Por: Arturo Rendón Pineda
Se dice que la resignación “es la capacidad humana de aceptar y adaptarse a las adversidades”. Hay quienes dicen que la resignación se compara a la droga: “porque duerme a la gante”. Nos negamos aceptar que la resignación es “la paciencia, la humildad y el resignado sometimiento”, porque tales definiciones ponen en evidencia a un pueblo adormecido, conformista, conquistado por el discurso mentiroso de la derecha. Muy mala interpretación compararla con la cobardía y la derrota.
Mientras nuestro país esta manando la podredumbre a borbollones, pareciera que el pueblo “está resignado” pues se ha apoltronado ignorando que la fuerza del Gobierno está basado en la resignación y en el escepticismo. Un pueblo sometido, no puede basar su indiferencia en la resignación. No es posible que el pueblo este tolerando impávido, la manera errática y criminal, en que el gobierno está conduciendo a nuestro país, digno de mejor suerte.
Una ciudadanía asfixiada y sojuzgada protesta, se moviliza, vocifera, realiza paros o llora, pero en nuestro país no pasa lo mismo, aun y cuando la situación sigue igual o empeora, desmoralizando a los ciudadanos que se atreven a exigir respeto y atención a sus demandas, que en cambio reciben respuestas de fuerza, indiferencias y negación a sus derechos inalienables, con lecciones lacerantes que agreden a las masas populares como a la población toda, preparándola para el aprendizaje doloroso de la RESIGNACION, la indefensión, la exclusión y la desesperanza!
Solo basta pregúntele a los vecinos conocidos y transeúntes, cómo se están viviendo actualmente en sus familias y en el país. No es difícil encontrar un profundo y visible descontento, en todas nuestras comunidades, privadas de los recursos y servicios esenciales para subsistir. Comunidades enteras que ven deteriorarse paulatinamente su calidad de vida personal y familiar, que sumidos en un pesimismo generalizado, donde obreros, campesinos, comerciantes, profesionales, y jubilados de la tercera edad, tienen sensación de un futuro vacío, privado de toda esperanza, y un horizonte ensombrecido por el abandono y por notoria falta de justicia .
No he logrado entender, lo que cínicamente han dado en llamar “política limpia”, con la que pretenden continuar engañándonos, cuando lo que se ve por todas partes es frustración y desesperanza. Con planificada manipulación se viene colocando a los ciudadanos en situación de “shock”, para que paralizados y atemorizados no reaccionen frente ante decisiones controversiales, con el único propósito de mantener al pueblo asediado con gravosos impuestos, desviando la atención a temas intrascendentes y eventos cursis, a base de noticias mentirosas.
A base de mentiras nos están condicionando para crear una inteligencia deprimida, “educándonos” para que seamos un pueblo paralizado por un falso sentido de aparente resignación. Hacerles más fácil el dominio absoluto del poder debilitando el pluralismo, la participación activa y la enérgica denuncia. Ante tan lamentable situación de un pais gobernado por una declarada cleptocracia. Es tiempo de despertar, indignarse, denunciar, nunca conformarse… mucho menos “RESIGNARSE”. No podemos comportarnos como soldados desarmados y en plena derrota con aspiraciones truncadas por el enemigo, mucho menos, agachar la cabeza y resignarnos a una vida sin sentido y sin aspiraciones.
Ya va causando miedo el adormecido silencio de un pueblo resignado que es necesario reactivar con una reacción vigorosa, informada y reflexiva, que sin mezquindades de ninguna clase, exprese al unísono la voz de todos. Urge Impulsar la denuncia, llegar hasta la desobediencia civil si fuese necesario, para exigir en voz alta nuestros derechos democráticos. Ha llegado el momento de renunciar a ser tratados como borregos, debemos ser actores diligentes de nuestro propio destino, con la profunda convicción de que la transformación social solo lograra con un posicionamiento de rebeldía, que tiene que ser fuego que nos anime al propósito irrenunciable de cambiar un gobierno mentiroso y corrupto, por una genuina democracia.
Santa Rosa Copan 30 de Enero 2017
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Exelente comentario frente a una
Triste realidad.