¿Honduras se ha convertido en un “narcoestado”?

Tegucigalpa. El pasado domingo 9 de mayo, la BBC publicó un artículo de análisis noticioso en el que cuestionó si ¿Honduras se ha convertido en un ‘narcoestado’? Esto a partir de lo revelado en los juicios en Nueva York contra Antonio «Tony» Hernández, hermano del presidente Juan Hernández, y Geovanny Fuentes. Ambos declarados culpables por delitos vinculados al trasiego de drogas.

El corresponsal de la BBC para Centroamérica, Will Grant, hace un recuento de los hechos que salieron a la luz en ambos juicios. Como inicialmente el presidente Hernández fue referido como «Co-conspirador 4» durante el juicio de su hermano y posteriormente en el juicio de Geovanny Fuentes, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York no tuvo tapujos para implicarlo con nombre y apellido. Afirmando que Honduras era un «narcoestado» donde los carteles se habían infiltrado «en los poderes policiales, militares y políticos… alcaldes, diputados, generales militares y jefes de la policía, incluso el actual presidente».

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Sobre el tema fue entrevistado el exfiscal del Ministerio Público y actual abogado defensor de derechos humanos, Edy Tabora, quien expuso que «en los 10 años previos a 2010, los narcos tradicionales habían adquirido tanto poder político en Honduras que entonces comenzaron a cooptar al propio estado para garantizar su seguridad».

Tabora señaló que ese período coincidió con el ascenso de Tony Hernández en el mundo de las drogas y el de su hermano mayor en la política. Una vez que Juan Orlando asumió la presidencia en 2014 y «Tony» Hernández se convirtió en un miembro del Congreso por el Partido Nacional, ambos eran efectivamente «narcopolíticos».

«TRÁFICO DE DROGAS PATROCINADO POR EL ESTADO»

Acto seguido, el artículo señaló como el presidente Hernández calificó la sentencia de su hermano como «indignante» e hizo uso repetitivo del estribillo que la condena de su hermano se basó «en testimonios de asesinos confesos». Asimismo, destacó que «Tony» Hernández fue declarado culpable de recibir US $1 millón del notorio narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, por la campaña electoral de su hermano.

La publicación también subrayó que los fiscales estadounidenses argumentaron que el presidente Hernández aceptó sobornos a cambio de la protección de sus fuerzas de seguridad y planeó «meter la droga en las narices de los gringos», refiriéndose a potenciales consumidores extranjeros. Era, señalaron los fiscales, nada menos que «tráfico de drogas patrocinado por el estado».

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La acusación, según remarcó la BBC, es que a diferencia de los países donde los cárteles de la droga trabajan en conjunto con elementos corruptos del Estado o de las fuerzas de seguridad, en Honduras los narcotraficantes son el Estado, las mismas personas que controlan el aparato de poder.

“Ese es el punto más importante a entender sobre Honduras”, argumentó Tabora. “El problema aquí es que los funcionarios públicos querían controlar el tráfico de drogas”. En la nota, la BBC aclaró que pidieron una reacción sobre el tema a la oficina del presidente Hernández sin recibir respuesta alguna.

«PUEDE QUE INTENTE PERMANECER EN EL PODER PERPETUAMENTE»

La BBC apuntó que Juan Hernández es el dolor de cabeza del actual presidente estadounidense, Joe Biden. Esto debido a que es el primer presidente latinoamericano desde Manuel Noriega en la Panamá de finales de los 80, cuyo nombre ha sido íntimamente ligado al tráfico de drogas en una corte de Estados Unidos.

Se podría esperar que la Casa Blanca y el Departamento de Estado impongan sanciones o, al menos, se distancien del supuesto “narco-presidente”. En cambio, los intereses económicos y de seguridad de Washington están indudablemente en juego, especialmente con respecto a la inmigración indocumentada.

La nota remarcó que Honduras se apresuró a cumplir con las políticas más duras sobre inmigración del presidente Donald Trump, pero que previo a la condena de su hermano y coincidiendo con el juicio de Geovanny Fuentes, el presidente Hernández indicó que la cooperación bilateral en materia de seguridad podría colapsar.

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«En este momento, él es el presidente electo de Honduras, vamos a trabajar con su gobierno, vamos a buscar áreas de interés común”, dijo Juan González, máximo asesor del presidente Biden para América Latina. Washington parece preferir el status quo, incluso uno contaminado por el dinero de la droga, señaló el corresponsal de la BBC.

«Cuando Trump dejó el cargo, claramente esperábamos una posición diferente a la del gobierno de Biden», compartió con el medio británico Gabriela Amador de Pro-Honduras Network, organización que cubrió los juicios en Nueva York.

Agregó: «Lo que nos preocupa como hondureños es que se ha demostrado que los cárteles han invertido millones en política y Juan Orlando Hernández puede intentar mantenerse en el poder perpetuamente por medios fraudulentos». 

Aunque el presidente Hernández refuta las acusaciones, las condenas obtenidas por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos revelan un país sumido en la corrupción relacionada con las drogas, una descripción que el exfiscal estatal, Edy Tabora, aceptó a regañadientes sobre su tierra natal, resaltó la publicación.

El artículo noticioso finaliza citando a Tabora: «Los fiscales de Nueva York lo expresaron mejor cuando llamaron a Honduras un “narcoestado corrupto”, porque ambos mecanismos, la corrupción y el narcotráfico, se utilizaron para apoderarse de los recursos del estado».