Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-La suspensión del proyecto de Agua Zarca no debe ser el objetivo de la lucha del pueblo indígena lenca de la zona occidental de Honduras, sino que la cancelación definitiva de este lesivo proyecto hidroeléctrico y la deducción de responsabilidades por los asesinatos y daños que se han causado.
En esos términos se expresó el presidente del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), Víctor Fernández, luego de conocerse que el Banco Holandés de Desarrollo (FMO) y que el Banco Finlandés (FinnFund) retiraron el financiamiento para que la empresa Desarrollos Energéticos (DESA) continué con la ejecución del proyecto hidroeléctrico.
“Lo que se está demandando es la cancelación definitiva de su presencia, no podemos hacer una interpretación alegre porque se suspende”, dijo el profesional de las ciencias jurídicas y sociales.
Fernández apuntó que en virtud que Berta Cáceres no es la única hondureña que ha perdido la vida en medio de la conflictividad que ha suscitado ese proyecto, se puede decir, “que ellos son responsables de la sangre que ha corrido en nuestros pueblos y hay que recordarles que no solo queremos que se vayan; queremos que paguen por todo lo que han generado a partir del financiamiento de estos proyectos”, recalcó.
El líder del movimiento social hondureño dijo que el proyecto que se desarrolla sobre el Río Blanco ha causado daños y perjuicios a los pueblos y ha provocado una ruptura en el tejido social y fomentado la conflictividad en general.
Agregó que la culpa de lo antes expuesto es de la banca y de la comunidad internacional que han financiado y acuerpado el proyecto.
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