Por: Redacción CRITERIO
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La rivalidad entre el candidato republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton por la presidencia de los Estados Unidos podría redefinir la relación existente entre este país y América Latina.
Sin duda, son varios los temas que están en la palestra y que preocupan a todos los que han tenido la oportunidad de escuchar la campaña de ambos candidatos rumbo a la presidencia de Estados Unidos.
Desde el comienzo de su campaña electoral, Donald Trump, el candidato republicano a la Casa Blanca tras ser nominado en la Convención Nacional Republicana de Cleveland (Ohio), puede hacer alarde de todo menos de experiencia política, pues nunca ha tenido ningún cargo, no ha perdido ni un minuto al momento de denigrar a los latinos ¿Ejemplo de ello? La manera cómo se ha referido a los mexicanos, ya que tan pronto tuvo la oportunidad de dar un discurso, los tachó de violadores y delincuentes.
El neoyorquino, nacido el 14 de junio de 1946, es el cuarto de los cinco hijos de Fred Trump, inmigrante alemán y de la escocesa Mary MacLeod, ama de casa.
Otras de las cosas que se sabe de Trump es que en el año 1964, se graduó en la academia militar donde logró el rango de capitán, para más tarde, en 1968, licenciarse en Economía en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, lo que le permitiría suceder a su padre en la empresa familiar, Elisabeth Trump & Son, la cual alquilaba inmuebles a la clase media de los barrios neoyorquinos de Broolyn, Queens y Staten Island.
Al magnate se le conoce un imperio que abarca hoteles, campos de golf y casinos. Se dice que la fortuna de Trump es de aproximadamente 4 millones quinientos mil dólares, pero él sostiene que es de 10 millones de dólares.
Clinton mantiene su ventaja sobre Trump entre los hispanos.
Sin embargo, a pesar de la petulancia de Trump y de sus constantes ataques, el magnate, contra todo pronóstico, fue quien mejor encauzó el desagrado del pueblo norteamericano, hartos de la política tradicional. No obstantes, son muchos los cuestionamientos que surgen entre quienes han seguido la campaña de Trump, ya que de resultar presidente de los Estados Unidos no se tiene muy claro cuál será el destino de ese país y de América latina.
¿Qué ofrece Donald Trump?
Sin duda, el tono empleado por Trump no es el más idóneo, sin embargo, no todo es cuestión de actitud.
Durante la campaña se ha observado como tanto a la demócrata Hillary Clinton como el republicano Donald Trump tienen maneras distintas de ver la política de su país. Esto significa que el que gane las elecciones del 8 de noviembre encaminará al país por senderos absolutamente diferentes.
A continuación la propuestas de Donald Trump.
- Muro Fronterizo
La construcción de la obra en la frontera sur con México para taponar los flujos de inmigración clandestina. “México debe pagar el muro”, precisó Trump
La frontera entre Estados Unidos y México mide 3.185 kilómetros, lo que implicaría que la obra tendría un costo gigantesco, de miles de millones de dólares.
- Expulsar a inmigrantes indocumentados
El plan de Trump de deportar a más de 11 millones de inmigrantes indocumentados encogería la población estadounidense en un 3 por ciento.
Con esta medida la economía estadounidense sufriría por la falta de esa mano de obra –que además es barata- y adicionalmente por los enormes costos (entre 400 mil y 600 mil millones de dólares que llevaría esa gigantesca labor, según el grupo conservador Action Forum en los que incurriría el Gobierno).
Los mexicanos representan casi la mitad de esa cifra. En 2014, había 5.6 millones de inmigrantes mexicanos no autorizados viviendo en Estados Unidos, de acuerdo con datos del Centro de Investigación Pew.
- Bloquear remesas
Una propuesta iniciada en abril para presuntamente hacer que México pague por el muro: modificar una norma dentro de la ley antiterrorismo para cortar los envíos de dinero a México hasta que se realice el pago.
De acuerdo con la campaña, México perdería más de 25 mil millones de dólares por el bloqueo de remesas.
- Dificultar el ingreso a EE.UU.
La campaña apunta sobre costos de visados para presionar principalmente a México a pagar por el muro, ya sea con la aplicación de cobros más altos o su total cancelación. Una visa de diez años para Estados Unidos tiene un costo de 160 dólares (más de 2,800 pesos mexicanos).
Propone endurecer las penas “millones de personas que vienen a EE. UU. con visados temporales, pero se niegan a marcharse”. En su batalla contra la inmigración ilegal, el político quiere igualmente “terminar el abuso de las prestaciones sociales” y exigirá a los solicitantes de entrada en el país “certificar que pueden pagar su propio alojamiento, su propia atención sanitaria y otras necesidades antes de venir a Estados Unidos”.
