Una línea recta se determina mediante dos puntos. Para dibujar una curva se necesita no menos de tres. Los caminos de la política cotidiana nicaragüense son muy complejos y curvilíneos. Para evaluar correctamente los distintos momentos de la coyuntura política nacional, hay que examinarlas en sus diversas etapas (en momentos de alza del movimiento social y en momentos de reflujos), así como la combinación entre los principales problemas del país (sociales, económicos y políticos) y el actuar de los poderes fácticos.
Si queremos trazar la línea política en una coyuntura política específica debemos de establecer y analizar una serie de puntos críticos. Hay que visualizar la política nacional de conjunto, analizar la estrategia fundamental de cada fuerza política, el comportamiento de los poderes fácticos internos y externos, visualizar el comportamiento de los principales problemas del país y los cambios circunstanciales que inciden en las tácticas a desarrollar. Aunque este método no brinda resultados instantáneos, es el único que merece confianza.
Principales problemas sociales
Vivimos en un régimen no sabe escuchar, que no sabe dialogar ni dar respuestas políticas a las demandas de “los de abajo”, que intimida a los medios de comunicación, que ordena perseguir a los movimientos sociales y a sus dirigentes y que implementa una represión generalizada.
A lo largo del año 2022 las principales encuestas de opinión sitúan como los problemas más importantes de Nicaragua: 1) el desempleo y la precariedad laboral; 2) la pobreza y la caída de la calidad de vida; 3) la insatisfacción con la política gubernamental para resolver los principales problemas del país; 4) el rechazo generalizado a la corrupción y a la dictadura.
- Nicaragua sigue siendo uno de los países más desiguales de la región latinoamericana. Existe una alta concentración de la riqueza en pocas manos.
- Existen altos niveles de pobreza y marginación social. La pobreza está relacionada con disponibilidad de cubrir las necesidades básicas. La pobreza tiene un impacto negativo y duradero en la calidad de vida de las personas y representa un problema estructural del país, que lacera el tejido social del país, el desequilibrio socioeconómico real.
- El acceso al empleo formal está vedado para miles de mujeres y hombres. Solo pueden acceder al empleo formal mal remuneradas. Perder el empleo es perderlo todo, es perder la dignidad, es perder el acceso a la educación y la salud.
- El desempleo entre los jóvenes y el desempleo por largos períodos para los trabajadores con experiencia se ha incrementado. Cuando se produce un gran deterioro del mercado laboral, la pobreza sube. Es decir, el nivel de desocupación impulsa a estos sectores sociales a emigrar en busca de trabajo.
- Se estima que entre el 2018 al 2022 alrededor del 15% de la población vive en el exterior, principalmente en EEUU y Costa Rica. Se estima que entre 2018 y 2022, alrededor de 300 mil personas han emigrado, principalmente jóvenes y trabajadores con un nivel educativo superior al promedio nacional.
- De esta manera, Nicaragua está perdiendo un capital humano considerable, Es decir, la migración representa un alto costo para el país, ya que la descalificación que se produce por la salida de la mano de obra calificada y con capacidad de ser agentes de cambio a nivel local.
- La salud como derecho humano esencial, está lejos de tener índices de calidad. La infraestructura hospitalaria y médica es insuficiente.
- La educación mantiene un atraso secular. La escolaridad en general (preescolar, primaria, secundaria y universitaria) sigue siendo exigua y de baja calidad. El estado deplorable de la educación en general (infraestructura, empirismo, salario de los maestros, etcétera), principiando por la base de la pirámide (preescolar y primaria), no permite extraer una marcha positiva para el país.
- La población con derecho a la seguridad social es muy limitada.
- Violencia de género, en los últimos años se ha incrementado los asesinatos y violencia en contra de las mujeres. Existe una impunidad de los hechores.
- Existe un fuerte déficit de vivienda. Según estimaciones oficiales el déficit a un millón de viviendas, para salvar el déficit habitacional se necesaria construir 20 mil unidades por año en los próximos 40 años.
- Los recursos para mitigar los efectos nocivos del cambio climático son nulos. No existe una política para evitar la destrucción de los bosques, la depredación del medio ambiente por la minería a cielo abierto y la desertificación de las zonas secas. La contaminación de los ríos, lagunas, lagos y suelos se agravan, año tras año, como consecuencia de la falta del uso racional de los recursos naturales.
- Los niveles de desnutrición de la población están asociados a la falta de acceso a los alimentos, a insuficientes ingresos necesarios para adquirirlos y al inadecuado aprovechamiento nutricional de los mismos. El acceso a la salud, educación, agua potable y saneamiento son factores que inciden en los niveles de desnutrición de la población.
