros pretenden ocultar, y que para eso estoy acá. Ver todas las entradas