Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- Los exempleados de Diario Tiempo hicieron un llamado público al precandidato presidencial Yani Rosenthal para que se reúna con ellos y les explique “sin lloriqueos” por qué no les ha pagado sus prestaciones.
En una carta pública fechada el 11 de febrero, se emplaza a Rosenthal para que diga las razones por las cuales no ha cumplido con la sentencia que dictó un juzgado de primera instancia a favor de los extrabajadores en 2019.
“A pocas semanas de las elecciones primarias, Yani Rosenthal quiere sacar ventaja repitiendo mentiras en medios de comunicación” e inventando “teorías de conspiración” sobre el cierre del rotativo, señalan los extrabajadores del rotativo.
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El periódico que se editaba en San Pedro Sula pertenecía a Inversiones Continental Panamá, designado por lavado de activos en 2015 por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Los exempleados cuestionan la falta de “credibilidad” del político y empresario debido a sus múltiples contradicciones.
En 2015, “dijo casi de rodillas que no era lavador de activos y meses más tarde confesó que le había realizado transacciones ilícitas a un cártel de la droga”.
Al regresar a Honduras después de cumplir su condena en Estados Unidos “dijo que no nos debía nada, que no tenía dinero, que desconocía las razones por las que le cobrábamos”, pero al anunciar su precandidatura -y ante la insistencia de los medios- “terminó aceptando que nos debía, pero que no podía pagar porque el gobierno había confiscado todos los bienes de la familia”.
No obstante, señala la carta de los extrabajadores, el pasado 3 de febrero un abogado de Yani Rosenthal reveló en un programa de televisión que Estados Unidos había devuelto los bienes, incluida Inversiones Continental Panamá y 20 millones de dólares pertenecientes a Banco Continental, pero “que esta familia no ha hecho uso de ese dinero porque no lo estima necesario aún”.
El reciente discurso del político y empresario es que les pagará a los extrabajadores hasta que gane la demanda de mil millones de dólares contra el Estado de Honduras y, por ende, “contra los hondureños, a los cuales pide descaradamente su voto”.
Por toda la “sarta de mentiras” que Yani Rosenthal ha dicho, no hay duda de que “sigue actuando como miembro de una organización delictiva” y que la cárcel “no le sirvió de lección, se hizo más perverso”, finaliza la carta.
