Tegucigalpa. – Mediante un comunicado la Conferencia Episcopal, reconoce que “se necesita refundar Honduras, pero no sobre ideologías ya gastadas”, dando así lineamientos a la presidenta Xiomara Castro de cómo gobernar durante su mandato de cuatro años.
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Pese a que la Constitución establece que Honduras es un Estado laico, la iglesia católica al igual que la evangélica, han tenido una preponderante participación en los asuntos de Estado.
Aunque no especifica a qué se refiere con ideologías ya gastadas se puede colegir que la cúpula de la iglesia católica se refiere a la doctrina del socialismo democrático que abandera el Partido Libertad y Refundación (Libre, institución política a la que pertenece Castro, esposa del expresidente, Manuel Zelaya Rosales, derrocado en 2009, precisamente por sus coqueteos con el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Pese al cuestionamiento, la iglesia católica, reconoce que el plan de nación para refundar Honduras del gobierno de Castro deberá enfrentarse a “enemigos”, como la corrupción e impunidad, el egoísmo de personas e instituciones, así como la falta de justicia objetiva, imparcial y no sometida a intereses particulares. A su vez, menciona que “todos estamos por el cambio”, por lo que se necesita, para su autenticidad “disponer de odres nuevos”.
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IGLESIA NO DEBERÍA DETENER IDEAS PROGRESISTAS
Sobre el rema el analista y sociólogo Armando Orellana, expresó a Criterio.hn que los argumentos planteados por la Conferencia Episcopal exponen a una iglesia con línea conservadora, contrastando que esta cúpula fue cómplice e incluso participó en actos de corrupción.
Orellana señaló que, aunque manifiesten su punto de vista no pueden frenar la intención de cambio del nuevo gobierno, porque estas acciones serían reprochables.
Por el contrario, razonó que la iglesia debería tener proximidad con el pueblo y los desposeídos, y evitar la cercanía con los grupos fácticos que provocaron la crisis de los últimos 12 años, generando empobrecimiento, el éxodo de migrantes y una marcada brecha entre la miseria y la opulencia.
En su análisis, mencionó que la iglesia debería generar esperanza y ayudar al hondureño a recuperar su fe y, que, lo correcto, sería criticar los errores y lo indebido, pero jamás interferir en las acciones progresistas de beneficio para la sociedad.
Entre tanto, el analista e historiador, Edgar Soriano, dijo a Criterio.hn que tienen derecho a expresarse, pero como ha sucedido a lo largo de la historia inciden de manera directa cuando se toma alguna decisión en el Congreso Nacional.
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Soriano razonó que quizás a la Conferencia Episcopal le preocupe que Xiomara Castro y su gabinete asuman una posición más laica e independiente, y perder la influencia que antes mantuvieron, lo cual ha sido una de las principales exigencias de la Resistencia Popular y de la población que apoyó su candidatura presidencial.
En ese contexto, apuntó que se debe impulsar la convivencia sana sin imposiciones, pero reconoce que la población está clara que la cúpula de la iglesia y los grupos de poder, para proteger sus propios intereses, apoyaron el golpe de Estado, pues el propósito fue seguir teniendo injerencia y asegurar la capacidad de manipulación.
Tanto Soriano como Orellana coinciden que el gobierno debe actuar de forma independiente y garantizar el Estado laico.