- La debilidad institucional contribuye al desarrollo de la corrupción porque no hay sistema de control y no se encuentran con una meritocracia fundada en un sistema de valores e integridad en la función pública; la corrupción no es otra cosa que un abuso de poder para obtener un beneficio personal. Cuando las instituciones no tienen autonomía para investigar y sancionar la corrupción y cuando la prensa se ve imposibilitada de hacer su trabajo de control social y denuncia, evidentemente que los corruptos reciben un estímulo para sus prácticas. La corrupción es un problema que afecta los cimientos mismos de la democracia. La corrupción es sistémica, histórica y atraviesa a la clase política y empresarial en general.
Principales problemas económicos estructurales
Para el 2023 se proyecta una desaceleración económica por el raquitismo de la inversión, la desaceleración del consumo privado, el debilitamiento de la confianza y la contracción del crédito; elementos reflejo de la crisis sociopolítica que se expresa con desigualdad y pobreza masiva alojada en los suelos urbanos y rurales. La brecha de producto, que es la diferencia entre el ritmo de crecimiento de la economía en relación con su potencial a largo plazo estamos en terreno negativo. Es decir, la actividad económica del país está por debajo de su ritmo de crecimiento potencial.
Se sabe que la economía y la política se influencian recíprocamente, al punto que a veces es difícil establecer la línea fronteriza que separa las dos esferas. La economía va y viene, se mueve en ciclos. Los ciclos de la economía influyen en los ciclos de negocios, en la generación de empleos y en los niveles de pobreza.
El mercado laboral o la tasa de desempleo respecto de su tendencia a mediano o largo plazos está en territorio negativo. Según reporta el BCN, siete de cada 10 trabajadores son informales y con bajos ingresos. El círculo de informalidad e ingresos bajos, que atrapa a decenas de miles de trabajadores, tiene que ver, en gran medida, con que la economía lleva años sin capacidad para crear empleos formales suficientes, frente al número de jóvenes que se integran cada año a la demanda de trabajo.
La economía del país sigue siendo un espejismo. El desarrollo de la producción sigue siendo trunca; la migración ha sido una tabla de salvación en terreno laboral, social y económico por las remesas; el financiamiento para la producción es muy limitado y concentrado; no se crean empresas de importancia; la inversión extranjera no produce el dinamismo esperado; producción interna de alimentos ni de lejos alcanza para cubrir la demanda nacional; así, la sociedad nicaragüense es cada día más frágil.
La hoja de ruta es fomentar el desarrollo sostenible de la agroindustria y el fortalecimiento del mercado interno a través de la innovación digital, el aprovechamiento de las tendencias tecnocientíficas, la formación de capital humano, la promoción de contenido regional y encadenamientos con las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes). Los esfuerzos se deben de concentrar en los sectores estratégicos: agroalimentario, servicios médicos y farmacéuticos e industrias creativas.
- Las políticas económicas neoliberales han permitido la reproducción del atraso y la dominación de las elites. Existe grandes brechas tecnológicas y de acceso al crédito entre la gran agricultura comercial (gran escala y tecnología moderna), en relación con los cultivos para el mercado interno (pequeña escala y tecnología tradicional).
- El papel de la agricultura y del sector rural como generadores de empleos y motores del crecimiento son importantes para la economía nacional.
- El control del capital financiero como signo predominante de la economía. La política económica favorece al capital financiero al aceptar que los bancos no paguen los impuestos correspondientes o paguen lo mínimo. Es el dominio de la política económica por los grandes capitales nacionales y trasnacionales.
- Escasa tasa de inversión para el desarrollo industrial, científico y tecnológico, lo que se traduce en una baja productividad y tasas de crecimiento económicos bajas. Existe una escasa industrialización de los principales productos agrícolas.
- Obstáculos y restricciones en el acceso al crédito productivo a los pequeños y medianos propietarios/campesinos, lo que se traduce en una ausencia de una política para desarrollar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria.
- Déficit crónico de la balanza comercial, debido a un subsidio implícito a las importaciones y un impuesto tácito a las exportaciones. Nicaragua ha podido cubrir ese déficit comercial (la diferencia entre lo que se importa y los que se exporta) con recursos externos (deuda), las remesas familiares y el flujo de las inversiones extranjeras.
- Hay un proceso de endeudamiento acelerado con los organismos financieros internacionales.
- Ausencia de una política que regule al Inversión Extranjera Directa (IED) para que impacte en áreas claves del desarrollo. La IED que llega al país y que se pone constantemente de relieve como una señal del atractivo de la economía nacional, responde a las previsiones de las empresas matrices con relación al comportamiento de la demanda en EEUU, y ha tenido un impacto reducido en la expansión interna del mercado interno.
- El efecto multiplicador de la IED en la generación de ingresos, de empleo y, sobre todo, en la inversión interna no es tan grande como para impulsar la expansión del mercado interno. Tiene, sí, un impacto local de relevancia en los diversos municipios específicos donde están funcionando las empresas de zona franca.
