Por: Efraín Bu Figueroa
Contra muchos pronósticos, las elecciones primarias resultaron ser una cajita de sorpresas, pero también de incertidumbre. El gran ganador ha sido el Partido Nacional, al cual se le consideraba desgastado y desprestigiado; todo lo contrario. El pueblo nacionalista salió entusiastamente, a votar por su partido y el precandidato Asfura, quien se ha posicionado como un competidor sólido, difícil de vencer.
El Partido Nacional obtuvo más votos que cada uno de los partidos “opositores”, reafirmándose como la primera fuerza política, lo cual brinda una perspectiva optimista para los nacionalistas, en las próximas elecciones generales y un desafío complejo para liberales y libres, cuya sumatoria en estas elecciones supero a los nacionalistas en tan solo 97,000 votos.
La segunda sorpresa, ocurrió con el reposicionamiento del Partido Liberal, como segunda fuerza política en el panorama nacional, emergiendo de las cenizas, con un precandidato muy conocido, pero fuertemente cuestionado, que levantó entusiasmos en apenas 6 meses de campaña electoral.
Con los resultados observados, para los electores, las consideraciones morales salieron sobrando, demostrando no importarles las acusaciones de corrupción y narcoactividad de muchos de sus precandidatos.
La tercera sorpresa, anticipada por muchos, fue el desplazamiento del partido LIBRE a un tercer lugar, después de haber tenido por casi diez años una posición privilegiada en el consciente colectivo. No obstante, esta aparente perdida de votantes, Xiomara resulto ser la segunda precandidata más votada, superando al liberal Rosenthal, lo que, la coloca en una posición de ventaja frente a una futura alianza Libre-Liberal.
Un “cabo suelto” que no tuvo elecciones internas, pero que no se puede ignorar en el ajedrez político, es el factor Nasralla, cuya situación electoral, de cara a las elecciones generales, podría fortalecerse cuando se anuncie la alianza Libre-Liberal, pues es de esperar disensos de los sectores partidarios Libres y liberales que no comulgan con una alianza con Rosenthal.
Genera incertidumbre, que tal alianza en potencia, sin aun haberse establecido, comienza a debilitarse con las intenciones de los candidatos perdedores de los partidos opositores, de formar tienda aparte, lo que sería una desafortunada decisión. A estos se les sumaran bases de Libre, liberales e Independientes, con lo que, el divisionismo dentro de la oposición se agudizara, situación que los nacionalistas explotaran en grado máximo.
Independientemente de las manipulaciones fraudulentas que a gran escala se dieron dentro los partidos participantes, durante la presente jornada electoral, resulta evidente que será difícil rescatar al país de las corruptas garras nacionalistas si los opositores no construyen una coalición político-electoral pragmática, conveniente a los intereses del pueblo, dejando de lado los individualismos provincianos y el egocentrismo patológico.
El partido nacional, vertical y autoritario, cuenta con un candidato carismático, cuyos resultados como cementero, han convencido al pueblo cándido. Dicho partido cuenta con una base disciplinada, con bastos recursos estatales monetarios e institucionales a su entera disposición. En otras palabras, tiene las suficientes fortalezas para sumar más años, al medio siglo que han proyectado de gobiernos nacionalistas.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas