Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
En la economía hay señales mixtas. Es importante que mientras la remesa aumenta, baja el producto industrial y la migración parece incontenible. Otras cosas pueden ser como dice Aldo Romero -en un tuit ayer- estrategias de distracción, ruido mediático para divertir de las cosas realmente importantes: Que JOH, a quien el juez le suspende la audiencia, nos envía su De Profundis desde las mazmorras del Sur de Manhattan y los medios locales ¡la reproducen como Cartas de San Juan a los catrachos! Que, si se va a procesar criminalmente a cuatro policías implicados en la muerte de un barrista y a un juez de paz, por violencia en el domicilio de otra. Que mataron otras 14 chavalas, en una semana estos hijos de perra. (Bueno ¿y los asesinos de la difunta Keyla?) Que, si ya no hará falta el tapabocas, y La Secretaría de Transparencia rechaza un anticipo por seis helicópteros en el presupuesto de las FFAA, las cuales -a su vez- están muy preocupadas por las muertes continuadas de reclutas en sus propias manos. ¡Que la alcaldía es mala para tapar baches y los narcos, súper reconstructores de pistas demolidas y los golpistas irredentos insólitamente andan flameando la camiseta blanca frente al arcabuz del traidor! ¡Quítate de ahí, hombre!
Por supuesto que lo que más importaba era enfrentar los graves problemas, asumir los retos del país -es decir- a la ciudadanía. Para los reos potenciales, lo primordial es blindarse. Y para eso nada más práctico que abrogar la ley de amnistía, para concertar una nueva que los incluya. Nada obligaba el anuncio inesperado por parte del Magistrado Argueta… de haber aceptado denuncias de inconstitucionalidad, en contra del Congreso, omitiendo incluso inicialmente que eran indirectas de una jueza del antiguo régimen.
No que sea desconocida esa posibilidad o rara. Es un fenómeno de interés general el conflicto entre el poder judicial y el legislativo en las llamadas democracias de Occidente. Y la literatura más reciente y respetada, observa que más allá de las prescripciones y las lecturas normativas, todos esos conflictos siempre manifiestan, se desarrollan en y se dirimen según determinan los contextos políticos que los envuelven.[1] Nunca procede según antiguo principio de jurisprudencia, explica Rodil Rivera, la abrogación de una norma o de un acto legal que acarrea más daño que su subsistencia o subsanación. Entonces…
Hay que ver el contexto aquí. Pero casi todos los medios, a excepción del aburridísimo pasquín del Poder Popular, ponen en primera plana el cuestionamiento de la Junta Directiva de El Congreso Nacional y las declaraciones de Argueta, ¿desde el sillón que le prestó JOH? Propagan y hay que desmentir la falsa noticia de que las NN.UU rechazan la Junta del Congreso. Y hoy se suma la extraña Mujeres por Honduras. ¿Para qué? ¿Qué propósito tiene la ofensiva en múltiples frentes para desacreditar al Congreso Nacional, que ya tiene diez meses de estar generando productos importantes? ¿Anular la ley de amnistía que sirvió para liberar a miles de procesados, incluidos un par de pícaros? ¿A quién le importa eso? ¿Restaurar la Ley de empleo por hora, que todo el obrerismo exigió al unísono? ¿Echar por tierra la derogación de la infame ley de las ZEDE , que se promulgó por unanimidad? ¿Sabotear o impedir la elección de una nueva Corte Suprema y una Fiscalía, para obligar a la prórroga de las actuales? ¿Frenar la agenda legislativa para la derogación de exenciones? ¿Descarrilar por completo al gobierno y propiciar un caos que tiene un final preparado por fuera? Sin duda en esa línea el cuestionamiento fuerte contra la autoridad del Congreso es la aceptación -hoy sí, ya que antes no- de los recursos de inconstitucionalidad ¿con el fin de endurecer el diálogo?
Si podría la CSJ determinar -por alguna razón que no salta a la vista- que la llamada Ley de Amnistía debe reformarse. Teóricamente. Y se tendría que enmendar el yerro. Otra cosa completamente es pretender incidir en la composición de la Junta Directiva, que es potestad reglamentaria de los diputados: conformar, elegir, ratificar o destituir a su propia plana jerárquica.
Difícil entender que se confundan los expertos, pero eso ocurre. Porque a los soberbios los confunde el diablo frente a lo más sencillo, que entiende un niño. La ley dice que la Corte Suprema tiene atribución para resolver si es constitucional una ley o una ejecutoria oficial. (Pudo por ejemplo la Corte Suprema, no lo hizo, pero pudo haber declarado inconstitucional la Cuarta Urna). Y además está llamada a arbitrar cualquier conflicto entre el legislativo y el ejecutivo.
Pero no existe tal conflicto, los otros poderes tienen distintos debates internos, pero proceden en perfecta armonía respetuosa. El Congreso Nacional no está emprendiendo nada que esté siendo cuestionado legalmente y mal haría la Ley en facultar al Poder Judicial para inmiscuirse en la organización interna de los otros poderes. ¿No sería insólita tal invasión? ¿Que pudiera, por ejemplo, la CSJ sancionar o condonar la conformación de los gabinetes? Y ninguna ley faculta al Poder Judicial para incursionar en la organización de otro poder del Estado o pelear con él. Aunque no fuera más que por sentido común. ¿Quién podría dirimir ese conflicto, sin ser parte?
No quiero ser demasiado suspicaz ¿Pero está la Corte Suprema actual buscando una especie de Muerte Cruzada, habiendo considerado las consecuencias? Salta a la vista que quienes conducen esta andanada, bien coordinada piensan de una manera graníticamente unida y suman: 1) el PN en la Corte de Argueta, la corte de la ZEDE y de la Reelección, sucesora de la Corte de la Sucesión Constitucional, 2) el PN con sus militares indiciados y resentidos, 3) el PN en sus medios de comunicación, Televicentro y el Chino Wong, 4) el PN en el narcotráfico… ¿todos?, 5) el PN en el Congreso, T Zambrano, 6) el PN en Sociedad Civil E. Pagan y Omar Rivera, y7) el PN en la Banca intervenida con sus nuevos sistemas para borrar archivos y huellas.
¿Calculan que ahora sí tienen la fuerza para doblegar al gobierno? ¿Cuentan en secreto con el caballo de Troya de los disidentes? ¿De veras tienen la bendición de Viera? ¿Los van a salvar y reciclar, los alemanes? Que cree que debemos hacer con ellos, me pregunta una poderosa Señora y yo le digo: Publicite masivamente la lista de los solicitados en extradición, y de los casos de corrupción, con nombres propios y montos de lo sustraído, para recordarnos el saqueo impune de fondos públicos. Y luego mándelos recoger y los lleva a vivir –libres- en las Islas del Cisne, advertidos de que, si se portan mal, les va a mandar a Nasralla como Gobernador a sembrar cannabis.
El Carmen, octubre 27, 2022
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Rodolfo Pastor Fasquelle, Doctorado en Historia y analista político, escritor y exministro de Cultura y Turismo, Graduado en Tulane Estados Unidos y el Colegio de México Ver todas las entradas