- El incremento relativo de la IED es uno de los rasgos de la apertura comercial y financiera que se ha instrumentado desde la firma del CAFTA. La misma estrategia se ha seguido con la firma de abundantes acuerdos de libre comercio con muchos países en todo el mundo y con resultados muy pobres.
- El comercio exterior no sólo no ha logrado romper la dependencia de exportar recursos naturales, sino que ésta se acentúa. Bajo esa estrategia, el objetivo del desarrollo del mercado interno, como “desarrollo endógeno” de los bienes alimenticios, se pierde.
- A pesar de tener recursos mineros, energéticos, hidráulicos, amplia diversidad, bosques y agua potable; estos recursos naturales, bienes comunes que pertenecen a todos los nicaragüenses han sido privatizados y usufructuados en beneficio de algunas empresas.
- Bajos salarios y alto nivel empleo informal. Los incrementos salariales versus el incremento del costo de la canasta básica reflejan una pérdida del poder adquisitivo que aún conservan sus empleos.
- Nicaragua padece de una “vulnerabilidad alimentaria crónica” producto del deterioro del ingreso de más del 80% de la población, lo que se traduce en un deterioro nutricional.
- La mayor parte de los cultivos para el mercado interno son controlados por campesinos, pequeños y medianos productores que no reciben crédito de la banca privada para su desarrollo.
- Mano de obra no calificada y migración de la mano de obra calificada. La falta de mano de obra calificada, capital humano, baja competitividad pone un techo al incremento del PIB, insuficiente para un desarrollo importante.
- Escasa infraestructura indispensable para la ampliación del mercado interno. Al mismo tiempo, el ingreso nacional es reducido, la productividad baja y la necesidad de inversión es importante.
- Aumento desmedido del gasto corriente del sector público, con un aumento del número y pago de funcionarios supernumerarios.
- Mayor inversión en educación e incrementos de impuestos a los más ricos son algunas de las herramientas que permitirían reducir la desigualdad. La educación es una herramienta muy importante para combatir la desigualdad.
- Un impuesto progresivo a la riqueza, medida que se puede imponer en Nicaragua. Si se aplica este incremento de impuestos a los millonarios que representan apenas uno por ciento de la población esto contribuirá a generar más ingresos progresivos. Además, se podrían aplicar impuestos más altos al consumo de bienes suntuarios y a las personas con mayores ingresos.
- El gobierno obtiene sus ingresos, en proporción cada vez mayor, de los impuestos indirectos, cuya carga la soportan, como siempre, los pobres.
- Un problema estratégico que debe ser resuelto es la baja de la productividad de la economía. Una notable restricción para elevar la productividad de la económica es el nivel promedio de escolaridad de la población nicaragüense, que es apenas de seis años de estudio.
- Todos estos elementos limitan la posibilidad que el país pueda crecer a mayores tasas de crecimiento.
Principales problemas políticos
La política aparece como la continuación de la guerra por otros medios, donde la intimidación, la violencia y las componendas, se utilizan como recurso para la negociación de los conflictos y, simultáneamente, como instrumento para desmovilizar al movimiento social “de los de abajo”. En estas circunstancias, la política en Nicaragua es un territorio movedizo, lleno de zonas de incertidumbres, y fuente de las más insólitas historias, ocurrencias y conjeturas.
En los últimos años, se ha vuelto un espacio de especulaciones, de sospechas, de prácticas misteriosas, donde se construyen imágenes en la que se respira un clima de desconfianza, conjuras e intereses “inconfesables”. Y esa sensación de riesgo, de peligro, parece incrementarse de acuerdo con la escala represiva implementada por la dictadura Ortega-Murillo.
Para el poder autoritario la justicia es un instrumento para reproducir, multiplicar y amplificar las injusticias. Ellos saben que el secreto de judicializar la política está en poder politizar la justicia, manipulando jueces, para que mantener el “status quo”, para someter a los ciudadanos a través de la represión judicial.
Practican la pedagogía política del miedo y de la sumisión para los que luchan contra las injusticias. El poder autoritario sabe que el mejor aprendizaje para desmoralizar y desmovilizar a los que luchan por un mundo más justo es producir temor y frustración, la implacable sensación de que todo está perdido.
Los que el poder autoritario no sabe y se resiste a aprender, es que los que sobreviven al hambre y a la represión, sobreviven también a sus ataques y no se dejan derrotar tan fácilmente, ni siquiera cuando les aplican penas “ejemplares” por delitos que no han cometido.
