“No permitiremos que su memoria sea olvidada ni que su caso quede en la impunidad”. Publicó la Red Lésbica Cattrachas.

Tegucigalpa. Fue precisamente un 10 de enero de 2022 que la violencia y el odio tocaron las puertas de la líder y activista del movimiento trans en Honduras, Thalía Rodríguez, convirtiéndose en la primera muerte violenta de la población diversa para ese año.

Mientras descansaba en su vivienda, ubicada en las faldas del cerro Juana Laínez, en Tegucigalpa, en la capital de Honduras, su privacidad fue irrumpida por hombres desconocidos quienes le quitaron la vida.

La líder trans de 45 años de edad dejó su natal Olancho desde los dos años de edad para residir en la capital, además, durante muchos años trabajó en el empoderamiento de las mujeres trans en Honduras y trabajó por los derechos de las personas trans que viven con virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el país, proyectos por los que fue reconocida como una líder.

Thalía, hoy fue recordada por trabajar décadas en temas de derechos humanos y porque siempre formó parte de las luchas que empoderaban a la comunidad diversa.

En conversación con Criterio.hn, Blanca Rodríguez, quien es madre de una mujer trans, Kitty Bendeck, lamentó que los crímenes de odio en el país se sigan registrado, pese a que, en las elecciones del 28 de noviembre de 2021 se derrocó a la dictadura que por años gobernó el país y se dio el triunfo de un gobierno que se autodenomina progresista y defensor de derechos humanos de los grupos vulnerables.

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“Como madre de familia siento temor cuando mi hija sale por las noches, pero yo le he inculcado que debe tener seguridad en sí misma porque estamos en tiempos distintos, aunque hay un poco más de aceptación para ellos [las personas Lgtbi] uno no tiene que confiarse”, dijo.

Rodríguez solicita a la presidenta Xiomara Castro para que con su equipo de trabajo tengan iniciativa de protección, concientización y apoyo para todos los géneros que forman parte de la población diversa. “Ellos no quieren ser criticados, necesitan nuestro apoyo, son seres humanos que merecen respeto como todos nosotros”, indicó.

Además, comentó que siempre apoyó a su hija, aunque asegura que por el machismo y el patriarcado en el que ella fue criada no fue fácil reconocer su orientación y fue un proceso que le tomó tiempo por miedo al estigma y a la discriminación, “el amor lo puede todo, pudo más que las críticas y los malos comentarios de las personas”, aseguró.

 “Ahora le digo a mi hija que salga adelante y orgullosa de lo que es, que no se deje humillar de nadie y que ella es igual a todas las personas con igualdad de derechos, con sus valores y defectos igual que todos”, declaró Rodríguez.

Organizaciones que defienden derechos humanos de las personas de la comunidad diversa han condenado, repudiado y exigido justicia para que este y otros casos se lleven con el proceso de investigación adecuado, sin embargo, hasta la fecha, solo hay una persona judicializada por este trasnfemicidio.

Fue después de diez meses del trasnfemicidio, que el Ministerio Público (MP), logró sentencia condenatoria en contra de Aarón Jeriel Álvarez Pavón, responsable del asesinato de Thalía. También por el asesinato en su grado de ejecución de tentativa en perjuicio del testigo protegido.

La Red Lésbica Cattrachas mediante un tuit dijo que “aunque su caso ha avanzado a nivel judicial. Se logró la condena de uno de sus asesinos, pero otros dos están sueltos y las autoridades no han dado con su paradero. Exigimos que haya justicia”.

Cattrachas ha sido constante en sus peticiones, solicitando respuesta y que se investiguen estos casos con un enfoque diferenciado, para que al menos la investigación deje un precedente, sin embargo, la justicia en el país es escasa y muchas muertes quedan en impunidad. Para el caso, la impunidad en las muertes violentas en contra de personas Lgtbi en Honduras ronda el 90%.

La organización también señaló que con el trasnfemicidio de Thalía queda evidenciado el Estado hondureño no protege a las personas LGBTI, incumpliendo la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por el asesinato de Vicky Hernández.

Esta organización también condena el asesinato de la líder trans y hoy Thalía es recordada como símbolo de empoderamiento y porque se atrevió a mostrarse como era a pesar de la violencia en el país.

La comunicadora social y miembro de la comunidad trans en Honduras, en conversación con Criterio.hn Amelián Zerón, reprochó que, aunque haya un nuevo gobierno en el país los crímenes en contra de este grupo no hayan disminuido el 2022 en comparación con años anteriores.

Tomando en cuenta que la violencia no disminuyó para este grupo como para muchos grupos vulnerables en el país, Zerón considera que el gobierno debe trabajar en el cumplimiento a las resoluciones en el caso de Vicky Hernández y otras versus Honduras y a la reforma en el Registro Nacional de las Personas (RNP), para con estas medidas se inicie a cumplir con algunas de las promesas de campaña.

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“Es necesario que se hagan estas reformas para que los hombres y mujeres trans podamos tener una vida más ligera y podernos desarrollar como cualquier otro ser humano en nuestro país, es importante que el gobierno de la presidenta Xiomara empiece a tomar acciones en cuanto a la población trans”, señaló.

Zerón asegura que la no aprobación del cambio de nombre para las personas trans contribuye para que a diario se violenten sus derechos y se les discrimine por ser personas trans y utilizar su nombre asumido.

Agregó que como comunidad seguirán luchando desde los diferentes espacios para lograr cambios que beneficien a la población diversa.

“Esta lucha no ha culminado y vamos a seguir en esto hasta disminuir todo tipo de violencia hacia la población trans, para derribar desde las bases al sistema heterocispatriarcal que existe y que violenta a todos los grupos vulnerables en nuestro país”.