Por: Redacción Criterio
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Tegucigalpa. La viceministra de la Secretaría de Seguridad, la doctora Julissa Villanueva, reflejó de nuevo su desconfianza contra la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) luego que el caso investigativo sobre el asesinato del sacerdote José Enrique Vásquez fuera asignado al ente adscrito al Ministerio Público de Honduras.
El pasado sábado, Villanueva irradió malestar tras asignarse a la ATIC la investigación del asesinato contra el cura párroco José Enrique Vásquez, de la iglesia San José ubicada en el barrio Medina, en la ciudad de San Pedro Sula, encontrado muerto a la altura del puente Regina en el municipio de Victoria, departamento de Yoro.
Villanueva ha denunciado por negligencia a la ATIC en otras ocasiones.
Posterior al crimen del religioso, el 2 de marzo, la investigación estaba siendo ejecutada por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) de la Secretaría de Seguridad, no obstante, se reasignó a la fiscalía, a través de la Unidad de Muertes de Personas pertenecientes a grupos sociales de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida en San Pedro Sula.
“Cómo vamos a resolver los casos si cuando la DPI va avanzando la investigación de la desaparición inicial y asesinato del padre Vásquez, la fiscalía de turno nos quita el caso y da orden a la ATIC para que se encargue del mismo. ¿Por qué? ¿Caso de impacto? o ¿Qué hay detrás?”, cuestionó.
En 2018, Villanueva fungía como directora del instituto de Medicina Forense y desmintió el supuesto suicidio de la jefa de la ATIC de la zona occidental de Honduras Sherill Yubissa Hernández, en junio de ese año, por el contrario, develó que fue asesinada.
Lo anterior le valió amenazas a muerte en su contra y a otros médicos forenses que investigaban las causas de muerte de agente. Posteriormente, fue destituida de su cargo por parte del fiscal general Óscar Armando Chinchilla a quien siempre denunció de ser parte de la estructura del crimen organizado y el narcotráfico.
“No es la primera vez que sucedo esto, la fiscalía turna el caso y la ATIC lo manipula y después lo regresa de nuevo a la DPI, por eso es mi pregunta: ¿Qué hay detrás de este caso? ¿Es de impacto? ¿Qué Buscan? ¿Qué no podía encontrar la DPI?”, reprochó.
Cabe indicar que, en marzo de 2014, bajo el Decreto Legislativo 379-2013, días antes que asumiera la presidencia de Honduras Juan Orlando Hernández y quien ostentaba en ese entonces el cargo de presidente del Congreso Nacional, se creó la ATIC.
Un año después, bajo el Decreto Ejecutivo PCM 63-2015, Hernández extinguió la cuestionada Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y la reemplazó por la DPI, ente que también ha sido señalado de orquestar asesinatos y desapariciones como la de los líderes garífunas de la comunidad del Triunfo de la Cruz, municipio de Tela, departamento de Atlántida.
LA DISPUTA POR INVESTIGAR EL CASO
El portavoz de la DPI, Christian Nolasco, detalló que se encuentran realizando la investigación, y cuando tienen avanzado el caso, resulta que “la ATIC tiene siete equipos trabajando. No es cierto”,
Aseguró que la pretensión del ente investigativo de la fiscalía es “buscar protagonismo en el caso” situación que indica “están acostumbrados a eso”.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Ciertamente no es la única en desconfiar de la ATIC
Hemos tratado con agentes en un caso donde había armas de por medio, el ATIC desapareció con las pruebas y nunca mas, ya hace mas de 5 años, se ha tomado resolución alguna, los involucrados dejaron ya sus puestos tras las recientes elecciones y AQUI NO PASO NI PASA NADA.
Claro que el caso afectaba al partido Nacional por medio de sus funcionarios involucrados en desaparicion de armas.
La disolución del ATIC y la creación dentro de la policía, de una subdivisión que desempeñe las funciones que hasta ahora eran asignada a ATIC. Despolitizar en lo posible a la policía.