Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa, Honduras.- A juicio del Presidente de la Sociedad de Padres de Familia de las Escuelas Públicas Honduras, Andrés Martínez, en este país centroamericano, lo que menos importa es la educación. Sostuvo, que las puertas del nuevo año lectivo, nadie sabe qué está haciendo el Ministro para garantizarles a los niños y jóvenes el retorno seguro a los centros de enseñanza.
Indicó, que la Secretaría de Educación tampoco está haciendo nada para acondicionar los centros educativos y las aulas de clase a manera de que haya distanciamiento de los niños y jóvenes. “¿Habrá gel para manos en todos los centros educativos?, ¿Habrán mascarillas para dotar a los niños y jóvenes?, esas son las preguntas que nos hacemos y no estamos viendo nada en este momento”, expresó.
Cuestionó, que las autoridades tampoco están haciendo nada para abastecer de agua potable y sistemas de almacenaje de agua, en los centros educativos del país.
Según Martínez, la Secretaría de Educación no cuenta con una estrategia para nivelar el aprendizaje de más de un millón de niños y jóvenes que se quedaron marginados en el presente año lectivo, por no tener acceso al internet. Indicó, que como organización, les han venido exigiendo a las autoridades, realizar un programa masivo de reforzamiento, para que los educandos no lleguen retrasados el próximo año.
Pero “no hay comunicación por parte de la Secretaría de Educación, no sabemos qué están haciendo los viceministros no conocemos cuales son las propuestas del Ministro”, recalcó Martínez, aduciendo, que para las autoridades es fácil decirles a los niños y jóvenes que se queden en sus casas.
Las declaraciones de Martínez, confirman lo manifestado recientemente por el diputado del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Edgardo Casaña, quien a través de un forro virtual declaró, que la niñez y la juventud de Honduras vive una tragedia, por la falta de oportunidades educativas.
Casaña dijo que en el país hay un aproximado de 3 millones 200 mil niños en edad escolar, de los que como producto de la pobreza, un millón 200 mil no pudieron matricularse en el sistema educativo nacional, “porque los padres tienen que decidir entre comprarles uniforme o comprarles comida a sus hijos”, afirmó.
Explicó, que en el presenta año, al sistema educativo ingresaron dos millones de niños y jóvenes, pero que como producto la pandemia, que agravó la situación, de esos, solo un millón ha podido continuar estudiando desde sus casas, porque el resto, no tiene acceso a internet para trabajar en las tareas que les asignan los maestros.
Al registrarse los primeros casos de Covid-19 en el país, el gobierno decretò emergencia nacional y suspendió garantías constitucionales y desde el 16 de marzo pasado, ha mantenido cerrados los centros de enseñanza, dejando sin acceso a la educación a un millón de niños y niñas, pese a que el Congreso Nacional aprobó una ley que ordena suministrar internet gratis a los educandos.
De acuerdo con el decreto, los niños y niñas solo tendrían que conseguir un dispositivo que les permita conectarse al internet y poder acceder a los trabajos que en una plataforma virtual debe de colocar el maestro. Pero si el niño no tiene acceso a computadora o teléfono, también podría recibir sus clases a través de la radio o la televisión. Sin embargo, por falta de voluntad de las autoridades esa legislación no se cumple.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas