Cortés encabeza los registros de abortos en Honduras, superando los 500 casos documentados.
Honduras continua figurando entre los cuatro países de América Latina y el Caribe que mantienen una prohibición absoluta del aborto.
Tegucigalpa, Honduras. En los primeros meses de 2025, los hospitales públicos de Honduras han registrado más de 2,900 abortos en niñas, adolescentes y mujeres, según datos oficiales proporcionados por la Secretaría de Salud a Criterio.hn. Sin embargo, esta realidad permanece envuelta en el silencio, invisibilizando la vulneración sistemática de los derechos sexuales y reproductivos que afecta a más de la mitad de la población hondureña.
Durante años, la despenalización del aborto ha sido una de las principales luchas de las organizaciones feministas, y con la llegada de Xiomara Castro a la presidencia, este escenario parecia acercarse, luego que esta contemplara dentro de su plan de gobierno la legalización del aborto por tres causales, no obstante, a menos de seis meses del cierre de su administración, dicha promesa permanece engavetada.
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UNA CRISIS OCULTA
En respuesta a una solicitud de información, la Secretaría de Salud detalló a Criterio.hn, que los hospitales a nivel nacional han reportado del 1 de enero al 30 de abril de 2025, 2,948 abortos de niñas, adolescentes y mujeres. Dicha petición se realizó por segunda vez, debido a que inicialmente no se proporcionaron las cifras, de mayo y junio, sin embargo dicha secretaría de Estado continúa sin actualizar los datos.
Según el área de estadística de la Secretaría de Salud (SESAL), la mayoría de los casos corresponden a mujeres y jóvenes entre 20 y 49 años, con 2,456 registros. En tanto, las adolescentes de 15 y 19 años reportan 461 casos.
Un dato alarmante contemplado en la respuesta de la SESAL, es que se reporta un caso de aborto registrado en el departamento de El Paraíso de una menor en un rango etario de 5 a 9 años, lo que evidencia la desprotección y los riesgos de abuso sexual al que están expuestas las infancias y adolescencias en el país.
Por otro lado, Cortés lidera la lista de departamentos con mayor número de abortos, registrando 503 casos, seguido por Yoro con 294, Olancho con 275 y Atlántida con 213. Por su parte, Francisco Morazán y Gracias a Dios reportan las cifras más bajas, con 25 y 35 casos respectivamente.
Resulta llamativo que, hasta la fecha, el departamento de Francisco Morazán reporte una menor cantidad de casos, cuando hasta hace pocos años lideraba los primeros lugares de las cifras más altas tanto en embarazos adolescentes como en abortos.
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REALIDAD ALARMANTE
Sobre las cifras, la feminista y coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz «Visitación Padilla», Merly Eguigurre, señaló que dichos datos son un subregistro de la realidad del aborto en Honduras, ya que, dichos índices son únicamente los que se reportan en los centros de salud publicos.
Eguiguerre afirmó que el desconocimiento del resto de los casos indica que es un problema no abordado y que las dimensiones de ese fenómeno deberían ser razón suficiente para que las autoridades hondureñas tomen una decisión de país teniendo como fundamento el derecho que tienen las mujeres de decidir sobre sus cuerpos.
La feminista señaló que, en los casos que involucran a menores de edad y personas adultas, deberían endurecerse las penas contra los perpetradores, ya que se trata de un delito tipificado en el Código Penal vigente. Sin embargo, advirtió que, en la práctica, quienes suelen ser criminalizadas y condenadas son las niñas y adolescentes embarazadas o aquellas que recurren al aborto, mientras que los responsables de haberlas puesto en esa situación quedan impunes.
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ABORTOS SON MÁS PROPENSOS EN NIÑAS Y ADOLESCENTES
En entrevistas anteriores, la doctora en medicina y especialista en cirugía general, salud sexual reproductiva y educación sexual integral, Pavlova Polanco, explicó a este medio digital que las niñas y adolescentes son más propensas a sufrir pérdidas gestacionales debido a la inmadurez hormonal y anatómica de sus cuerpos, lo que evidencia que sus organismos no están preparados para enfrentar un proceso de gestación.
Polanco detalló a Criterio.hn que para los profesionales de la salud no es sencillo determinar si la interrupción de un embarazo es o no provocada, ya que no todos poseen la expertise para determinar el origen de la causa.
La galena afirmó que los abortos se dividen en inducidos, espontáneos y recurrentes y recalcó la necesidad de educar a la población hondureña sobre el tema para eliminar el estigma y el desconocimiento que tomos son causados de manera intencional.
La doctora señaló el estigma que hay en torno al tema incluso por parte de profesionales de la salud, sin embargo, agregó que es antiético que estos criminalicen o señalen a una paciente, aun si se determinara que se trata de un caso inducido.
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PROMESA ROTA
En el plan de gobierno de la presidenta Xiomara Castro, presentado a lo población durante su toma de posesión el 27 de enero de 2022, esta se comprometió a despenalizar el aborto por tres casuales: por violación, en casos de malformaciones fetales que impidieran la vida digna del ser y cuando se pusiese en riesgo la vida de la madre, sin embargo, el tema a quedado en el olvido.
Al respecto, Merly Eguigure, coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz «Visitación Padilla», lamentó que tanto el aborto como la educación sexual integral hayan sido relegados del debate público, ya que podrían haber representado opciones reales para las adolescentes y mujeres, marcando una diferencia significativa en sus vidas.
La feminista señaló que cuando desde las organizaciones se habla de aborto no plantean que todas las mujeres que sean abusadas o que esten embarazadas lo hagan, sino que las mujeres posean la decisión de determinar si llevar o no a término el embarazo.
Eguigurre afirmó que, desde las organizaciones, continuarán exigiendo el cumplimiento de las promesas hechas durante la campaña de la presidenta Xiomara Castro, aun sabiendo que probablemente no serán garantizadas, pues al mantener la exigencia, se logra visibilizar el tema y mantenerlo en la agenda pública.