Entre las propuesta se encuentra la prohibición de todos los musulmanes y recientemente amplió la prohibición a todos los inmigrantes procedentes de «naciones vinculadas al terrorismo islámico».
¿Qué le espera a América Latina si gana Donald Trump?
Algunos analistas consideran, que gane quien gane, la realidad no sería muy diferente a la que vive actualmente el continente americano.
A días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos son muchas las preguntas que han surgido dentro la población latina. Una de ellas ¿cómo influiría en la región el hecho de que Donald Trump gane la presidencia de los Estados Unidos?
Analistas coinciden en que se mantendría el sistema de dominación que ha encarnado durante años la Casa Blanca.
De triunfar Donald Trump se pronostica un sinfín de situaciones negativas en cuanto a lo que se refiere a las relaciones con los países de América Latina: nuevas intervenciones y hasta guerras son escenarios que se plantean con el posible triunfo.
A través de una entrevista realizada por RT a analistas de diferentes países latinoamericanos, se pudo conocer su punto de vista sobre cómo sería la situación de la región dependiendo del candidato que resulte triunfador.
Para el periodista y conductor del programa «Ojo con los medios» Mariano Vázquez, «el arribo de Clinton o Trump a la Casa Blanca no modificaría la relación distante que hoy tiene Washington con América Latina.
«Ambos candidatos acentuarán su posición hostil con Medio Oriente con la excusa de la lucha contra el terrorismo. Y solo mirarán a la región en caso de necesidad. En el caso de Bolivia, la relación se enfriará aún más y la relación entre ambos países continuará; mientras Evo Morales y el MAS estén en el Gobierno no habrá restablecimiento de embajadores, hecho que data desde 2008» reseñó Vázquez
Por su parte el psicólogo y analista político Marcelo Colussi «En realidad ninguno es solución para los latinoamericanos, pero al menos Hillary Clinton es menos mala que Donald Trump. Este último es un fascista en todo sentido de la palabra, un reaccionario de lo peor, racista, machista, homofóbico, abiertamente representante del discurso más conservador y reaccionario. Clinton, al menos, se presenta con más tacto, menos troglodita. «En esencia ninguno de los dos puede traer cambios reales en cuanto al trato del imperio con su patio trasero. Solo agrego que Hillary parece menos visceral. Diría que con ella puede existir la ilusión de un mejor trato. Con Trump, ni siquiera eso».
De igual manera, el analista argentino Atilio Borón, investigador de la Universidad de Buenos Aires indicó . «Creo que ninguno de los dos sería más conveniente. Tal vez podríamos especular sobre quien sería menos malo». En tal caso creo que entre estas dos malas personas, inmorales y corruptas, tal vez la menos dañina podría ser Hillary, pero nada más que eso. Ella y Trump representan, con ligeros matices, lo mismo: la dictadura legal del gran capital en Estados Unidos. Trump es más impredecible y su compañero de fórmula es impresentable. Hillary es más predecible, pero su récord en la Administración es terrible. «Es una ‘lobbista’ de Wall Street, del complejo militar-industrial y del Estado de Israel. América Latina no puede esperar nada bueno de ningún Gobierno de Estados Unidos, como lo ha demostrado la historia de más de dos siglos».
Con respecto a los recursos Arlenin Aguilón, comunicador social y analista del discurso en Venezuela, expresó «Para ser sincero no veo diferencias de fondo en ellos. Solo se diferencian por algunos matices de género y porque una es menos bulliciosa que el otro. «En EE.UU. el poder no lo tienen los presidentes. Por encima de ellos están los verdaderos poderes fácticos vinculados, por citar un ejemplo, a la industria militar».
La relación con América Latina sería exactamente la misma que vemos hoy, sea cual fuese el próximo o la próxima presidenta. Washington mantendrá su política guerrerista pujando por apoderarse de nuestros recursos energéticos. Consumen más de 20 millones de barriles de petróleo por día. Y ellos saben, por ejemplo, que los países miembros del Mercosur reunen más de 300.000 millones de barriles de petróleo certificado y además de inmensas reservas de gas».
Por otra parte, y a diferencia de lo que piensan los analista consultados, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha manifestado que el posible triunfo del candidato republicano seria favorable para América latina, ya que representaría una gran oportunidad para los movimientos progresistas que se levantan en la región.
«Es tan torpe su discurso, tan básico, que despertaría una reacción en América latina», dice Correa, recordando lo que sucedió cuando ganó George W. Bush.
(Tomado de TeleSur)
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