El silencio de la mayoría, la ausencia limitada de protesta en el espacio público ha provocado en la cúpula de poder la ilusión de que puede actuar sin resistencia. El régimen lleva muchos años sembrando, sembrando y sembrando miedo. Se instauró la espiral del silencio en la escuela, universidades desde la televisión y en todos los medios de comunicación. La mayoría silenciosa ha ido callando por miedo a pesar de que existe una fractura social y la gente lo pasa mal.
La represión a cualquier disidencia da miedo. Da miedo enfrentarse al régimen. La represión tiene un efecto amedrentador. Un temor que aumenta cuando se comprueba que el régimen está dispuesto a saltarse las leyes sin el menor empacho; es inevitable la sensación de que el que discrepa es clasificado de desafecto.
Te pueden correr del trabajo. El salir del armario políticamente cuesta. Muchos piensan que no vale la pena movilizarse ante el peligro de ser estigmatizado y etiquetado muy rápidamente y perder el trabajo. Ortega y la nueva clase han logrado la hegemonía del poder e impone a los demás la espiral del silencio. Es muy duro, porque ellos ya han mostrado su verdadero rostro, el de un dictador reaccionario. Quieren permanecer en el poder porque se creen los más listos y perspicaces.
- Dictadura o autoritarismo. Un presidencialismo extremo que ha impedido el funcionamiento de cualquier división de poderes. La familia se convierte en el bloque de poder sucesor.
- Pactos entre los poderes fácticos que impiden el cambio y la existencia de una oposición “zancuda” más formal que real.
- La política como circo triste, como circo nacional.
- El poder oculto, tras bambalinas. El poder real o poder se forma de pequeños círculos que tienen autoridad de hecho, no prevista en las leyes.
- Democracia de fachada, una democracia que se queda en la nominalidad.
- El gobierno de la plutocracia y las elites en detrimento de la democracia.
- Nepotismo y continuismo. La elite en el poder busca como asegurarse que la sucesión mantenga aquellas políticas que más le beneficie.
- Estado botín. La corrupción es esencial para el funcionamiento y supervivencia del sistema político tradicional. El sistema político autoritario sin corrupción se desintegraría.
- Espíritu neocolonial de la elite dominante. La clase dominante tiene centrada su estrategia de desarrollo en la posibilidad que EEUU o China decida convertir a Nicaragua en un centro importante de capital a través de la construcción de un canal interoceánico.
- Fusión estado, empresa, partido. Mezcla de los intereses del partido de gobierno o de los empresarios con los intereses del Estado.
- Desprecio a la ley. En Nicaragua existe una profunda cultura a la tolerancia de la ilegalidad. La vida política cotidiana resuelve las cosas por encima o por debajo de la ley.
- Manipulación y mentira como instrumento político. Para el manipulador política la mentira posee una importancia decisiva en la vida política nacional.
- Mimetismo político es consecuencia del “oportunismo político” de los políticos tradicionales. Somocistas que devinieron orteguistas para seguir manteniendo beneficios personales. Dado que la sociedad nicaragüense no tiene instituciones sólidamente consolidadas el oportunismo político próspera.
- Clientelismo político y los “notables”, es el predominio de una política clientelar en manos de los “políticos tradicionales”.
- Favores, apoyos y alianzas políticas. Su escenario ideal es una especie de subasta, Ortega ha sido hábil en la alternancia de los premios y castigos, de las rotaciones y las destituciones ejemplarizantes para impedir la consolidación de poderes fuera de su control. Siempre retiene a los leales, aunque sean torpes y se rodea de gente servil.
- Violencia gubernamental. ¿Se ha convertido la represión en una herramienta del poder? Claro que sí. Quien azuza el miedo a través de la represión solo está expresando los propios. En efecto, promueve el miedo por medio de la represión porque tiene miedo de un tsunami social o de la implosión endógena. La verdadera amenaza y a lo que más miedo le tiene la dictadura es a las masas por encima de sus camisetas partidarias, los ciudadanos muestran cada vez mayor impaciencia ante la voluntad del poder de no cambiar nada, de no resolver las principales necesidades más apremiantes de las grandes mayorías.
- Sociedad dominada por el pasado. La aritmética política de Ortega es simple. Los días, semanas y meses que pasan benefician al régimen, que gana tiempo y avanza en su proyecto de construir alianzas que le permita permanecer en el poder.
- Falta de un proyecto de país. La estrategia de la dictadura ha sido alimentar el encono y ahondar los problemas vitales de la población. El rumor, la intriga, la represión ha creado un ambiente de descomposición social que puede culminar en amargos desenlaces. Lo que está en juego en este momento, entre los poderes fácticos de las elites, no son proyectos de país, sino intereses económicos de las elites que están detrás de Ortega y en la oposición empresarial. La política, dicen algunos miembros de las elites, es el arte de crear una ilusión entre los “de abajo”. Ante tales trucos, lo único que podemos esperar ante un pacto, es cómo van a disfrazar la realidad.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas