Por: Redacción CRITERIO.HN
redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa, Honduras. – El portavoz de las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA), el teniente José Coello, dijo este viernes que se logró decomisar una aeronave bimotor con tres fardos de cocaína durante horas de la madrugada, misma que venía de Suramérica y que llegó a dar al sector suroeste de Brus Laguna, ubicado en el departamento de Gracias a Dios, zona del Caribe de Honduras.
La mayor parte del tráfico de droga en Honduras se hace vía marítima, pero también es importante el tráfico aéreo ya que generalmente la droga que pasa de Colombia a Venezuela, y de una comunidad de Venezuela que se llama Apure, viene a dar directamente a La Mosquitia, generalmente son aeronaves que se accidentan o aeronaves que son denunciadas y que cuando aterrizan son esperadas por las autoridades, dijo a Criterio.hn el abogado Raúl Pineda Alvarado.
Alvarado explica que hace 15 o 20 años transitaban por Honduras unas 300 toneladas de clorhidrato de cocaína, pero que actualmente las agencias internacionales establecen que estas han subido a 600 toneladas, cantidades que son transportadas tanto en lanchas rápidas como aeronaves, que se usan para esta actividad, con una autonomía de vuelo que las obliga a reabastecerse o replantear vuelos cuando llegan a territorio hondureño.
“En La Mosquitia hay una enorme planicie que genera pistas naturales, especialmente porque los pilotos que se dedican a esto son verdaderos expertos, y porque actualmente se ha consolidado un nuevo cartel, que es el cartel de La Mosquitia, frente a los cárteles que operan en Colón, entonces este nuevo cartel ofrece mejores condiciones de seguridad para el almacenamiento y el transporte”, argumenta Alvarado.
El analista expresa que este movimiento acelerado en La Mosquitia responde a que Honduras es un país permeable para el paso de la droga, en donde recientemente se aprobó una ley que impide el derribo de estas aeronaves, y en donde existe un contraste cuando se hacen análisis comparativos con Costa Rica y Panamá, países sin fuerzas armadas que decomisaron el año pasado y el antepasado el doble o triple de la droga que la decomisada en Honduras.
“Eso le revela que las cosas a pesar de los escudos marítimos, aéreos y terrestres no están funcionando con la eficiencia que fuera necesaria, por obvias razones, por falta de capacidad logística o por corrupción. En este caso, hay que entender que es un tema muy poco estudiado. Esa droga no viene a Honduras, sino que viene con identificación para el destinatario que es el que la va a comprar. Los narcos hondureños no tienen ninguna autoridad para vender droga. La droga que circula es la que se decomisa y se pone en el mercado, o la droga que se pierde en los accidentes”, revela el jurista.
Alvarado cree que el narcotráfico le está haciendo mucho daño al país y que eso se ve reflejado en el crecimiento de los carteles de la droga que deterioran la institucionalidad y la paz.
En relación con una aeronave que se decomisó en Honduras y que apareció en Colombia, Alvarado piensa que eso no es un tema nuevo: “Se había acusado ya a un funcionario de la Fuerza Aérea por la salida de una avioneta en la base aérea de San Pedro Sula. Y hace algunos años vinieron unos señores pretendiendo comprar un avión que había sido decomisado y pidieron que se les permitiera probarlo. Cuando abordaron el avión simplemente abandonaron el país. Esto no es nuevo, esto solo refleja que muchas aeronaves son instrumento del trabajo de los traficantes y que se recuperan. Algunos casos se dan a conocer, pero otros pasan en la penumbra y lo que refleja eso la enorme influencia que tienen los traficantes”.
“Los últimos cuatro presidentes de Honduras han sido mencionados en Cortes de Nueva York o en trabajos serios de investigación hechos por periodistas de mucha credibilidad. Han sido mencionados por relaciones con traficantes de drogas. Eso le da un perfil más o menos cómo andan las cosas en el país. Un hijo de un expresidente condenado (Fabio Lobo, hijo de Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), un hermano de un presidente condenado (Antonio Hernández, hermano de Juan Hernández (2014-2018 y 2018-2022), no es que vamos al proceso de corrupción que se observa particularmente en México, es que ya ratos estamos en él. No existe voluntad para sacudir el árbol y que salgan las frutas prohibidas. En otros países el crimen organizado ha estado cerca del poder, en Honduras a veces ha sido el poder”, sostiene Alvarado.
El abogado concluye que no se deben malinterpretar las felicitaciones de los EE. UU a Honduras por su lucha contra el tráfico de drogas, basta recordar que Manuel Antonio Noriega (líder militar y dictador panameño) fue condecorado por la DEA y después se lo llevaron preso por traficante.
“No hay que ver esas declaraciones de algunos dignatarios de EE. UU como una verdad bíblica, en esto hay un problema muy complejo, pero poco estudiado”, puntualiza.
-
Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas